Gaza, Sudán, Haití
La agencia de la salud advierte de los continuos ataques a la atención sanitaria en Gaza. Derechos Humanos: La destrucción generalizada de infraestructuras civiles constituye un crimen de guerra. La guerra en Sudán deja 700.000 niños con desnutrición potencialmente mortal. Haití: enero fue el mes más violento en más de dos años.
Los ataques a servicios médicos en Gaza y Cisjordania son continuos
La implacable guerra en Gaza no ha dejado indemnes a los hospitales, a su personal ni a las personas que allí se refugian, declaró este viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS) al revelar datos que indican más de 721 ataques contra la asistencia sanitaria en los Territorios Palestinos Ocupados desde que estallaron las hostilidades, 357 de ellos en Gaza.
Un total de 645 personas han muerto desde el 7 de octubre y otras 818 han resultado heridas como consecuencia de los ataques en el enclave, declaró el portavoz de la agencia, coincidiendo con la denuncia de que una enfermera ha sido tiroteada y herida de gravedad en el quirófano de un hospital de Jan Yunis.
«Estos ataques han afectado a 98 centros sanitarios, 27 de los cuales han sufrido daños, y a 90 ambulancias, 50 de las cuales se vieron perjudicadas», declaró Tarik Jasarevic a los periodistas en Ginebra.
Por su parte, la Oficina de Coordinación para los Asuntos Humanitarios (OCHA), informó en su última actualización sobre «intensos combates» en Jan Yunis el jueves, con bombardeos y fuertes disparos.
Citando a la Sociedad de la Media Luna Roja Palestina, la agencia dijo que el hospital Nasser y el hospital Al Amal (según informes, sitiados desde hace 17 días) se han visto especialmente afectados por la violencia que «está expulsando a miles de personas» de la ciudad hacia el sur, a Rafah.
La destrucción generalizada de infraestructuras civiles constituye un crimen de guerra
El Alto Comisionado para los Derechos Humanos advirtió que la destrucción generalizada de bienes, no justificada por necesidades militares y llevada a cabo de forma ilegal y gratuita, constituye una grave violación del Cuarto Convenio de Ginebra y un crimen de guerra.
La declaración se produce ante lo que parece ser la creación de una zona de amortiguación por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel, que están destruyendo todos los edificios de la Franja que se encuentran a menos de un kilómetro de la valla entre Israel y Gaza.
«El artículo 53 del Convenio de Ginebra prohíbe la destrucción por la potencia ocupante de bienes pertenecientes a particulares, excepto cuando dicha destrucción sea absolutamente necesaria a causa de operaciones militares», declaró la portavoz del Alto Comisionado, Marta Hurtado, en una rueda de prensa.
“Las destrucciones llevadas a cabo para crear una zona de amortiguación con fines de seguridad general no parecen ajustarse a la estrecha excepción de las operaciones militares establecida en el derecho internacional humanitario”, añadió Volker Türk.
Además, desde finales de octubre de 2023, la Oficina del Alto Comisionado ha registrado la destrucción y demolición generalizadas por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel de infraestructuras civiles, incluidos edificios residenciales, escuelas y universidades, en zonas en las que ya no se combate, e Israel no ha dado razones convincentes para justificarlo.
A este respecto, Türk señaló que este tipo de destrucción generalizada consolida el desplazamiento de las comunidades que vivían en estas zonas, y parece tener como objetivo hacer imposible el regreso de los civiles. “Recuerdo a las autoridades que el traslado forzoso de civiles puede constituir un crimen de guerra”, finalizó.
La guerra en Sudán deja 700.000 niños con desnutrición potencialmente mortal
Tras 300 días de guerra, 700.000 niños sudaneses se enfrentan a la peor y más peligrosa forma de hambre, según advirtió este viernes el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).
«En Sudán se ha producido el mayor desplazamiento de niños del mundo», declaró el portavoz la agencia.
James Elder detalló que cuatro millones de niños han sido desplazados, lo que supone 13.000 niños cada día, durante 300 días. “La seguridad ha desaparecido. Han perdido sus posesiones. Amigos y familiares separados o perdidos. La esperanza, desvanecida», dijo.
A principios de esta semana, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) solicitó 2700 millones de dólares para cubrir las necesidades más urgentes en Sudán.
Todo ello a pesar de las reiteradas advertencias sobre la magnitud y gravedad de la crisis de hambre y desplazamientos en el país, después de que militares rivales se embarcaran en un brutal conflicto el pasado mes de abril.
Desde entonces, las partes en combate se han negado a atender los llamamientos regionales e internacionales en favor de la paz.
Haití: enero fue el mes más violento en más de dos años
Enero de 2024 fue «el mes más violento en más de dos años» en Haití, dijo este viernes la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, advirtiendo que la crisis podría empeorar.
Según la Oficina, al menos 806 personas fueron asesinadas, heridas o secuestradas el mes pasado. También murieron o resultaron heridos unos 300 miembros de bandas, con lo que el número total de personas afectadas ascendió a 1108, más del triple que en enero de 2023.
«La ya desastrosa situación de los derechos humanos se ha deteriorado aún más, en un contexto de incesante y creciente violencia de las bandas, con consecuencias desastrosas para los haitianos», denunció Volker Türk.
El impacto de este torrente de violencia sobre los niños sigue siendo especialmente preocupante. En 2023, 167 niños murieron o resultaron heridos por las balas. Algunos fueron ejecutados por bandas o por los llamados grupos de «autodefensa» por apoyar supuestamente a sus rivales, según el Alto Comisionado.
«Ahora, más que nunca, las vidas de los haitianos dependen del despliegue, sin más demora, de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, para ayudar a la Policía Nacional y llevar seguridad a la población haitiana, en condiciones que cumplan con las normas y estándares internacionales de derechos humanos», concluyó Türk.