El directorio del Conicet rechazó los despidos que el Gobierno impulsa en el organismo
El mismo día en que científicos, becarios y personal administrativo del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) realizaron un paro nacional contra el ajuste del Gobierno nacional en el sector y a dos días de una movilización por el mismo motivo frente a la Jefatura de Gabinete, el directorio de ese organismo rechazó este miércoles, durante una reunión extraordinaria, la decisión oficial de limitar al 31 de marzo la renovación de contratos de administrativos y técnicos.
En un comunicado, las autoridades del organismo indicaron que “eI Conicet cuenta con 1.600 empleados administrativos y técnicos que son esenciales para el normal funcionamiento de las carreras de investigador, de 12.150 miembros; del personal de apoyo, de 3.050 miembros; y de 10.900 personas que con becas doctorales y posdoctorales se forman en tareas de investigación científica y tecnológica, que constituyen el futuro de la ciencia nacional y del desarrollo federal del país”.
Explicaron que esos trabajadores y trabajadoras están “altamente especializados y capacitados” y se desempeñan en Conicet “desde hace años dando soporte a los procesos de planeamiento, seguimiento y evaluación de actividades de investigación, y permite el funcionamiento de los más de 300 institutos y Centros Científicos Tecnológicos que se encuentran en todo el territorio nacional”.
Los nuevos despidos -denunciados este miércoles por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) a través de un paro en todo el país- se suman a los ya formalizados en enero pasado, por lo que el directorio pidió “que todos los agentes cesanteados sean reincorporados dado que su baja no se debió a defectos en su contratación, ni a la irrelevancia de las tareas que desempeñaban”.
A la vez, desde el organismo se manifestó la preocupación por la falta de certeza en relación con la formalización de los ingresos a la Carrera del Investigador Científico (CIC) 2022 y la efectivización de las promociones de la CIC, así como de los concursos de Personal de Apoyo.
“Los cambios en las cantidades de becas asignadas, sus fechas de inicio o las condiciones de las prórrogas, modificando las bases de convocatorias ya sustanciadas, van a tener consecuencias muy negativas que se van a prolongar por años, dado el tiempo que demanda la formación del personal científico-tecnológico, dañando las posibilidades de desarrollo nacional”, graficaron.
En paralelo, el directorio planteó que “la recepción en forma verbal de una orden de reducir la planta de personal basada en un porcentaje arbitrario de ésta, es la antítesis de una decisión basada en evaluaciones de desempeño o en criterios de razonabilidad y pertinencia de las tareas que se realizan, careciendo además de la mínima formalidad que requiere un organismo público para su gobernanza”.
“Dejar al Conicet sin el personal administrativo y técnico necesario implica paralizarlo y poner en riesgo el funcionamiento de un actor central del sistema de ciencia y tecnología nacional, justo cuando acaba de ser reconocido, nuevamente, como la mejor institución gubernamental de ciencia de América”, remarcaron.
Este miércoles, científicos, becarios y personal administrativo del Conicet realizaron un paro nacional contra “el ajuste y el ataque” del Gobierno nacional a la ciencia argentina, destacada a nivel internacional por sus hallazgos que van desde el descubrimiento sobre cómo se multiplica el virus del dengue hasta la creación del trigo resistente a la sequía.
Bajo el lema “Ni un despido en Conicet”, ATE llevó adelante un paro este miércoles con distintas actividades en todo el país, pero postergó para el viernes la marcha que se iba a realizar este viernes a Jefatura de Gabinete debido al temporal que ocasionó destrozos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
La concentración tendrá lugar el viernes a las 11 frente a la sede de la Jefatura de Gabinete, ubicada en Diagonal Sur 782, en la ciudad de Buenos Aires.
“No hay presupuesto para la investigación, con lo cual hay una destrucción muy grave de la labor de ciencia y tecnología soberanas que hacemos en nuestro país. Ocurre en el marco de una política de destrucción del Estado de Derecho que está haciendo Milei”, apuntó a Somos Télam Nuria Giniger, secretaria general de la Junta Interna de ATE Conicet en la ciudad de Buenos Aires.
En este sentido, Giniger advirtió que “el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, le pidió al presidente del Conicet, Daniel Salamone, que haya un 20% de despidos en el organismo, como en el resto de la administración pública nacional”.
La medida afectaría al 20% del personal administrativo al que se le vence el contrato el 31 de marzo y, como este grupo de trabajadores es sumamente reducido en relación al tamaño y complejidad de la institución, de producirse nuevos despidos, el Conicet entraría en “una verdadera parálisis y dejaría de funcionar”, alertó Giniger.
“Los directores de los centros científicos tecnológicos del país y de los institutos se están negando a armar las listas de despidos”, continuó la delegada de ATE y resaltó que “la comunidad científica no está dispuesta a que haya despidos ni a entregar a sus propios compañeros”.
Los reclamos que impulsa la sectorial ATE Conicet incluyen el rechazo a los más de 200 despidos que la administración del presidente Javier Milei ya realizó en el exMinisterio de Ciencia y Tecnología, el pedido de renovación de 1.200 contratos administrativos en el Conicet y del aumento presupuestario para el sistema de ciencia y tecnología, la continuidad de las becas doctorales, una urgente recomposición salarial, la efectivización de las altas en la carrera del Investigador Científico y la restitución del pago de horas extras.
La movilización a la Jefatura de Gabinete programada para el viernes cuenta con la adhesión de la Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología (Raicyt), la cual congrega a más de 300 directivos de instituciones científicas de todo el país.
“Sigue el ataque a la ciencia argentina. Sin ciencia no hay futuro. Sin trabajadores no hay ciencia”, alertaron desde la Raicyt a través de sus redes sociales.
Además, participará de la marcha la organización Jóvenes Científicxs Precarizadxs (JCP) y trabajadores de las juntas internas de otros organismos que pasaron a depender de la órbita de la Jefatura de Gabinete y también están sufriendo recortes presupuestarios, como la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis) o la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae).
En tanto, este miércoles el paro se realizó en todo el país con cartelazos, asambleas y movilizaciones en los más de 280 Institutos y Centros exclusivos del Conicet y de doble y triple dependencia con universidades nacionales y otras instituciones, que se ven afectados por igual ante la falta de insumos en los laboratorios y el recorte de líneas de investigación.
“No hay un cierre en forma directa, pero se van cortando las distintas formas de alimentar el sistema científico. Se están achicando las becas y paralizando los ingresos de investigadores”, expuso a Somos Télam Paula Pochettino, delegada de ATE Conicet en Santa Fe.
“Está en duda hasta cuándo se va a poder pagar la luz, internet y los servicios básicos de los institutos dado que nos llegó la misma partida presupuestaria de 2023 sin aplicar el índice de inflación”, agregó Pochettino. Y señaló que, en el Centro Científico Tecnológico de Santa Fe, uno de los más grandes del interior del país, ya tuvieron que reducir los contratos del personal de limpieza y seguridad.
La “profunda preocupación” de 68 Premios Nobel
A principios de este mes, un grupo de 68 ganadores del Premio Nobel llevó adelante una iniciativa inédita y envió una carta al Presidente para expresar su “profunda preocupación” por la “dramática devaluación de los presupuestos del Conicet y las universidades nacionales”.
En el texto afirmaron que fueron testigos de las “contribuciones transformadoras” de la ciencia argentina y advirtieron que, si no fuera por sus científicos, “las causas y el tratamiento del cáncer, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares habrían seguido siendo un misterio durante décadas más”.
Si no se revierten las políticas de ajuste del Gobierno en el sistema científico y tecnológico, quedarían paralizadas miles de investigaciones, como aquellas que buscan desarrollar la primera vacuna contra el Chagas o estudian cómo se multiplica el virus del dengue.
“Nuestro grupo estudia el dengue, de gran utilidad para los argentinos y para el mundo. Sin embargo, no otorgan becas para esto y no podemos comprar insumos desde diciembre”, advirtió en su cuenta de X la investigadora del Conicet Andrea Gamarnik.
El grupo que lidera Gamarnik hizo contribuciones fundamentales para comprender los mecanismos de replicación de los virus del dengue y del Zika, y sentó las bases para desarrollar en el futuro vacunas más efectivas y tratamientos antivirales.
“Los trolls libertarios agreden a los investigadores de Conicet y dicen que vayamos a los privados. No se dan cuenta que, si nos vamos al exterior, ganaremos más sueldo, pero el que pierde es el país”, advirtió Gamarnik en sus redes sociales.
Actualmente el Conicet registra más de 1.000 patentes, cuenta con 52 empresas de base tecnológica que fueron creadas por investigadores del organismo y brindó a lo largo de su historia 16.700 servicios tecnológicos de alto nivel, según datos del área de vinculación tecnológica del organismo.
Sin embargo, Giniger advirtió a Somos Télam que, ante la situación de paralización del Conicet, muchas empresas dejaron de pagar las patentes, con lo cual, “se está cediendo al sector privado el conocimiento desarrollado por el organismo de manera directa, sin ninguna contrapartida, y es el patrimonio de todas y todos los argentinos”.
Entre las diferentes patentes que desarrollaron investigadores, se destaca el acuerdo de licencia entre el Conicet y el laboratorio GSK para un anticuerpo monoclonal, que apunta a desarrollar una inmunoterapia para combatir el cáncer.
Otro caso resonante son los famosos “barbijos del Conicet”, que durante la pandemia fueron fabricados por la empresa AtomProtect a partir de tecnología del organismo, al cual pagó un porcentaje de sus ventas.
En cuanto a desarrollos para el sistema agropecuario, uno de los inventos más reconocidos fue el trigo resistente a la sequía que creó el equipo de investigadores liderado por Raquel Chan.
El hallazgo tomó escala global, Chan le cedió la patente al Conicet y la empresa Bioceres comenzó a pagar la licencia para comercializar el producto ante un escenario mundial donde se producen pérdida de toneladas de alimentos por las sequías.
A la falta de la correcta administración de las patentes se suma el recorte en los programas de relaciones científico tecnológicas con países del exterior, situación que “nos aísla totalmente y nos perjudica porque la producción científica necesita de vínculos con equipos de investigación de otros países”, señaló Giniger.
“Es un ataque general al sistema de ciencia y tecnología, que es nuestra herramienta para construir soberanía científica, política y económica”, concluyó Pochettino.