Al momento de tomar la palabra, García expresó: “He escuchado críticas a la acción de la Iglesia estos últimos días y nadie va a un comedor, a una ducha o a un baño comunitario porque quiere”. “Nadie está cinco o diez días sin cambiarse la ropa porque quiere”, insistió. “Es muy fácil estigmatizar, condenar y criticar como lo hacen muchos detrás de un micrófono”, resaltó. Y ahondó: “Por eso, nosotros queremos acompañar en lo que podemos, agradeciendo al Hogar de Cristo por ese espacio lindo”.

En diálogo con este medio y respecto a la obra, García planteó que “es una alegría y, a la vez, un dolor tener que hacerla: es la vida como viene y hay que acompañarla, sobre todo a aquellas personas que están en situación de calle”. En este sentido, enfatizó: “Desde el Obispado, con el acompañamiento del Papa Francisco, se dispusieron de estas duchas y baños”.

«Del lado del pueblo»

A diferencia de la misa que tuvo lugar el pasado miércoles 19 de junio, en esta ocasión asistieron referentes políticos. El presidente del bloque de Unión por la Patria (UP) en el Honorable Concejo Deliberante (HCD) de La Matanza, “Rolo” Galván, uno de los asistentes, marcó que «la inauguración de los baños y duchas es una iniciativa hermosa por parte de la Iglesia, del obispo, porque es una Iglesia que está del lado del pueblo”.

De la actividad participaron la presidenta del HCD, Liliana Yambrún; la diputada Liliana Pintos; la secretaria General de Gobierno de La Matanza, Silvia Francese; el subsecretario de Culto, Miguel Narváez; los concejales Laura Greco, “Toty” Flores y Jorge Lampa, la exprecandidata a intendenta Patricia Cubria y el radical Gustavo Barresi.

«Con la comida, no»

El pasdo miércoles 19 de junio, el Santuario de la Virgen de Caacupé, ubicado en la localidad de Ciudad Evita, fue el escenario de una misa en reconocimiento a las “madres de la Patria” que trabajan en los comedores populares. La acción se replicó en distintos puntos del país con la misma consigna: “Con la comida, no”. La definición tuvo lugar en medio de la delicada situación que atraviesan los comedores y merenderos por las irregularidades en la entrega de alimentos.

En ese entonces, monseñor García expuso que se trató de “un homenaje a las mujeres que se levantan temprano para poner las cacerolas en el fuego, pelar la verdura y hacer la comida”. “Son las que unen y hacen familia en cada barrio y las que construyen en un tiempo en donde lo único que se mira es la destrucción de la política”, enfatizó. Además, remarcó: “La Iglesia siempre ha estado junto a la gente”.