De acuerdo a un informe presentado por la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), se detectaron demoras en la entrega de algunas viviendas que generaron costos adicionales de mantenimiento y vigilancia. Además, hubo problemas de habitabilidad en algunas unidades, lo que se reflejó en reclamos de beneficiarios.

Días atrás, el vocero presidencial, Manuel Adorni, había adelantado la decisión del Ejecutivo: “El plan ProCreAr tal y como lo conocemos dejará de existir”. “Además, se comenzarán a permitir las hipotecas divisibles para proyectos inmobiliarios en desarrollo”, había comunicado mediante su cuenta de X.

Créditos y condiciones pactadas

Según precisa la resolución del Gobierno con respecto a los créditos hipotecarios adquiridos, el Ministerio de Economía firmará un contrato con el Banco Hipotecario para asegurar la continuidad de la gestión de los créditos bajo las condiciones de retribución pactadas. Así, no se afectarían el financiamiento ni las condiciones de pago de los titulares de los créditos.

De acuerdo a la normativa, el objetivo del Gobierno es redirigir los recursos hacia áreas en que el Estado pueda ser más efectivo. Además, se espera que los sectores bancario e inmobiliario tengan un aumento en la demanda de créditos hipotecarios, con lo cual el acceso a las viviendas volverá a depender mayormente de las instituciones financieras.

El ProCreAr vio la luz en 2012 con la meta de facilitar el acceso a la vivienda única familiar mediante créditos hipotecarios. Días atrás, el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación durante la pPresidencia de Alberto Fernández, Santiago Maggiotti, señaló que durante su gestión se entregaron “casi 142.000 viviendas” y que “había otras 96.000 en construcción”.