Examen a empleados públicos: “Es solamente someternos a una tortura rídicula”
Esta semana inició el Sistema de Evaluación Pública con el cual el Gobierno examinará a los trabajadores del Estado como condición para renovar sus contratos precarios, en muchos casos hace décadas. ATE lo rechaza pero acompaña y prepara a los empleados. ¿De qué se trata?
Redacción Canal Abierto | Este lunes comenzó el primer turno de exámenes de idoneidad que pondrá a prueba a más de 40 mil empleados y empleadas del sector público. Aprobar la evaluación será condición previa para la renovación de sus contratos para este universo de trabajadores precarios del Estado, el mayor precarizador, no hoy con Milei sino desde hace décadas.
Sobre la Avenida Belgrano al 600, quienes asisten con los turnos asignados a rendir se alinean en una fila de media cuadra en tensa espera. Se pueden ver muchas cabezas canosas. Un hombre de traje y corbata y anteojos negros, peinado con gomina, nos cuenta: “Hace 32 años que soy portero en el Ministerio de Economía. Siempre de traje, pero ahora no quiero hablar antes de rendir”. Detrás de él, nos sonríe tímido un trabajador que rondará los 50 años.
“Ayer inició el proceso del sistema de evaluación de personal. Se anotaron 13.000 personas para rendir en diciembre y hay casi 10.000 personas más que pretenden tener el turno y no lo tienen porque no hay disposición, el Gobierno no puede garantizar que haya turnos para todos y para todas. Eso lo está reclamando nuestra organización”, explica en la puerta del INAP (Instituto Nacional de Administración Pública) Flavio Vergara, secretario de Convenios Colectivos de la Asociación Trabajadores de Estado.
Frente al local ubicado en la Avenida Belgrano 637, en el casco histórico porteño, bajo un gazebo para protegerse del sol de diciembre, militantes de la ATE brindan asesoramiento a quienes se acercan a rendir la evaluación, les prestan calculadoras a quienes no tienen -ya que no se permite utilizar teléfonos celulares- o materiales de librería. “Nosotros estamos acá presentes en la puerta acompañando a la gente, conteniendo, abrazando si les va mal y celebrando con cada compañero y compañera que sale con el triunfo en la mano”, cuenta Vergara.
Según el dirigente gremial, por el momento más del 90% de la gente está probando. Quienes aprueban tienen garantizado, para el año que viene, que renovarán su contrato por un año, como era antes de que esta gestión estableciera la renovación trimestral.
Hasta marzo, los empleados y empleadas del estado nacional que no estén en planta permanente tienen tres oportunidades para aprobar el examen. “El riesgo se traslada entonces a marzo, porque si no hay posibilidad de que los compañeros aprueben en marzo va a haber gente que no va a renovar el contrato, o sea que van a despedir por este motivo, por lo cual, nosotros vamos a estar alertas porque si esto sucede en marzo va a ver kilombo”, concluye Vergara.
El examen
“La evaluación es de carácter digital, anónimo y presencial, y está establecida como un requisito obligatorio para poder trabajar en la Administración Pública Nacional”, explica la plataforma web del Sistema de Evaluación Pública (SEP), que depende del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado encabezado por Federico Sturzenegger.
“La Ley Bases destrozó el criterio que había, el modelo de ingresar al Estado, que tenía que ver con un sistema de selección para adquirir la estabilidad en planta permanente y plantaron una cosa que es como una evaluación previa que vuelve a conocimientos muy generales, que no tienen que ver con la práctica cotidiana de los trabajadores, no reconoce la verdadera función que cada una y cada uno cumple al servicio del pueblo, y lo proponen como una modalidad de evaluación previa para poder, después, renovar tu contrato”, explica el secretario de ATE.
“Esto no lo pudimos detener en el ámbito jurídico ni en el ámbito político y estamos entonces acá acompañando a las nuestras y a los nuestros. Los ayudamos primero a prepararse, estamos trabajando técnicas. Los compañeros ya saben lo que tienen que hacer, pero hay mucho temor porque está en juego su laburo. Si vemos que hay alguna injusticia, vamos a entrar a discutirlo”.
Las tres categorías de evaluación del SEP dispuesto por el Gobierno nacional, son: razonamiento lógico matemático, comprensión lectora y administración pública.
“El examen no tiene nada que ver con mi trabajo, es solamente someternos a una tortura rídicula”, sostiene Celina, al salir airosa de la evaluación. Es socióloga, hace 15 años que es empleada de la administración pública y diez que trabaja en el Ministerio de Salud. “El examen es sencillo pero medio tramposo y estoy enojada porque me equivoqué en las preguntas más tontas”.
“A los profesionales nos toman cosas más complicadas y leyes y cosas que nosotros no utilizamos. Fue un proceso muy angustiante y muy feo. Todas las semanas nos encontramos con alguna situación nueva que plantea este gobierno para hacernos sentir peor, particularmente a los profesionales, somos el blanco de este Gobierno. Nos quieren doblegar”, opina Celina.
“Acá no hay gente que está ingresando; acá hay gente que hace, 5, 10, 20 años que está trabajando y a la que deberían repararle el daño que le hicieron no garantizándole el derecho a la estabilidad”, concluye Vergara.
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