En ese sentido, Tignanelli destacó que Gdansky “es un compañero para el que no alcanzan las palabras para reconocer”. “No solo por su trayectoria militante, sino también por la lucha que ha llevado adelante en todo momento en que el trabajador ha estado amenazado por distintos gobiernos”, expuso el legislador.

“Pensamos que los homenajes a los dirigentes y a las personas que han luchado por su pueblo hay que hacerlos en vida”, manifestó el diputado para luego agregar que la finalidad es que “sean receptivos no solo ellos, sino también sus familiares y sus afectos del esfuerzo que han puesto para pelear por los derechos de los que menos tienen”.

En ese marco, Tignanelli recordó que cuando retornó la democracia, Gdansky  “fue un pilar fundamental para que el movimiento obrero se organizara para dar todas las luchas que necesitaba por la recomposición de los salarios y los derechos perdidos en dictadura”. Además, valoró “con la llegada de Néstor Kirchner, estuvo a su lado permanentemente, peleando, acompañando al pueblo trabajador, acompañando las discusiones que dio él y Cristina”.

Gdansky fue secretario general de la UOM local por casi treinta años. Según ponderó Tignanelli, “su gestión estuvo marcada por el trabajo en materia de educación, salud y deporte, con obras que trascendieron a los afiliados y sus familias, como el Polideportivo UOM en Ciudad Evita o el Centro Cultural Valentín Barros en San Justo”.

El Ruso Gdansky es vecino de La Matanza, llegó de niño cuando la Fundación Eva Perón le otorgó una casa a su familia en Ciudad Evita. Trabajó en la fábrica Santa Rosa de Tablada, donde forjó su militancia sindical en los años 60 y 70. “El ‘Ruso’ es un dirigente que peleó contra la dictadura, la dictadura más oscura de nuestro país, se forjó en el peronismo de muy pibe”, agregó Tignanelli en su intervención.

“El ‘Ruso’ estuvo ahí en cada debate que hubo en el Congreso poniendo la mano y levantando la mano siempre a favor de los trabajadores”, concluyó Tignanelli.