El plan pro armas de Bullrich y Milei
En nuestro país son asesinadas con armas de fuego 7 personas por día. Desde la Red Argentina para el Desarme alertan sobre la política de “libre portación” que impulsa el Gobierno, un paso más hacia el modelo que desangra a los Estados Unidos: “A más revólveres, más muertes”.

Redacción Canal Abierto | El 6 de julio de 2006, Alfredo Marcenac caminaba por la avenida Cabildo cuando lo asesinó Martín Ríos. Fue el Estado quien autorizó al “tirador de Belgrano” a portar el arma asesina, y la Justicia la que lo declararía inimputable unos tres años más tarde.
Desde entonces, la familia de la víctima acompañó una lucha desde la Red Argentina para el Desarme (RAD) que derivó en programas para intensificar los controles para el acceso a armas.
En los últimos meses, sin embargo, el Gobierno nacional desandó ese camino al eliminar las agencias de vigilancia o las campañas de concientización, e incluso flexibilizó los trámites para la adquisición y tenencia. A tal punto que redujo de 21 a 18 años la edad mínima para acceder a armas de fuego.
Aunque velado, el objetivo es el planteado por Javier Milei antes de llegar a la Rosada: “la libre portación de armas”; también por su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien en campaña invitó a “quien quiera andar armado, que ande armado”.
“Son medidas de fanáticos, a contra mano de lo que piensa al menos el 80% de argentinos”, asegura Martín Angerosa, abogado e integrante de la RAD. Como en tantos otros ámbitos, el modelo al que aspira La Libertad Avanza es similar al estadounidense, donde se calcula hay aproximadamente 400 millones de armas de fuego en manos de civiles (120 por cada 100 ciudadanos).
Si bien aún estamos muy lejos de esas cifras o de sufrir las cotidianas matanzas que ocurren en el país del norte, hoy en Argentina hay 1 millón 700 mil armas registradas y al menos 2 millones de no registradas (cuya procedencia, en el 99% de los casos, también es legal).
“Hay una paradoja tremenda: un padre que compra un arma para defenderse de la delincuencia termina siendo proveedor de la delincuencia cuando le roban el arma de su casa”, señala Angerosa.
De todos modos, en nuestro país son asesinadas alrededor de 2400 personas por año con armas de fuego. En promedio, unas 7 por día, más de seis veces más el promedio de femicidios: “Estamos hablando de hechos cometidos en ocasión de robo, violencia institucional, accidentes, por discusiones vecinales, por discusiones de tránsito o lo que fuera, pero lo más importante es que son todas muertes evitables”.
Tanto en Estados Unidos o naciones como Brasil, donde las estadísticas son alarmantes, los especialistas ya hablan de una “una epidemia” cuya solución no es otra que el desarme de la población. Este paradigma tiene en su contra el poder de lobby de fabricantes y proveedores de armas: en Washington, por ejemplo, la poderosísima Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés).
La Argentina no está exenta de dichas presiones, sobre todo de quienes importan estos productos. Entre los nombres más llamativos en torno a este lucrativo negocio figura el de Guillermo Yanco, esposo de Patricia Bullrich, señalado por sus relaciones con la industria armamentística israelí.
En esta entrevista con Martín Angerosa, los riesgos de esta flexibilización por decreto, datos sobre la circulación y origen de las armas en Argentina, los negocios detrás de este drama, el costo fiscal para el Estado que implica la proliferación de armas y una historia familiar que lo llevó a comprometerse con la RAD. “Mi padre era montonero y médico, trabaja en las villas y antes de que lo desaparezcan el había decidido tomar las armas para enfrentar el genocidio que estaba cometiendo; ya en democracia y con los mecanismos vigentes que nos propone la democracia para resolver nuestros problemas, la pregunta que me hice fue: armas, ¿para qué?”
Entrevista: Diego Leonoff
Equipo audiovisual: Pablo Martínez Levy, Ramiro Lorenzo y Juan Alaimes
Fuente: https://canalabierto.com.ar