Gremiales

Gremios combativos apuestan a convertir el paro de transporte en un paro general

Con una estrategia de pinzas sobre los Gordos, los gremios más combativos están impulsando la transformación del paro de transporte del 30 de octubre en un paro general. La iniciativa comenzó con declaraciones de Pablo Moyano y se fortaleció tras la renuncia de Mario "Paco" Manrique a su cargo en la CGT. Además, el veto de Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario está dando mayor impulso a quienes presionan por una protesta más amplia.

La estrategia busca movilizar a la dirigencia de la CGT hacia un paro general, aunque no parece una tarea sencilla. Sin embargo, el enfoque ideológico del gobierno de Milei, que recientemente vetó el financiamiento a las universidades nacionales, podría ayudar a que esta protesta tome más fuerza.

Pablo Moyano fue el primero en dar un paso decisivo, al anunciar la huelga de transporte en el marco de la Mesa Nacional del Transporte y sugerir su posible salida de la conducción de la CGT. Por su parte, Mario «Paco» Manrique, número dos del SMATA y secretario gremial de la CGT, también renunció a su cargo en la central sindical, criticando la falta de dirección clara de la CGT.

Posteriormente, Moyano invitó a la CGT a sumarse a la huelga de transporte, vinculando el veto de Milei a la Ley de Financiamiento Universitario con la necesidad de una respuesta sindical contundente: «Ante el abandono, la represión y el ataque a jubilados y universitarios, convocamos a todos los sectores al paro nacional».

Presión sobre los gordos

La apuesta de los gremios combativos es lograr que el paro de transporte se convierta en un paro general, ejerciendo presión sobre los sectores más dialoguistas de la CGT, conocidos como «los Gordos». Algunos señalan al Instituto Patria como uno de los actores detrás de esta estrategia, ya que Moyano se reunió recientemente con CFK, y Manrique es cercano a la expresidenta.

Tensiones en la CGT

El conflicto de alta intensidad que los gremios buscan generar, podría ser una manera de obligar a los sectores más moderados de la CGT a tomar una postura más crítica frente al Gobierno. Además, este posible paro general serviría para aliviar tensiones internas dentro de la CGT, ya que, desde el último paro general del 9 de mayo, las divisiones entre los diferentes sectores se han acentuado. (InfoGEI)Ac.

 

Fuente: https://infogei.com

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