En 2024, la inversión extranjera en Argentina cayó casi US$ 13.000 millones
Los números del Banco Central también registran una aceleración de la fuga tras la flexibilización del cepo. Si bien la tendencia es mundial, la caída nacional quintuplica a la global. Con el corrimiento del Estado en áreas clave, ¿quién invertirá en Argentina?

Por Gladys Stagno | Mientras el paradigma anarcocapitalista propone un corrimiento del Estado de todas las áreas productivas en favor del mercado, los capitales no parecen muy dispuestos a ocupar su lugar.
Al menos eso indican los últimos datos aportados por el Banco Central, según los cuales la Inversión Extranjera Directa (IED) en Argentina en 2024 cayó US$ 12.870 millones respecto de 2023. Lo que equivale a un desplome del del 54% en un año.
Si bien la caída se da el marco de un desplome mundial, la de la Argentina quintuplica la tendencia del Globo.
El mundo
Este jueves, un comunicado de la ONU Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés) alertó sobre “la incertidumbre que afecta a la inversión mundial” y advirtió sobre el posible “impacto en los países en desarrollo” de la caída en la inversión extranjera directa mundial, que fue de un 11% en 2024.
Este descenso de la IED por segundo año consecutivo, según el World Investment Report 2025 (Informe sobre las inversiones en el mundo 2025) recién publicado por la UNCTAD encuentra sus causas en las tensiones geopolíticas, la fragmentación del comercio e intensificación de competencia en materia de política industrial, combinadas con “el elevado riesgo financiero y la incertidumbre” que están “erosionando la confianza a largo plazo de los inversores”.
“Si bien el valor de las inversiones en nuevos proyectos se mantuvo estable, la financiación internacional de proyectos, a menudo fundamental para las infraestructuras, se redujo en un 26% en 2024 (a nivel . La caída fue especialmente pronunciada en sectores críticos para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): energías renovables (-31%), transporte (-32%) y agua y saneamiento (-30%)”, detalla el Informe.
En tanto, Rebeca Grynspan, secretaria general de UNCTAD, afirmó: “Demasiadas economías se están quedando atrás, no por falta de potencial, sino porque el sistema aún canaliza el capital donde es más fácil, no donde más se necesita”.
En la Argentina, las consecuencias de esta desinversión privada en los sectores críticos para el desarrollo, de los que el Estado también ha decidido correrse, aún están por verse, pero no anticipan futuros venturosos.
El país
Para ser claros, la IED es una “adquisición de empresas o activos en el extranjero como inversión a largo plazo”. Y en esa frase la clave está en la palabra “largo”, un aspecto poco alentado por el gobierno de Javier Milei, cuyas medidas en el plano económico han incrementado la especulación cortoplacista y la fuga de capitales.
Si nos remontamos a 2023, la Argentina se había convertido en el tercer destino de IED en América Latina, en parte gracias a las restricciones cambiarias severas que obligaban a los capitales extranjeros a invertir para sostener operaciones locales, especialmente en minería, hidrocarburos y la industria manufacturera. Pero la tendencia se revirtió en 2024, cuando estas restricciones se flexibilizaron.
En números, la IED pasó de US$ 23.866 millones en flujos netos en 2023 a US$ 10.996 millones en 2024, según un informe del BCRA y el INDEC publicado por Ámbito.
En coincidencia con la flexibilización del cepo cambiario que permitió a las empresas repatriar utilidades acumuladas y saldar deudas con sus casas matrices, sólo en el cuarto trimestre de 2024 (último dato disponible) se registraron egresos netos de US$ 356 millones.
Según la ONU Comercio y Desarrollo, se trata de una conducta que para el Gobierno debió ser esperable, ya que en todo el mundo “las empresas multinacionales dieron cada vez más prioridad a la gestión del riesgo a corto plazo frente a las estrategias a largo plazo”.
Con todas las fichas puestas en el RIGI, la administración de Milei-Caputo espera que el flujo se revierta en 2025. Pero la desesperación por dólares que llevó al ministro de Economía a anunciar el levantamiento de los plazos de permanencia (parking) de seis meses para los capitales golondrina podría no actuar en el mismo sentido.
Ilustración: Marcelo Spotti
Fuente: https://canalabierto.com.ar