Este majestuoso árbol tiene un crecimiento lento y una longevidad excepcional puestoque viven unos 2.000 años. Los troncos de algunas especies alcanzan hasta 12 metros de diámetro y 30 metros de altura.
Gracias a su forma, puede contener hasta un 80% de agua y, al igual que nosotros, su peso también varía según las estaciones. Los más grandes pueden llegar a contener hasta 150.000 litros de agua fresca y lista para el consumo humano y animal.
Existen 8 especies de baobab y están presentes en 31 países africanos. En muchas culturas son sagrados y está prohibido cortarlos. No es de extrañar que en diferentes culturas se le conozca como “El árbol de la Vida”, “El Guardián del Agua” o “El Árbol del Agua”.
Este majestuoso árbol tiene un crecimiento lento y una longevidad excepcional puesto que viven unos 2.000 años. Los troncos de algunas especies alcanzan hasta 12 metros de diámetro y 30 metros de altura.Gracias a su forma, puede contener hasta un 80% de agua y, al igual que nosotros, su peso también varía según las estaciones. Los más grandes pueden llegar a contener hasta 150.000 litros de agua fresca y lista para el consumo humano y animal.
ETIMOLOGÍA DE LA PALABRA «BAOBAB
El baobab fue descrito por primera vez por un europeo, Prospero Alpino, en 1592 en De plantis Aegypti liber (libro sobre plantas de Egipto). El término baobab se usó por primera vez en este libro como «ba hobab” (con origen en la palabra árabe «bu hibab» que significa «fruto con muchas semillas”). Pasó a llamarse «baobab» a partir del siglo XVII. Su nombre científico, Adansonia, es un homenaje a Michel Adanson, naturalista y explorador francés que fue el primero en describir la especie africana.
LA FORMA DEL BAOBAB
Varias leyendas están asociadas con la forma extraña del baobab.
La leyenda más popular dice que hace mucho tiempo, el baobab observaba su entorno: la superficie del estanque lisa como un espejo, otros árboles cargados de hojas flores… Vio en el reflejo del agua cómo todo brillaba a su alrededor, pero también observó que sus hojas eran pequeñas y sus flores casi imperceptibles. Estaba gordo y su corteza parecía la piel arrugada de un viejo elefante.
El árbol invocó a Dios y se quejó de su apariencia. Sin embargo Dios había creado el árbol y estaba satisfecho con su trabajo y apreciaba que no era un árbol como los demás. Amaba la diversidad.
El baobab nunca cesó en sus quejas hasta que un día Dios bajó para poner solución a su malestar. Agarró el baobab, lo levantó y lo puso de nuevo en la tierra, pero esta vez boca abajo. Así, el árbol ya no pudo verse más a sí mismo ni a los demás para no quejarse nunca más.
Otra leyenda explica que cuando Dios creó la tierra y todo lo que había en ella, colocó un baobab en un jardín. La vegetación estaba asombrada por este árbol hermoso y majestuoso, tan grande, tan poderoso. Los pájaros anidaban en sus ramas y al resto de los animales les gustaba descansar en su sombra fresca. Todos lo felicitaron por su tamaño, por su belleza, por la grandeza de su tronco, por la sombra que brindaba a todos. Pero el baobab se volvió demasiado orgulloso. Entonces, para castigarlo, Dios lo arrancó del suelo y lo replantó al revés.
Una leyenda de origen árabe explica que un demonio arrancó el árbol, plantó sus ramas en el suelo y dejó sus raíces en el aire.
Por último, existe una leyenda que explica que el primer espíritu de una raza antigua ofreció animales para plantar árboles. La hiena llegó tarde y recibió el último árbol restante, el baobab. Estaba tan furiosa que la plantó boca abajo.
Avenida de los baobabs
Aunque sin duda es uno de los símbolos de Madagascar (sobre todo la majestuosa Avenida de los Baobabs, que es uno de los lugares más fotografiados de la isla africana), el baobab es mucho más que un simple árbol. Los malgaches usan todas sus partes en su vida diaria.
Su fibra se utiliza, por ejemplo, para hacer cuerdas, techos o paredes de la casa o incluso para la fabricación de telas. Casi todas las partes del baobab son comestibles: *Los brotes y raíces jóvenes se comen como vegetales. *Las hojas frescas se pueden comer como infusión o papilla. *Las hojas secas se reducen a polvo y sirven como aglutinante. *Las semillas se usan para hacer un aceite,jabón y abono.
Además, los baobabs sirven como hogares para muchas especies de orquídeas, lémures, pájaros y reptiles que pueden pasar toda su vida sin ver el mundo exterior.
LOS BAOBABS Y LA ETNIA MAHAFALY
En Madagascar, en la meseta de Mahafaly, el baobab adquiere una dimensión más grande. En esta región extremadamente árida, el árbol se ha convertido literalmente en una cisterna. Un contenedor natural que permite a la población local almacenar agua para sobrevivir.
Se trata de una práctica particular heredada de los ancestros del pueblo en adaptación a la sequía y la hambruna que azotó la región, alrededor de 1920. Los agujeros en los baobabs almacenaron agua después de las pocas tormentas, pero no se pudrieron. Así nació la idea de convertirlo en una cisterna.
Hay varias reglas para tener un Baobab como cisterna de agua. Cuando el agricultor encuentra un árbol baobab adulto, el área se limpia y se marca para informar que alguien ha tomado el árbol. Luego, se sacrifica un gallo para pedir el permiso y la bendición a los antepasados malgaches, porque el baobab es sagrado y alberga espíritus.
Además, no todos pueden trabajar el baobab para prepararlo a modo de cisterna. Los hombres jóvenes cuyo padre todavía esté vivo no pueden cavar el baobab, de lo contrario el padre moriría. Dependiendo del tiempo dedicado a trabajar, el agujero será lo suficientemente grande cuando un adulto pueda ponerse de pie en su interior. Una vez que el tanque está lleno, la entrada se cierra con ramas para evitar que los animales entren y contaminen el agua.
La etnia Mahafaly se ha adaptado a un ambiente hostil pero excepcional y forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO. El agua es vida y, para ellos, en parte gracias al baobab.
LAS PROPIEDADES DEL BAOBAB
¡El baobab está de moda! No es de extrañar, puesto que es considerado un superalimento: es rico en vitamina C, calcio, potasio, antioxidantes…
Las propiedades del baobab
Además, sus hojas son una excelente fuente de vitamina A, calcio, hierro, potasio, magnesio, manganeso, molibdeno y fósforo. Y las semillas son ricas en proteínas.
Todos estos componentes naturales hacen del baobab una fuente casi inagotable de energía para el cuerpo. A continuación algunos ejemplos del beneficio de sus virtudes medicinales:
– En forma de polvo o aceite, el baobab se presenta como un milagro por sus virtudes cosméticas. Es un producto natural para luchar contra el envejecimiento de la piel. También ayuda a acelerar el proceso de eliminación de esas espinillas y puntos negros desagradables del acné.
El baobab permite tratar muchas dolencias gástricas, como disentería, diarrea e inflamación. También ayuda a combatir la deshidratación causada por estas dolencias gástricas. Además, gracias a su alto contenido de fibra, mantiene el sistema digestivo en buenas condiciones.
– La corteza del baobab es famosa por sus propiedades antipiréticas. Por lo tanto, una infusión hace posible luchar contra los ataques de fiebre.
-Numerosos estudios han demostrado las propiedades antiinflamatorias y antioxidantes del baobab.
– Para pacientes con osteoartritis o poliartritis. Muy rico en fósforo, calcio y potasio, el baobab facilita el buen funcionamiento del sistema muscular.
Desgraciadamente, en Madagascar la quema y deforestación para la plantación de los arrozales ha conducido a la desaparición de ciertas especies animales, necesarias para la reproducción de baobabs. Actualmente amenazados, como la mayoría de la naturaleza malgache, los baobabs de Madagascar no solo son endémicos, sino que también pueden ser los últimos de su especie.
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En peligro el baobab, protagonista del paisaje africano
Nairobi, 26 dic (Prensa Latina) El baobab, gigante infaltable en el paisaje de África subsahariana, corre peligro hoy de desaparecer ante las necesidades de los pequeños granjeros, urgidos de tierra para sus cultivos.
Pesquisas de inspectores forestales kenianos denunciaron el hallazgo de varios ejemplares de los gigantes del orden de las malváceas talados para ser vendidos como madera, lo que equivale a sacrificar la gallina de los huevos de oro para preparar un efímero fricasé dominical.
Además de su presencia en el planeta, estimada en unos cuatro mil años, casi el mismo lapso en el cual, según el Antiguo Testamento Adán y Eva comenzaban su exploración romántica en el paraíso después perdido, el baobab es una fuente de alimento, medicina y útiles para el trabajo.
Durante siglos los humanos utilizaron como alimento su fruto, llamado árbol del pan del mono; sus hojas son empleadas en Mali para hacer una nutritiva sopa y su corteza para fabricar cuerdas, biodegradables a diferencia de las prosaicas y contaminantes de plástico.
Pero, además, son depósitos naturales capaces de almacenar hasta 120 mil litros de agua, secreto ancestral conocido por los elefantes, que en tiempos de sequía, como la que agosta partes de África hoy, perforan el tronco con sus colmillos y sacian la sed tras caminatas por tierras áridas bajo un sol de suplicio y sin nubes.
Por si fuera poco, con su silenciosa presencia y debido a su versatilidad, según científicos desempeñan un papel insustituible en el combate al cambio climático.
Esas bondades explican las protestas populares tras conocerse el derribo de los bellos gigantes de hasta 25 metros de altura.
De su lado, los campesinos aducen que por su corpulencia los baobabs ocupan demasiado espacio, necesario para sus cultivos incluso los de subsistencia en estos tiempos de encarecimiento de los alimentos.
Los medios científicos salieron en defensa de los gigantes vegetales con una solución salomónica: vender los frutos cuyos usos, además de alimenticios pueden convertirse en una refrescante bebida, ideal para combatir la sed.
Jorge Vergara para foromatanzero.com.ar