El mapa de los conflictos de IOMA: una problemática territorial que abandona afiliados y que Kicillof no sabe abordar
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, recibió el reclamo de los afiliados del IOMA en Tandil. El mapa del conflicto sanitario en la provincia de Buenos Aires.
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, encabezó este viernes la inauguración del nuevo edificio del Jardín de Infantes N° 912 en Tandil. Sin embargo, las cosas no salieron según lo planeado. Afiliados del Instituto Obra Médico Asistencial (IOMA) se hicieron presentes en el acto con el fin de visibilizar la problemática en torno a la obra social provincial.
Los autoconvocados se unieron para elevar un reclamo contundente a través de una bandera que rezaba “IOMA Abandona”. El mensaje fue claro. Directo. Sin lugar para otras interpretaciones. Pero, además, dejó una muestra evidente de lo que, de no mediar cambios, pasará a ser moneda corriente en cada distrito que Kicillof visite en un futuro cercano.
Cansados por la demora en los turnos, la falta de cobertura, la tardanza en el envío de las autorizaciones, los afiliados locales exigen que se ponga fin al convenio con la gerenciadora 23 de Diciembre, el organismo que desde hace tres años es el encargado de intermediar entre IOMA y el Círculo Médico local.
La situación es complicada. La gerenciadora no acercó soluciones. Tras un comienzo regular, la administración intermediaria comenzó a mostrar grandes deficiencias y la calidad de la prestación decayó al punto de que los adherentes debieron aunarse para hacer oír su voz.
En la actualidad, varios usuarios del IOMA que ecomanda Homero Giles terminan pagando una consulta con tal de no estar sufriendo, ya que la autorización puede tardar varios meses e, incluso, en la gran mayoría de casos, no cubre la totalidad de la prestación. Por esa razón, en el municipio comenzó a haber un problema con la ocupación de camas, que se resintió cuando el sanatorio local cortó vínculos con la 23 de Diciembre y, por ende, con la obra social, debido a que la gerenciadora mantenía una deuda de $200 millones con el nosocomio.
Cabe recordar que en julio, Giles arribó a Tandil para firmar un acuerdo con el intendente radical Miguel Ángel Lunghi para actualizar los valores de las coberturas. El titular del IOMA aprovechó para reunirse con un grupo de afiliados, que le entregaron un petitorio sobre diversos problemas en las coberturas y prestaciones. A casi seis meses de aquel encuentro, los problemas aún no fueron resueltos.
Con la decisión de sostener a Giles al frente de la mutual, Kicillof quedó expuesto ante el mal manejo de una caja millonaria que, según lo presupuestado para el 2025, manejará más de un billón setecientos cincuenta mil millones de pesos (1.750.000.000.000).
Se trata, en concreto, de una dificultad grave que hoy no encuentra solución desde el ejecutivo bonaerense y que, de seguro, se convertirá en una tormenta que el gobernador Kicillof no podrá esquivar si no pone manos en el asunto. Un inconveniente de peso que lastima sus aspiraciones nacionales y que lo pone en jaque camino a las elecciones del 2025.
Lo ocurrido en Tandil es tan solo una muestra de las dificultades con las que se encuentran los afiliados de la obra social bonaerense. Una problemática que ya hizo metástasis en varios distritos y que, por el momento, no permite identificar hasta dónde podría ramificarse.
Pero esto no solo pasa en Tandil. En Mar del Plata también hay conflicto. Y, al igual que en el distrito serrano, en La Feliz no está metida la Federación Médica de la Provincia de Buenos Aires (FEMEBA). En el distrito de la Quinta sección electoral hay 78 mil afiliados, pero la demanda regional alcanza a 175 mil personas. Y desde hace casi un año se cortó el convenio con tres clínicas clave: 25 de Mayo, Pueyrredón y Colón, adonde recurrían los adherentes con demanda de alta complejidad.
Todos los ojos están puestos en la Asociación Civil de Establecimientos Asistenciales y Prestadores Privados de la Provincia de Buenos Aires (ACEAAP), que tomó el rol de intermediaria y es apuntada de recibir fondos desviados de parte de la poderosa caja millonaria que Kicillof no puede ordenar.
Los problemas abundan. En medicamentos no se actualizan los montos y la cobertura es muy baja, los valores están fijos mientras los valores de los remedios van subiendo con la inflación y hay mucha demora en los reintegros por parte del IOMA. Para colmo, hace menos de un mes atrás durante la visita de Kicillof al municipio, Giles se comprometió a llevar una reunión con los afiliados pero todavía no cumplió su palabra.
IOMA: el mapa territorial de los conflictos
Son cerca de 20 los distritos que en la actualidad se encuentran abandonados por el Ejecutivo bonaerense a cargo de Kicillof. Cada uno con su particularidad: 16 que ya no cuentan con prestación de IOMA (Alberti, Bragado, Florentino Ameghino, General Arenales, General Viamonte, Colón, Rojas, Leandro N. Alem, Olavarría, Azul, Tapalqué, General Alvear, General Lamadrid, Daireaux, Laprida y Lincoln), tres que ya firmaron un acuerdo con el Círculo Médico local (Chacabuco, Junín y General Pinto) y uno que hizo lo propio con el municipio (Navarro).
Pero para entender mejor el conflicto vale dividir en dos a la Provincia. Por un lado, los distritos de la Primera, Segunda y Cuarta sección; y por el otro, los municipios de la Sexta y Séptima que se ubican entre el centro y el sur bonaerense. Con una particularidad en ambos casos: las regiones mencionadas son, en parte, cercanas entre sí.
De los 16 municipios que hoy no cuentan con prestación, dos se encuentran en la Segunda sección (Rojas y Colón), hay siete en la Cuarta (Bragado, Alberti, Leandro N. Alem, Lincoln, General Viamonte, General Arenales, Florentino Ameghino), tres en la Sexta (Laprida, General Lamadrid, Daireaux) y cuatro en la Séptima (Olavarría, Azul, Tapalqué y General Alvear).
En todos estos distritos, IOMA pretende reemplazar a FEMEBA con otros prestadores. Detrás de esa intención hay un claro fin comercial. Pero, además, se pone en riesgo la calidad de un servicio que hoy levanta múltiples quejas por toda la provincia y que deja a la deriva a miles de afiliados.
La decisión del IOMA de cortar con FEMEBA tuvo un alto impacto en Rojas y Colón, exponentes de la Segunda sección provincia. La imposibilidad de encontrar profesionales locales conlleva una obligación directa de tener que viajar hacia otras ciudades aledañas para poder ser atendidos recargando a su vez a los efectores de salud de los municipios cercanos.
Pese al acuerdo con el Círculo de Médicos de Junín, la Cuarta sección es una de las más perjudicadas. En Bragado son 11 mil los afiliados que quedaron en manos de solo cinco médicos, con demoras en los turnos por más de tres meses y con un hospital local al borde del colapso.
Algo similar se da en la ciudad vecina de Alberti, donde un grupo de autoconvocados se reunirá el próximo 28 de noviembre para leer y firmar un petitorio para entregarle a Giles. En el mismo aseguran que “se sienten afectados y desprotegidos por el corte de la atención médica de nuestra mutual en el distrito de Alberti“ y “ante esta Emergencia Sanitaria sentimos que lo que nos ocurre es injusto, ilegal y vergonzoso para todos los afiliados, porque hemos aportado a esta mutual sin obtener la prestación que nos corresponde”. El resto de la sección se encuentra en una situación similar debiendo viajar a 9 de Julio o a Junín para poder atenderse.
La Sexta y la Séptima sección, por su parte, están representadas en una misma región conocida como Olavarría, por ser el distrito de cercanía más importante para los siete municipios que hoy no cuentan con prestaciones médicas en la zona centro-sur.
Vale mencionar que en octubre pasado, Giles ordenó que IOMA corte relación con FEMEBA y apuró un acuerdo con el Consorcio del Centro de la Provincia de Buenos Aires (COCEBA) que es administrado por los municipios de Olavarría, Azul, Laprida y Daireaux.
Desde la llegada de COCEBA los afiliados quedaron desprotegidos ya que la obra social no cumple con las coberturas básicas como tampoco con aquellas de alta complejidad y sólo ofrece prestaciones en los policonsultorios en María Auxiliadores, tres médicos de UDOCBA y el hospital municipal de Olavarría.
Si los vecinos quieren realizar una consulta con los médicos de cabecera deben afrontar un pago de 20 a 25 mil pesos y esperar el reintegro, algo que no viene sucediendo en los últimos tiempos. Desde el distrito cabecera hay un fuerte rechazo a COCEBA. Algo que también pasó de parte del Círculo Médico de Olavarría que llamó a una asamblea con sus 200 profesionales y el resultado fue contundente: 129 médicos se manifestaron en contra del acuerdo.
Los representantes del colectivo de afiliados autoconvocados del Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA), acompañados de concejales y autoridades de la Unión Cívica Radical (UCR) de Olavarría, mantuvieron un encuentro con el senador y vicepresidente del Senado bonaerense, Alejandro Cellillo.
La reunión se desarrolló en el Comité Radical local, donde los afiliados autoconvocados del IOMA expusieron sus inquietudes y entregaron cerca de 4.000 firmas recolectadas en apoyo a la FEMEBA ante el repentino corte del convenio por parte de la mutual provincia
Para cerrar, en Azul los trabajadores estatales son mayoría por lo que el corte de IOMA impacta de lleno. Los médicos de Azul (muchos de cabecera de afiliados de IOMA) están cobrando $5 mil por cada receta que le hacen a los pacientes. Los jubilados, que son los que más reclaman por las prestaciones, hacen más de tres recetas por mes, a veces hasta van dos veces por semana a consulta, por lo que pagan cada consulta 5 mil pesos para cada receta (en efectivo sin reintegro).
El hospital municipal se encuentra colapsado, no sólo por los miles de afiliados al IOMA que no pueden pagar la consulta médica, sino por los vecinos de los municipios que acuden al nosocomio para atención especializada.
Fuente: https://diputadosbsas.com.ar