En medio de los despidos de trabajadores estatales
El gobierno de Javier Milei dispuso un aumento para el único sector de empleados públicos del que se valió para sostener su política de desguace del Estado: las fuerzas de seguridad.
Para los que reprimen hay plata: el Gobierno decretó un aumento para las fuerzas de seguridad
En medio de la oleada de despidos de trabajadores estatales, el gobierno de Javier Milei dispuso un aumento para el único sector de empleados públicos del que se valió para sostener su política de desguace del Estado: las fuerzas de seguridad.
A través de un decreto publicado hoy en el Boletín Oficial, aprobó una serie de incrementos salariales para policías federales, gendarmes y prefectos con pisos de casi 500 mil pesos para los rangos más bajos y techos que rozan los 2 millones para los cargos superiores.
Por ejemplo, la Resolución 210/2024 del Ministerio de Seguridad establece que un agente de la Policía Federal cobrará a partir de abril un salario bruto de 589.866 pesos, mientras que un comisario general percibirá 1.946.523.
En la escala, el ingreso menor le corresponderá a un auxiliar de séptima categoría (493.761 pesos), mientras que un comisario y un subcomisario recibirán 1.244.215,79 y 1.018.904,84 pesos, respectivamente.
La Policía Federal es la fuerza que más personal requirió cada uno de los operativos de seguridad dispuesto por Patricia Bullrich para amedrentar y reprimir cuanta protesta social se organizara contra las políticas de ajuste de Javier Milei.
Los aumentos para las fuerzas de seguridad
Lo notable de los aumentos decididos por el Ministerio de Seguridad es que los ingresos menores no superan la línea de pobreza de 690.901 pesos que el Indec estableció en marzo. Es decir que la mayoría de los policías que en los mega operativos enfrentan a los trabajadores que reclaman contra los salarios de pobreza, también son pobres.
Los argumentos que la resolución firmada por la funcionaria esgrimió hablan de un reconocimiento “en relación con la capacidad, responsabilidad y dedicación que demanda la correcta ejecución de su actividad” en cada operativo.
La medida también agrega mejoras en los ingresos por adicionales, recargos de servicios, suplementos por zonas y complementos por responsabilidad jerárquicas.
En Gendarmería Nacional los números son un tanto menores que los de la policía. Por ejemplo, un gendarme raso tendrá un salario de 526.070 pesos, un gendarme de categoría II cobrará casi 50 mil pesos más, y un suboficial principal recibirá 931.966.
Los mejores ingresos quedan para los superiores: comandante (1.190.345), comandante mayor (1.611.544) y el comandante general (1.770.256). A estos deberán sumarse los complementos por responsabilidad jerárquicas.
La cosa en Prefectura Naval no es tan distinta. Si bien un prefecto tendrá un ingreso mínimo de 1.190.345 pesos, las once categorías menores (subprefectos, oficiales, cabos y marineros) tendrán sueldos que oscilan entre los 526 mil y 976.700 pesos.
En la resolución firmada por Bullrich también hubo una mejora del básico para el personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), a cobrarse también en abril. Los números para los oficiales rondan entre los 383 mil para los menores y se eleva hasta 946.171 para el rango de comisionado general.
A todos se les suma los suplementos, compensaciones y zonas (provincias) donde desempeñen sus servicios.
Por su parte, los miembros del Servicio Penitenciario Federal también mejorarán sus ingresos. Los montos oscilan entre los 248.774 y 1.870.373 pesos.
Los sueldos de las Fuerzas Armadas
Si bien el ejército, la marina y la aeronáutica no participan –por el momento- de los operativos de seguridad interior, el ministro de Defensa, Luis Petri, se sumó al gesto de Bullrich y elevó también los pisos salariales de los integrantes de las Fuerzas Armadas.
Según la Resolución Complementaria 14/2024, un voluntario de segunda percibirá 390 mil pesos, el ingreso menor de una escala que asciende hasta llegar a los grados más altos que tendrán un salario de 1,8 millón en abril próximo.