“GUERRA DE MALVINAS UNA HERIDA QUE NO CIERRA Y UN RECLAMO ABIERTO”.

Por Daniel Ariza. Analista Política Internacional.

El 02 de Abril de 1982, es una fecha muy especial para nosotros en esa fecha, tropas argentinas inician la Operación Rosario y Georgia desembarcando en Las Islas  Malvinas y en La Islas Georgias y Sándwich del Sur, con la orden operacional de recuperar  estos enclaves, reclamados por muchas décadas a la corona Británica;  iniciándose un conflicto conocido como la Guerra del Atlántico sur, aunque nunca fuera declarada como tal, esta se extendió por 74 largos días.

La iniciativa de esta acción militar fue dada por la Junta Militar que en esa época presidia el Tte. Gral Fortunato Galtieri, (presidente defacto), quien tomó esa decisión, en un clima de convulsión social por el desgaste político de los sucesivos gobiernos militares que presidian el país desde el Golpe de 1976 donde una junta militar desplazo a la entonces Presidenta María Estela Martínez de Perón, ante una decisión tomada por diversos sectores de la oposición y el sindicalismo que coordinaron junto a los militares el desplazamiento de la misma, aduciendo su ineptitud para gobernar en un clima de violencia generalizada de enfrentamientos entre organizaciones armadas como él (ERP); que pretendían la toma del poder y la instauración de un gobierno Comunista, y atacaba a objetivos que en su accionar asociaba con la burguesía y Fuerzas Armadas y de Seguridad, mientras que (Montoneros) brazo armado del (PJ),  infiltrado por la Izquierda y enfrentado al propio (PJ) después de romper con el Gral. Juan Peron, se enfrentaba en una guerra sin cuartel con grupos de la Derecha Peronista y las A.A.A. mientras a su vez se ejecutaba una Orden Ejecutiva emitida por Decreto, ordenando la aniquilación de las bandas terroristas a las Fuerzas Armadas, desatándose una espiral de violencia donde se pretendió atacar fuego contra fuego, con un nefasto resultado político y social, y una herida abierta hasta nuestros días.

La repuesta británica fue inmediata por lo que veía como un hecho muy grabe para su hegemonía frente a colonias e intereses marítimos y el 5 de Abril, envió a su fuerza naval para recuperar las islas a cualquier precio y enfrentar a las Fuerzas Armadas de Argentina. El conflicto duró 74 días y terminó con la rendición argentina el 14 de junio, volviendo las islas al control británico. En total, 649 militares argentinos, 255 militares británicos y tres isleños civiles de las Malvinas murieron durante las hostilidades.

El conflicto fue un episodio importante en la prolongada disputa por la soberanía de los territorios. (Argentina afirmó y sostiene) que las islas son territorio argentino, y el gobierno argentino caracterizó así su acción militar como la recuperación de su propio territorio nacional. El gobierno británico consideró la acción como una invasión extranjera de un territorio que había sido colonia de la Corona desde 1841. Los isleños de las Malvinas, que habitaban las islas desde principios del siglo xix, son predominantemente descendientes de colonos británicos y están mayoritariamente a favor de la soberanía británica. Ninguno de los Estados declaró oficialmente la guerra, aunque ambos gobiernos declararon a las islas zona de guerra.

El conflicto ha tenido un fuerte efecto en ambos países y ha sido tema de varios libros, artículos, películas y canciones. La victoria británica precipitó la caída de la dictadura cívico-militar-Argentina y el inicio de recuperación del  Estado de derecho democrático, al tiempo que contribuyó a la reelección del gobierno conservador de Margaret Thatcher en 1983, al cual la guerra beneficio políticamente, porque al momento de iniciarse la contienda el desgaste político y los problemas económicos, hacían necesario el achicamiento de las reservas militares y esta acción posibilito un sentimiento de patriotismo por defender sus conquistas piratas y a posteriori el triunfo de Thacher. El efecto cultural y político del conflicto ha sido menor en el Reino Unido que en Argentina, donde sigue siendo un tema común de discusión. ​

Las relaciones diplomáticas entre el Reino Unido y Argentina se rompieron y no se restablecieron hasta una reunión en Madrid en 1989, en la que ambos gobiernos emitieron un comunicado conjunto. ​ No se hizo explícito ningún cambio en la posición de ninguno de los dos países con respecto a la soberanía de las Islas Malvinas. En 1994, Argentina adoptó una nueva Constitución, que declaró a las Islas Malvinas como parte de una de sus provincias por ley (integradas a la provincia de Tierra del Fuego). Sin embargo, las islas continúan operando como un Territorio Británico de Ultramar. La Organización de las Naciones Unidas continúa considerando los tres archipiélagos con sus aguas circundantes como territorios disputados. ​

Mucho se escribió sobre esta acción bélica mucho se critico el Objetivo, sobre si fue una salida para la Junta para lograr apaciguar la dura crisis y los conflictos generalizados con diversos sectores sociales; si como algunos dicen la mano de la embajada de EEUU. Tuvo que ver con la acción incitando a los militares a ocupar las islas para después, ser ellos los que mediaran y así plantear una presencia tripartita en las islas con bases militares de la OTAN y que Galtieri, cuando vio la reacción del pueblo Argentino, que una vez mas se despojaba de valores y entregaba todo por su gesta, creyó que nadie los sacaría, cosa que evidentemente era imposible por la diferencia operativa de las fuerzas armadas, en materia técnica y de equipamiento y pretendió resistir inútilmente.

Esto es una reseña de una guerra que no debió ser, hoy cada 2 de abril se conmemora en nuestro Territorio el “Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas”. La fecha se debe al desembarco de las tropas argentinas ese mismo día en 1982. También la primera vez que se hizo la bandera argentina en la casa de gobierno Británica; en esta confrontación se pudo ver en un corto tiempo todo lo que se puede ver en una guerra, la valentía y el heroísmo de muchos, soldados, suboficiales y Oficiales Jóvenes y la indiferencia del propio Jefe de la Guarnición y responsable del teatro de Operaciones Tte.Gral. Benjamín Melendez, quien pese a las circunstancias de la confrontación, se caracterizó por no acompañar y apoyar a sus subordinados y se mantuvo junto a sus edecanes y cocinero en una vivienda con calefacción mientras el resto en las trincheras sufría las inclemencias del duro clima de Malvinas y los riesgos propios de la guerra y la contraofensiva Inglesa.

Muchos marcaron la diferencia en esta guerra, nuestros pilotos que serán recordados por su alta capacidad y pequeñas unidades de grupos comandos que hicieron continuas operaciones detrás de las líneas enemigas y en especial soldados que al grito de sapucai correntinos enfrentaban al enemigo en algunos casos cuerpo a cuerpo.

Las historias de la guerra se escriben con sangre, y nuestros soldados, marinos y pilotos dieron muestra de esto, muchos criticaron la edad de los soldados definiéndolos como chicos y la verdad es que muchos chicos demostraron sobradamente su valía pese a la mala y deplorable logística, ellos no comían y en el continente y a lo largo del País había depósitos llenos de alimentos de todo tipo donados por la población, 200.000 argentinos muchos militares retirados y personal de fuerzas de seguridad se presentaron como voluntarios. *(Quien suscribe la presente (yo) estuve entre estos y me ordenaron quedarme a operar en el territorio bajo órdenes de mi fuerza, sentí mucha impotencia y dolor, creo que quizás no habría regresado.)

Tengo un profundo respeto por aquellos que combatieron en Malvinas y en especial por los que regaron con su sangre esa tierra helada y pétrea, a lo largo de los años he visto como primero la cúpula de las Fuerzas Armadas pretendían ocultar a esos soldados que llegaron escondidos a nuestro suelo, como si hubieran cometido una afrenta a la Patria, vi como algunos Gobiernos  democráticos, metían en la misma bolsa a los responsables de delitos, con los soldados que pelearon en una guerra que no buscaron, que pero defendieron con hidalguía  y valor; valor que es reconocido por el propio enemigo hasta la fecha y reflejado en libros que escribieron en Gran Bretaña, ellos enemigos y soldados profesionales supieron resaltar con caballerosidad que pelearon con guerreros.

Dentro de este contexto hoy especialmente quiero nombrar y reconocer a dos de esos soldados, que hermanados en una difícil circunstancia supieron, hacer aflorar lo mejor del amigo y del camarada, la entrega y la lealtad, aun haciendo peligrar su propia seguridad, los voy a nombrar con sus nombres completos porque merecen ser reconocidos, Eduardo Conde y Daniel Marini, dos ex soldados, del Regimiento de Caballeria 10 Blindada Gral.Belgrano de La Tablada; que en la fría tundra Malvinera, supieron del frio que cala los huesos y que  congela la ropa húmeda en las trincheras, de los pies helados casi congelados y del hambre, que nubla los sentidos y hace doler las entrañas, Eduardo “Cony” entre los amigos recordaba, «En la cima del monte no comíamos todos los días. A lo sumo había un poco de fideos hervidos en agua sucia. El hambre te hace hacer cada cosa «, Relata, como con culpa, uno de sus peores días en las islas, en San Carlos, cuando la flota británica bombardeaba día y noche en busca de despejar el desembarco. “Una madrugada de guardia, con un compañero decidimos ir a buscar algo de comida a una cabañita en la que guardaban las provisiones, a ver si quedaba  algo para engañar el hambre y termine estaqueado”, haber escuchado esto solo da mucha bronca y genera  impotencia, porque en el continente había de todo para los soldados y sin embargo la imprevisión de los comandantes hizo que muchos pasaran hambre, en este tipo de situaciones de guerra el hambre siempre está presente, pero cuando es producto de irresponsabilidad del mismo Jefe de guarnición  molesta y más lo hace cuando, se castiga a un soldado por querer comer algo y se lo estaquea condenándolo a morir por el frio y es ahí que aflora el valor de un camarada de armas que protege como puede a su par para que esto no pase . Este hecho marca hermandad y esa hermandad aún se mantiene con el paso de los años, estos volvieron en abril de 2007 a las Islas a homenajear a sus camaradas y a darse el gusto de desplegar nuestra bandera en Malvinas, en el Cementerio pese a la prohibición británica, fue quizás una muestra más de valentía, mientras daban una despedida a sus amigos caídos y Cony dejaba un rosario en la tumba de un amigo de la Infancia Jorge Soria.

Pese a la bronca por muchas cosas que pasaron siguieron adelante en la vida y cada uno a su modo rehízo, como pudo su vida, con heridas muy profundas, tratando de dejar atrás el duro recuerdo de sus combates, en San Carlos, Tumbledown y Wireless Ridge, hoy son profesionales y muestran con orgullo su condición de excombatientes y hacen tareas comunitarias de ayuda en todo el país, mientras recuerdan como regresaron en el Camberra como prisioneros, como los enemigos los recibieron con respeto y les tocaron el himno nacional y les hicieron el saludo militar, mientras que al llegar a argentina la dictadura  ordeno no mostrarlos «Nos encerraron. Nos querían hacer engordar rapidito, antes de que nos vieran nuestras familias. Nos dieron ropa nueva.» Estaba mal. Durante mucho tiempo se le congelaban los dedos de los pies, se le caían las uñas, tenía que usar unas medias especiales.

Esta es la historia parcial de dos hombres, dos soldados, hay muchas historias y mucho dolor por lo vivido, muchos tomaron la peor decisión de quitarse la vida quizás por no poder entender como aquellos que los llevaron a la guerra después los repudiaban, como en plena democracia algunos los denotaron y los pusieron a la par de asesinos y torturadores, solo por haber servido a la patria y haber usado un uniforme; muchos tardaron en ser reconocidos y recibieron pensiones, para muchos fue tarde la enfermedad y las secuelas terminaron con sus vidas.

HONOR Y GLORIA A NUESTROS CAIDOS EN MALVINAS