Emprender en 2025: oportunidades en sectores estratégicos y claves para triunfar
La tecnología, la sostenibilidad y sectores como energía, agroindustria y fintech se perfilan como motores de crecimiento. Especialistas analizan las posibilidades que brinda el nuevo escenario
El 2025 se presenta como una ventana de oportunidades para los emprendedores argentinos que busquen innovar y crecer en un contexto desafiante, pero lleno de posibilidades. En un escenario global donde la tecnología y la sostenibilidad lideran el cambio, los especialistas sostienen que la clave estará en identificar los sectores estratégicos y adaptar los modelos de negocio para responder a las demandas del mercado y las transformaciones tecnológicas.
María Julia Bearzi, directora ejecutiva de Endeavor Argentina, destaca que 2025 será un año crucial para quienes estén dispuestos a explorar áreas con alto potencial de impacto y crecimiento. “La energía, impulsada por el desarrollo de Vaca Muerta y las energías renovables, se perfila como un sector destacado, junto con la agroindustria, donde la aplicación de tecnologías optimiza procesos y agrega valor”, comenta.
“Además, el sector fintech ha demostrado un gran dinamismo en 2024, liderando inversiones de capital de riesgo al promover la inclusión financiera y mejorar servicios bancarios. Esta tendencia parece consolidarse en 2025, con la inteligencia artificial (IA) como un catalizador clave en ámbitos como la salud, la logística y otros campos”, agrega.
Para la especialista, otro vertical que destaca como dinámico en Argentina es el de la biotecnología, que ofrece un terreno fértil para el emprendimiento. El país alberga más de 340 empresas biotecnológicas, con un crecimiento significativo en los últimos años.
“Los emprendedores que deseen posicionarse en estos sectores deberán tener una visión clara del impacto que desean generar, tanto en el ámbito económico como social. La clave estará en combinar innovación y sostenibilidad, entendiendo las demandas de un mercado en constante evolución”, afirma Bearzi. La adaptabilidad será esencial en un país donde los cambios regulatorios y económicos son frecuentes, pero también ofrecen oportunidades únicas para quienes sepan aprovecharlas.
Por su parte, Juan Tripier, director de PwC Argentina en la práctica de Deals, coincide en que el petróleo y gas asociado a Vaca Muerta representa una gran oportunidad, especialmente en la cadena de valor de upstream, donde las inversiones continúan creciendo.
También remarcó el dinamismo del sector tecnológico y la evolución de los servicios financieros, impulsados por políticas monetarias y una mayor competencia. A esto se suma la apertura gradual de sectores como el crédito financiero para empresas medianas y grandes, así como iniciativas de desregulación, que abren puertas a nuevas iniciativas emprendedoras.
El contexto económico también ofrece un terreno fértil para los emprendedores que sepan capitalizar las oportunidades. Tripier considera que la transición y apertura económica generan un momento único para invertir y posicionarse en industrias que podrían experimentar un auge en el corto y mediano plazo. Aunque muchas industrias aún están concentradas, la llegada gradual de inversiones y la estabilización económica proyectan un horizonte más favorable.
Daniel Funes de Rioja, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), aporta una perspectiva complementaria sobre los retos y oportunidades para los emprendedores en este contexto. “Argentina tiene un gran reto en materia de productividad y competitividad. En ese contexto, es importante equilibrar la cancha de las asimetrías fiscales, laborales, de logística e infraestructura”, señala.
Además, subrayó que sectores como gas, petróleo, minería y la economía del conocimiento están atados al desarrollo del RIGI, lo que implica generar cadenas de proveedores confiables, tanto en términos de productividad como en el cumplimiento de normativas fiscales y laborales.
Funes de Rioja también resalta la importancia de transformar la industria hacia un modelo 4.0, que fomente la incorporación tecnológica. “Lo que uno ve en otros países es que todos los desarrollos de tecnología tienen demanda de nuevos puestos de trabajo y de sus respectivos relevos. Se deben generar nuevas ocupaciones, pero además entrenar gente para que esté siempre capacitada. No se agota en una sola generación”, asegura. Esta transformación, junto con la necesidad de generar marcos normativos claros, representa un paso fundamental en el ajuste estructural que el país debe realizar.
Cómo no morir en el intento
Para lograr el éxito, María Bearzi enfatiza la importancia de combinar visión estratégica, innovación y adaptabilidad. En un país donde los cambios regulatorios son frecuentes, entender las tendencias globales y locales resulta fundamental para la toma de decisiones.
Además, incorporar herramientas tecnológicas como la IA y la automatización puede abrir nuevas posibilidades en sectores tanto tradicionales como emergentes. “La tecnología no solo es una herramienta para mejorar la eficiencia, sino también un camino para transformar industrias enteras y crear nuevas oportunidades de negocio”, asegura.
La sostenibilidad también se perfila como un elemento central en los modelos de negocio. Diseñar iniciativas que combinen rentabilidad con impacto ambiental y social no solo responde a las demandas de consumidores e inversores, sino que también fortalece la resiliencia a largo plazo. Bearzi subraya la relevancia de construir redes y alianzas para escalar proyectos y generar impacto, aprovechando plataformas como Endeavorpara conectar con mentores, inversores y otros actores clave.
Juan Tripier, en tanto, invita a los emprendedores a mantenerse atentos a las iniciativas de desregulación, ya que cada apertura genera nuevas oportunidades. Asimismo, considera que este es un momento interesante para aquellos que estén dispuestos a asumir riesgos calculados y explorar sectores que están en vía de desarrollo.
Daniel Funes de Rioja coincide en que la capacitación es clave para acompañar estos cambios. Destaca que “la transformación tecnológica no se agota en una sola generación, y es crucial que tanto el Estado como las empresas trabajen en mecanismos que permitan entrenar y actualizar a los trabajadores”. Este enfoque no solo asegura la continuidad de los desarrollos, sino también la inclusión de más personas en las nuevas oportunidades que surgirán.
Al observar el panorama general, los especialistas entienden que los sectores más prometedores para 2025 no solo ofrecen oportunidades financieras, sino también la posibilidad de generar un impacto positivo en la sociedad. En la energía, por ejemplo, el desarrollo de fuentes renovables y el aprovechamiento de los recursos de Vaca Muerta pueden contribuir a una matriz energética más sustentable, mientras que la agroindustria tiene el potencial de mejorar la seguridad alimentaria a través de tecnologías de precisión.
En cuanto al sector fintech, el foco no solo está en la inclusión financiera, sino también en la creación de soluciones que hagan más accesibles y eficientes los servicios financieros para personas y empresas. La digitalización de procesos, el desarrollo de plataformas innovadoras y el acceso a créditos flexibles son algunos de los aspectos que podrían transformar el panorama económico del país en los próximos años.
Resaltar que el éxito en estos sectores también dependerá de la capacidad de los emprendedores para construir equipos diversos y enfocados en las personas. “La verdadera innovación no solo reside en la tecnología, sino en resolver problemas humanos. Los proyectos deben centrarse en mejorar la calidad de vida y crear oportunidades inclusivas para amplios sectores de la sociedad”, concluye Bearzi.internacionales.
Resaltan los especialistas que el éxito en estos sectores también dependerá de la capacidad de los emprendedores para construir equipos diversos y enfocados en las personas. “La verdadera innovación no solo reside en la tecnología, sino en resolver problemas humanos. Los proyectos deben centrarse en mejorar la calidad de vida y crear oportunidades inclusivas para amplios sectores de la sociedad”, concluye Bearzi.
Con la llegada de 2025, el desafío para los emprendedores argentinos estará en combinar pasión, resiliencia y una estrategia bien definida para navegar un entorno de constante cambio. La capacidad de innovar, adaptarse y colaborar será lo que distinga a los proyectos exitosos, en un país que busca construir un futuro más inclusivo y sostenible para todos.
Fuente: https://www.infobae.com
