El ausentismo, el gran ganador en la provincia de Buenos Aires

Por Juan Severo
Los comicios celebrados ayer a nivel nacional dejaron mucho para analizar, pero en este caso queremos detenernos en la provincia de Buenos Aires, donde el mapa electoral volvió a reflejar la complejidad política y social del distrito más poblado del país.
Según los datos oficiales, con el 99 % de las mesas escrutadas, sobre un total de 13.416.225 bonaerenses habilitados para votar, los resultados fueron los siguientes:
- La Libertad Avanza: 3.605.127 votos
 - Fuerza Patria: 3.558.527 votos
 - Frente de Izquierda: 438.747 votos
 - Propuesta Federal: 243.326 votos
 - Provincias Unidas: 212.959 votos
 - Nuevo Buenos Aires: 116.670 votos
 - Unión Federal: 104.125 votos
 - Coalición Cívica: 61.209 votos
 - Alianza Potencia: 52.563 votos
 - Movimiento P.C Proyecto Sur: 49.482 votos
 - Alianza Socialista: 45.550 votos
 - Alianza Nuevos Aires: 43.339 votos
 - Unión Liberal: 43.339 votos
 - Liver-AR: 16.689 votos
 
Hasta ahí, los números parecen reflejar una competencia pareja entre las dos principales fuerzas. Sin embargo, lo más llamativo es lo que no aparece en los gráficos: la ausencia de más de 4 millones de bonaerenses que no concurrieron a las urnas.
De los 13.416.225 ciudadanos habilitados, votaron 9.013.159, lo que deja un saldo de 4.403.066 ausentes. En otras palabras, el gran ganador en la provincia de Buenos Aires fue el ausentismo.
Este dato, lejos de ser una simple estadística, desnuda un problema profundo: la desafección política y la pérdida de confianza en la dirigencia. Muchos bonaerenses optaron por no participar, quizás cansados de promesas incumplidas, de discursos vacíos o de candidatos elegidos entre pocos o mejor dicho a dedo. Pero el desinterés no resuelve los problemas: los agrava.
Los distintos problemas que padecemos los bonaerenses, la inseguridad, la salud, la falta de empleo, la educación, la inflación que golpea los bolsillos, solo pueden resolverse con más democracia y con mayor participación ciudadana. No alcanza con quejarse desde casa, ni con insultar desde las redes sociales. La política se cambia votando, organizándose y participando.
Aunque es duro reconocerlo, el gran ganador político sigue siendo Javier Milei, que logró mantener el caudal de apoyo en Buenos Aires, consolidando su presencia en el principal distrito electoral del país. En cambio, los grandes perdedores son aquellos que desde 2023 no han hecho una autocrítica real, aferrados al mango del sartén, repitiendo viejas fórmulas y nombres en las listas, como si nada hubiera pasado.
Es hora de que los bonaerenses dejemos de mirar la foto del pasado y empecemos a construir la película del futuro. Un futuro donde el protagonismo vuelva a ser de la gente común, de los trabajadores, los jóvenes, los jubilados, las mujeres, los pequeños comerciantes, los pequeños productores que sostienen la vida cotidiana de nuestra provincia.
La reconstrucción del proyecto popular bonaerense no puede quedar en manos de los mismos de siempre. Necesitamos una alternativa plural, honesta, con participación real y compromiso social, que devuelva la esperanza a los que hoy sienten que nada cambia.
Porque la democracia no se defiende desde el sillón: se defiende participando, debatiendo y soñando juntos la provincia que nos merecemos.
Y ese camino empieza hoy, con la decisión de volver a creer en nosotros mismos.
				


