En Diputados, avanza un proyecto para recuperar la casa en la que Rodolfo Walsh pasó sus últimas horas
La comisión de Tierras y Organización Territorial de la Cámara de Diputados bonaerense avanzó con la recuperación de la última casa en la que vivió Rodolfo Walsh.
La comisión de Tierras y Organización Territorial de la Cámara de Diputados bonaerense este martes dio despacho favorable al proyecto presentado por la legisladora de la Izquierda, Laura Cano, que busca declarar como bien de interés histórico cultural a la última casa en la que vivió el reconocido periodista Rodolfo Walsh con el objetivo de que el inmueble, que fue allanado y destruido por la dictadura tras asesinar al autor de la famosa Carta Abierta a la Junta Militar, pase a ser un Sitio por la Memoria en homenaje al laureado escritor.
En concreto, la comisión aprobó el proyecto sobre Rodolfo Walsh con los votos a favor de los cuatro legisladores peronistas, del militante del Partido Obrero Guillermo Kane, y de la libertaria disidente Sabrina Sabat. En tanto, el radical Emiliano Balbín y los bullrichistas Fernando Compagnoni y Oriana Colugnatti se abstuvieron. La jornada contó con presencias especiales, ya que previo a la votación expusieron sobre la vida del militante de Montoneros su hija, Patricia Walsh, y la exdiputada nacional de la Izquierda y abogada en causas de derechos humanos, Myriam Bregman.
“La información que tenemos es que la familia actual de la casa, que tiene parentesco con el exsubcomisario de la Policía bonaerense y usurpador Rubén Sala, se reconoce como tercera generación de usurpadores. O sea que ya no creo que ellos sean quienes llegaron inicialmente, sino que probablemente sean hijos o nietos. A mí me dicen que ellos no ven la hora de salir de ese lugar, que es una especie de maldición, y que no comparten (ni tienen por qué tiene que hacerlo) el sentido que nosotros podemos dar al momento histórico por haber sido el lugar donde se escribió la Carta Abierta a la Junta Militar. Esto nos ayudar a pensar que no es una decisión que vaya a afectar la voluntad de esta familia numerosa”, consideró Patricia Walsh en su intervención.
El punto clave de esta iniciativa, es que esta casa de San Vicente no solo fue la última vivienda en la que vivió Rodolfo Walsh antes de ser asesinado el 25 de marzo de 1977 por la dictadura, sino que también fue el lugar donde escribió y publicó desde la clandestinidad la famosa Carta Abierta a la Junta Militar, un texto reconocido nacional e internacionalmente en el que da cuenta de los crímenes de lesa humanidad y de la política económica liberal que estaba llevando a cabo el gobierno castrense de Jorge Videla, que finalmente le costó la vida.
“Me conmueve y me emociona que estemos tratando este proyecto. Soy optimista, creo que tal vez se pueda comprender que más allá de cualquier posicionamiento político que pueda tener cualquier diputada o diputado, acá estamos hablando de una casa muy modesta de adobe que queda en San Vicente, que tiene un valor histórico muy importante porque allí mi padre, Rodolfo Walsh, escribió la Carta Abierta a la Junta Militar. Es un lugar sumamente humilde, se escribió sin tener luz eléctrica, con un farol de kerosene en plena dictadura militar, en un momento donde te costaba la vida tener cualquier anotación, donde todo era peligroso cuando se trataba de enfrentar al poder”, narró la hija del escritor desaparecido, en diálogo con Diputados bonaerenses.
Vale recordar que, a finales del año pasado Cano reflotó la iniciativa que el diputado del Frente de Izquierda mandato cumplido, Claudio Dellecarbonara, presentó en abril de 2021. El texto, que también cuenta con los documentos que demuestran que Walsh era el titular de la vivienda antes de que sea destruida por la dictadura y posteriormente usurpada, pide que la casa que está ubicada en las calles Triunvirato e Ituzaingó de la localidad bonaerense de San Vicente pase a ser un lugar para recordar al militante político.
Según explica Patricia Walsh, tanto el intendente peronista de San Vicente, Nicolás Mantegazza, como así también la comunidad de vecinos que todos los 25 de marzo organizan una caminata desde la vieja estación de tren hasta la casa, mostraron su apoyo para que el Gobierno bonaerense y la Cámara de Diputados defina una salida en materia de vivienda para que la parcela, que actualmente es Patrimonio Histórico municipal, se convierta en un Sitio de Memoria. “Hay una buena voluntad que nos da una oportunidad de hacer algo que, según la manera en que pensamos cómo se vive la historia, debemos realizar”, dispuso.
Myriam Bregman: “Las obras inéditas de Walsh fueron escritas en esta casa”
También asistió este martes a la Cámara de Diputados bonaerense la exlegisladora del Frente de Izquierda, Myriam Bregman, quien fue la abogada de Patricia Walsh en el juicio de la causa ESMA. En aquel proceso, el 26 de octubre de 2011 se determinó que Rodolfo Walsh fue asesinado por el Grupo de Tareas 3.3.2 de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), y se condenó a prisión perpetua a los genocidas imputados por su homicidio.
“Su hija Victoria Walsh fue asesinada en septiembre de 1976, y desde ahí Rodolfo empieza a buscar a dónde irse a vivir para salir de la Ciudad de Buenos Aires. La patota de la ESMA lo buscaba persistentemente a Walsh. En el asesinato participó el coronel Rualde, que iba asiduamente a la ESMA para intercambiar información porque el periodista era una de sus presas más codiciadas. Se contaban leyendas, decían que lo habían visto vestido de cura circulando por la ciudad de Buenos Aires, así que Walsh sabía bien que tenía que preservar su vida y que era un peligro seguir estando allí. Por eso busca este destino, un lugar sin luz, alejado, que se llegaba por tren desde Capital Federal”, relató Bregman.
En esta línea, Bregman recordó que en la noche del 25 de marzo de 1977 tuvo lugar el “monstruoso” operativo con el que las autoridades militares, luego de asesinar a Rodolfo Walsh, destrozaron la vivienda de San Vicente que el escritor había adquirido bajo la identidad de Norberto Pedro Freire. Aquella noche, unos 50 efectivos irrumpieron en la localidad bonaerense para quedarse con las pertenencias del escritor, entre las que se destacaron libros inéditos que nunca vieron la luz como “Juan se iba por el río”, que fueron observados por última vez en la casa del genocida de la ESMA, Jorge Rancho, popularmente conocida como “la inmobiliaria” ya que allí quedaban los bienes que se apropiaban los militares de los detenidos desaparecidos.
“En la causa ESMA está claro y probado que Norberto Pedro Freire, titular de la casa, era Rodolfo Walsh. La sentencia del proceso judicial es la reconstrucción del operativo con el que lo encontraron, que tiene características muy particulares. El día que Rodolfo Walsh es llevado asesinado a la ESMA no era una fecha de traslados. Ahí empezó la discusión de qué hacer con su cuerpo y es probable que haya sido víctima de lo que se llamaba “el asadito” en el Campo de Deportes del lugar. Esas cosas tan terribles de llevar al lugar donde quemaron el cuerpo de Rodolfo Walsh, a pibes que venían con la ilusión con jugar al fútbol en un club de primera edición, son propias de la dictadura militar”, lamentó la exdiputada nacional.
Por último, Bregman recordó que durante el juicio por la causa ESMA los testigos que habitaron la casa declararon que todo el tiempo la gente se sacaba fotos en la vivienda ya que fue el último lugar de Rodolfo Walsh, subrayó que durante el proceso judicial se reconoció que el escritor desaparecido era el dueño de la parcial bajo el pseudónimo de Freire y destacó que “sería un hecho total de justicia que la Legislatura bonaerense ponga fin a esta situación”.
“No está en el ánimo nuestro que alguien se quede en la calle, pero hay un acto de justicia que se tiene que resolver, que su origen es ilegal y de la dictadura militar. Es increíble que se hayan recuperado predios como, por ejemplo, la cancha de San Lorenzo, mientras que la vivienda de Rodolfo Walsh siga estando en estas manos, que no se pueda reconstruir esa historia y que no pueda ser un lugar de visita permanente para todos aquellos que concurrirían a conocer ese lugar. Él fue un militante, fue periodista y fue un gran escritor. Entonces queremos que esas obras se conozcan, pero ustedes saben que hay un pacto de impunidad que hace que los archivos de la dictadura no aparezcan. Esa obra inédita de la Carta Abierta, fue escrita en esta casa”, sentenció Bregman.
La hija de Walsh recordó el día del asesinato de su padre: “Si no tenía suerte, estaría muerta”
Luego del avance del proyecto para la casa de Rodolfo Walsh pase a ser un Sitio por la Memoria, su hija Patricia mantuvo una entrevista exclusiva con Diputados bonaerenses en la que relató con lujo de detalles cómo vivió esa fatídica jornada en la que vio por primera vez la casa de su padre completamente bombardeada, y en la que escapó de las garras de la muerte.
El 25 de marzo de 1977, Walsh fue emboscado por un escuadrón de la ESMA en la esquina de las calles San Juan y Entre Ríos, plena Ciudad de Buenos Aires, dirección en la que se iba a encontrar con un militante que había sido capturado por la dictadura militar. “Lo quieren capturar con vida ya que para ellos era una presa sumamente importante. Pero mi padre había decidido no entregarse con vida, resistir y disparar un arma para lograr que en todo caso lo mataran antes de llevárselo vivo”, señaló Patricia.
Justo ese día, Rodolfo Walsh tuvo la mala fortuna de que se cruzó en el tren con el dueño de la inmobiliaria que le había vendido la casa de San Vicente, por lo que al momento de su asesinato él llevaba consigo en su portafolio los boletos que daban cuenta de la compra de la vivienda. Esos papeles decretaron el destino del terreno, ya que ese mismo día las autoridades castrenses ordenaron el allanamiento y la posterior destrucción del sitio.
“’Señor Freire, señor Freire, acá tengo los boletos de compra-venta, aprovecho y se los doy’”. Mi padre no puede decirle que no, entonces se los guarda, se los lleva. Los boletos están a nombre de Norberto Pedro Freire y siguen estando con ese nombre. Yo les contaba a los diputados que integran la comisión que tampoco esto es un accionar demasiado secreto, porque en su libro Operación Masacre mi padre cuenta que la investigación de los fusilamientos del basural de José León Suárez la hace con una cédula falsa a nombre de Freire. Les he dejado dos ejemplares a los que integran la comisión para que, si tienen alguna duda sobre quién es Freire, les quede claro que Freire es Walsh”, declaró Patricia.
Horas después del asesinato, un grupo de 50 efectivos de la ESMA arribaron a Triunvirato e Ituzaingó para allanar la casa, robar todo lo que había dentro, y destruir todo aquello que no se podían llevar. La tranquilidad de San Vicente se vio interrumpida con una serie de bombas que explotaron en el interior de la vivienda, que luego de tal operativo fue usurpada por la familia del excomisario de la Bonaerense, Rubén Sala.
A sus 25 años, Patricia Walsh, su compañero de vida y su hija de 3 años se dirigían en un coche AMI8 color verde al hogar del periodista, que tres días antes había publicado la Carta Abierta a la Junta Militar, quizás su obra más magna. La idea de la visita, era que el hombre que acababa de cumplir 50 años conozca a su recién nacido nieto, que tenía tan solo dos semanas. Al llegar, se encontraron con la casa completamente destruida. Tal vez fue el destino el que determinó que, justo en esa hora, en ese minuto y en ese segundo, el custodio militar encargado de vigilar la zona había tomado un descanso para almorzar. “Tuvimos suerte porque si no yo no estaría dándoles esta nota, estaría muerta”, sintetizó
“Escapamos de allí lo más rápido que pudimos, pensando que por supuesto nos seguían y en cualquier momento iban a sonar las balas. Me acuerdo que puse al bebé en el piso del auto, la más chiquita también. Pensamos que nos mataban. Estábamos en un lugar que yo no conocía, escapando con el auto para un lugar que parecía que no tenía salida, pero que por suerte sí, pero agarramos la ruta andando por el medio del campo. Eso fue inolvidable, tremendo, y hace también que esta casa tenga este valor que tiene hoy para mí”, recordó la hija de Walsh.
Después de 40 años, Patricia Walsh nunca pudo entrar a la casa. Lo intentó varias veces e incluso habló con María Sala, hermana del subcomisario que usurpó el hogar de su padre, quien nunca le permitió pasar. “Me dijo que ellos estaban allí que no se iban a ir, ahí le pedí entrar pero me dijo no me iba a permitir entrar. Pero por lo menos me contó que había llegado después de lo que había ocurrido. Ojalá podamos recuperarla para que sea un sitio de memoria, para que esta historia se conozca y para evitar que cosas como estas puedan volver a ocurrir”, cerró.
El proyecto sobre la casa de Rodolfo Walsh
Fuente: https://diputadosbsas.com.ar