Por Daniel Ariza. Analista Política Internacional.

La madrugada del pasado viernes 13 de junio, Israel lanzó un ataque aéreo contra Teherán y otras ciudades de Irán. Según la versión oficial, el objetivo era destruir enclaves militares y nucleares estratégicos de la República Islámica.

Muchos en esta parte del mundo se preguntan cuál es el origen de esta nueva guerra entre Israel y su vecino Iran y para  entender el origen de esta confrontación, es necesario remontarse a la creación del Estado de Israel, en 1948. Dado que este fue el resultado de la presión revolucionaria de Israel y su visión de la  ideología sionista y de la descolonización del Reino Unido, Francia  y la irrupción dentro del panorama mundial de estado Estados Unidos y su injerencia de poder hegemónico.

La fundación del nuevo Estado se realizó sobre territorio palestino, provocando la expulsión de cientos de miles de personas en un proceso de limpieza étnica conocido como la Nakba (término árabe que significa “catástrofe”), esto fue generando que distintos grupos fijaran objetivos revolucionarios de liberación de ese territorio y la creación de un Estado Palestino, generándose un espiral de violencia.(que el 07 de Octubre del 2023 tubo uno de los actos más violentos sobre la población Israelí lo que desato una ofensiva aplastante de Israel)

Desde un inicio, muchos países de la región, entre ellos Irán, mostraron su rechazo al plan de partición de Palestina de la ONU, alertando sobre el riesgo de una escalada de violencia regional. Irán abogaba por un único Estado federal que garantizara los derechos de todos los habitantes.( En relación al ataque a Israel por parte de Hamas Irán habría apoyado logísticamente ese ataque, junto con asesores Rusos)

Posteriormente, en 1953, en plena Guerra Fría, Estados Unidos y Reino Unido auspiciaron un golpe de Estado para derrocar al entonces primer ministro iraní Mohammad Mosaddeq; así se instauró el régimen del shah Mohammad Reza Pahlavi. Bajo su mandato, Irán se convirtió en un aliado del bloque occidental, e Israel se benefició significativamente del petróleo iraní, acumulando una deuda que nunca ha reconocido ni saldado.

La situación cambió radicalmente en 1979, con la Revolución Islámica liderada por el ayatolá Jomeini. Irán rompió su dependencia de Estados Unidos y adoptó una política exterior de confrontación con respecto a Israel, marcando el inicio de una enemistad abierta.

Israel posee un programa nuclear avanzado desde finales de la década de 1970. Aunque mantiene una política de “ambigüedad estratégica” –no confirma ni niega oficialmente su capacidad nuclear, pero aun asi la existencia de su arsenal es reconocida internacionalmente desde que, en 1986.

El mundo tuvo conocimiento sobre la tenencia de material atómico por parte del técnico Mordejái Va1nunu quien revelo al periódico Sunday Times información sobre las instalaciones de Dimona;  a consecuencia de ello, Vanunu fue secuestrado por el Mossad en Roma y juzgado por traición y espionaje. Permanece prácticamente incomunicado desde entonces.

Por su parte, Irán parecía que no disponer de armamento nuclear, aunque su programa ha sido objeto de controversia internacional. Las negociaciones sobre su desarrollo han sido reiteradamente interrumpidas por tensiones geopolíticas.

Pero ante los controles periódicos por parte del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el régimen de Irán lanzó una amenaza directa a los países europeos y a Estados Unidos, por la presión ejercida sobre esos controles ante la presunción de que Irán solo gana tiempo y estába en forma febril finalizando sus capacidades de tener más de 20 cabezas nucleares.

Teherán anuncio que reducirá su cooperación con el organismo de control nuclear de la ONU si se aprueba una resolución que lo acuse de incumplimientos en su programa nuclear, mientras esto ocurria, el director General de la OIEA Rafael Mariano Grossi informaba que : “Irán está cerca de tener material para seis a ocho armas atómicas”, esto tenso las relaciones con Irán en forma inmediata, dado que el organismo habría advertido que no se le mostro en las inspecciones todo lo que realmente había en materia de instalaciones.

La amenaza Iraní se produce tras la publicación, el 31 de mayo, de un informe del OIEA que reavivo las sospechas sobre la dimensión militar del programa nuclear iraní. Un análisis del think tank estadounidense Institute for Science and International Security sostiene que Irán realizó y ocultó varias pruebas de implosión , paso clave en el desarrollo de un arma nuclear.

Pero se pudo determinar según los informes  pruebas en Marivan utilizaron sistemas hemisféricos de implosión a escala real, con explosivos capaces de generar una onda de choque esférica hacia el interior, que comprime un núcleo explosivo simulado de uranio natural o empobrecido, en lugar del altamente enriquecido. Estas “pruebas frías” serían indicativas de un plan avanzado para construir una bomba.

Posteriormente se detectó que las actividades estaban circunscritas a cuatro instalaciones clave —Marivan, Lavisan-Shian, Varamin y Turquz-Abad; y a esto se sumó el hecho de la  desaparición de material nuclear cuya localización sigue sin esclarecerse.

Pero pese a estas revelaciones, Teherán insistía  en que su programa tenía fines exclusivamente pacíficos, aunque ya ha logrado enriquecer uranio hasta el 60%, un nivel sin justificación civil y cerca del 90% requerido para armamento nuclear.,

Esta situación plasmada en sendos informes, más el hecho de que información de Inteligencia del Mossad, aseveraba que en escaso tiempo Irán tendría sus propias ojivas nucleares, y que tomándose en cuenta que tiene  misiles hipersónicos, el peligro y la hipótesis de un conflicto o ataque sobre suelo Israelí, sería inminente.

Israel al analizar la situación tomo en cuenta que Irán está proveyendo de armamento a Hamas en Gaza; a los Hutíes de Yemen y a Hezbolláh en el Líbano; y  entendió que de disponer de estas capacidades Irán haría uso inmediato de estas armas de destrucción masiva sobre Israel y dispuso un ataque preventivo.

El ejército israelí lanzó el viernes una oleada de ataques aéreos dentro de Irán que impactó decenas de objetivos, incluidas instalaciones nucleares, y aniquiló a gran parte de la cadena de mando militar del país, junto con varios científicos nucleares.

Los ataques fueron una escalada dramática en el largo del conflicto entre dos de los ejércitos más poderosos de Medio Oriente. Irán calificó el ataque de «acto de guerra» y dijo que tomaría represalias, en forma inmedita.

Israel atacó al menos seis bases militares, viviendas en dos complejos de alta seguridad para mandos militares y múltiples edificios residenciales en los alrededores de la capital, Teherán, según cuatro altos funcionarios iraníes. El ejército israelí ha indicado que los ataques continuarán.

Los medios de comunicación estatales iraníes mostraron explosiones en todo Teherán, con humo y fuego saliendo de los edificios. Las compañías aéreas retiraron rápidamente los vuelos civiles de los cielos de franjas de Medio Oriente. Las emisiones de la televisión estatal mostraron edificios de apartamentos dañados, con escombros esparcidos por las calles, también se informó de explosiones en las ciudades iraníes de Isfahán, Arak y Kermanshah, en complejos militares e industriales.

Los ataques de Israel se dirigieron contra algunas de las instalaciones nucleares más importantes de Irán, incluida Natanz, su principal planta de enriquecimiento de uranio. Imágenes de las redes sociales verificadas por el Times muestran llamas y un espeso humo negro saliendo de Natanz, poco después de que se informara de una serie de explosiones.

Los ataques «deterioraron significativamente» la instalación de enriquecimiento, según el principal portavoz militar de Israel, el general de brigada Effie Defrin;  Aunque  es prematuro determinar la magnitud del daño causado por Israel. La instalación de Natanz no está enterrada a gran profundidad, pero las salas de centrifugado que se utilizan para enriquecer uranio se encuentran a unos 45 metros o más bajo el desierto, y están cubiertas por hormigón altamente reforzado.

El emplazamiento nuclear mejor protegido de Irán, Fordow, cerca de la ciudad de Qom, está en lo profundo de una montaña, a unos 800 metros bajo tierra para protegerlo de los bombardeos. No parece que Israel lo haya atacado, para este objetivo se requiere del uso repetido de enormes bombas «antibúnker», y la mayoría de los expertos piensan que Israel no puede hacerlo solo, sin la ayuda estadounidense.

Estos ataques fueron de igual forma desbastadores para Irán pero la repuesta de su parte  también se hizo sentir en Israel, mientras que el  líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, dijo en una declaración que Israel «debe anticipar un duro castigo». En una carta al Consejo de Seguridad de la ONU, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, describió los ataques israelíes como una «declaración de guerra» y dijo que Irán «respondería con decisión y proporcionalidad».

Iran dispuso de unos 370 misiles, que arrojo sobre Israel siendo derivados la mayoría por la cúpula de hierro defensiva, mientras que misiles hipersónicos, que tienen capacidad de llegar a la estratosfera por medio de motores con combustible sólido de  dos etapas que cuando estos se apagan caen en caída libre pero direccionada, a altísimas velocidades.

Estos misiles tienen una gran capacidad de destrucción al impactar por  la inercia cinética desarrollan por la aceleración lo que los lleva a alcanzar velocidades de  mach 5 0 6 según las circunstancias  lo que   hace casi imposible la posibilidad de que sean intersectados (Tal el caso de los misiles Oresnik Rusos).

Aunque gran parte del arsenal de misiles iraní permanece clasificado, la ISNA publicó en abril del año pasado un gráfico en el que se mostraban algunas de sus armas clave. Entre ellas figuraban el Sejil, que puede alcanzar velocidades de más de 17.000 km/h y tiene un alcance de 2.500 km; el Kheibar, con un alcance de 2.000 km; y el Haj Qasem, con un alcance de 1.400 km.

Según una reciente evaluación de amenazas realizada por el Ejército estadounidense, Irán dispone de una «gran cantidad» de misiles balísticos, misiles de crucero y aviones no tripulados capaces de alcanzar objetivos en toda la región. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que Irán pretende seguir ampliando esta capacidad.

En una declaración grabada en vídeo el viernes, Netanyahu afirmó que Irán había acelerado la producción y pretendía fabricar 300 misiles balísticos al mes, lo que podría suponer la producción de 20.000 misiles en los próximos seis años.

Irán ha lanzado este martes una nueva oleada de ataques con misiles contra Israel que han causado fuertes explosiones en Tel Aviv y Jerusalén, en el quinto día consecutivo de bombardeos cruzados. Los servicios de emergencia nacionales no han reportado heridos ni víctimas mortales hasta el momento.

La Guardia Revolucionaria asegura que ha golpeado el centro de operaciones del Mosad, los servicios de inteligencia exterior de Israel, según recoge la prensa iraní. El ejército israelí, por su parte, afirma que ha matado al comandante militar iraní de mayor rango, Ali Shadmani, en un ataque nocturno contra el corazón de Teherán.

Ali Shadmani asumió el cargo tras la muerte de su predecesor en los ataques del viernes. Mientras, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha señalado que quiere que Irán “renuncie por completo” a las armas nucleares y poner así un “final real” al problema nuclear con el país. “Es muy sencillo. Debe rendirse por completo. Irán no puede tener ni una sola arma nuclear”, ha afirmado Trump en comentarios a los periodistas en el Air Force One durante el viaje de vuelta a la reunión del G-7.

La situación es altamente preocupante a nivel internacional y está siendo seguida de cerca por los principales líderes mundiales por las implicaciones que podrían tener, si se involucran terceros países en apoyo de uno u otro contendiente, generando más que nunca la posibilidad de un enfrentamiento mundial, con implicancias y consecuencias imprevisibles.