LA INTELIGENCIA UCRANIANA EN UNA OPERACIÓN ESPECIAL ELIMINA AL GRAL. RUSO IGOR KIRILLOV JEFE DE LAS ARMAS NUCLEARES; QUIMICAS Y BIOLOGICAS
Panorama Internacional 19 de Diciembre 2024
Por Daniel Ariza. Analista Política. Internacional.
En el contexto de la guerra entre Rusia y Ucrania que se encuentra marcadamente favorable a Rusia los servicios de Inteligencia de Ucrania (SBU), concretaron una osada operación de inteligencia y atentado selectivo en contra de la figura de un alto mando y pieza clave de la estructura militar de Rusia, estamos hablando del General Igor Kirillov, a cargo de las Armas Nucleares, Químicas y Biológicas.
Quien fue ultimado este martes 17 diciembre 2024, pasado a escasos 6 kilómetros de la capital de Rusia, Igor Kirillov -fallecido en una explosión en Moscú- había sido acusado por Occidente de dirigir el uso de armas químicas en el campo de batalla de Ucrania, en Rusia se le consideraba un patriota incansable, que luchaba por la verdad y denunciaba los «crímenes» occidentales.
Fuentes del servicio de seguridad ucraniano, el SBU, confirmaron estar detrás de la explosión, que describieron como una operación especial contra un objetivo legítimo; en el atentado también falleció su asistente, al salir de un edificio de apartamentos y producirse la detonación de un alto explosivo colocado en un scooter o patineta eléctrica, estacionada en el lugar, sobre la Avenida Ryazansky en el Sur de Moscú.
El teniente general era conocido por sus estrambóticos informes en el Ministerio de Defensa ruso, que llevaron a la diplomacia británica a calificarlo de «importante portavoz de la desinformación del Kremlin», Kirillov llegó a afirmar que «el Pentágono estaba intentando introducir en Rusia poblaciones de pequeños animales portadores del VIH y la hepatitis B». En particular, aseguró que enjambres de «mosquitos de combate» portadores de diversos virus iban a ser liberados para infectar a los rusos.
También acusó a Estados Unidos de obstruir las investigaciones sobre los orígenes de la pandemia de Covid 19 y de preparar «una nueva pandemia buscando mutaciones de virus» y de pretender «provocar a Ucrania utilizando sustancias tóxicas y culpando a Rusia en el proceso».
Armas químicas, ningún otro jefe de una rama del ejército ruso se ha dirigido a los periodistas con tanta frecuencia como él. El día de su asesinato, según informaron los medios de comunicación, Kirillov tenía prevista otra sesión informativa.
Kirillov fue mucho más que un simple portavoz, ya que dirigió la Academia de Protección Radiológica, Química y Biológica Timoshenko de Rusia, antes de pasar a dirigir las Tropas de Protección Radiológica, Química y Biológica del ejército ruso en 2017; las principales tareas de esta fuerza consisten en identificar los peligros y proteger a las unidades de la contaminación de estas sustancias peligrosas, pero también en «causar pérdidas al enemigo utilizando medios incendiarios», según el Ministerio de Defensa ruso.
El Ministerio de Asuntos Exteriores británico afirmó que la fuerza que dirigía había desplegado «armas químicas atroces en Ucrania», destacando el uso generalizado de sustancias antidisturbios y «múltiples informes sobre el uso del agente asfixiante tóxico cloropicrina»; en vísperas de su asesinato, el (SBU) ucraniano declaró que Kirillov había sido citado en rebeldía en una causa penal por el «uso masivo» de armas químicas prohibidas en los frentes oriental y meridional de Ucrania.
Citó «más de 4.800 casos de uso de munición química por parte del enemigo» en territorio ucraniano desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022., en este tiempo Rusia utilizó sustancias tóxicas en ataques con drones, así como en granadas de combate; Kirillov se ganó su notoriedad desde el comienzo de la guerra con una serie de afirmaciones dirigidas tanto a Ucrania como a Occidente, ninguna de las cuales estaba basada en hechos.
Entre sus afirmaciones más escandalosas estaba la de que Estados Unidos había construido laboratorios de armas biológicas en Ucrania. Se utilizó en un intento de justificar la invasión a gran escala de su vecino más pequeño en 2022, en marzo de 2022 presentó documentos que, según él, habían sido incautados por Rusia el día de la invasión y que fueron amplificados por los medios de comunicación favorables al Kremlin, pero desmentidos por expertos independientes.
El mes pasado afirmó que «uno de los objetivos prioritarios» de la contraofensiva ucraniana en la región fronteriza rusa de Kursk era apoderarse de la central nuclear de Kursk, haciendo una presentación, supuestamente basada en un informe ucraniano, en la que afirmaba que, en caso de accidente, sólo el territorio ruso quedaría expuesto a la contaminación radiactiva.
Otra de las denuncias que efectuó era que Ucrania pretendía construir «Bombas sucias», para arrojar en el territorio Ruso, muchas de estas hipótesis, se basaban según fuentes calificadas, en sus propios análisis y posibilidades de acciones en el campo de combate, adelantando la información a los fines de instalar el temario de acciones que el mismo junto a sus unidades tenían dentro de los posibles curso de acciones a llevar a cabo en Ucrania, denunciando la responsabilidad posterior de Ucrania en una planificación defectuosa.
Pero las afirmaciones de Kirillov llevaron al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, a advertir que si Rusia sugería que Kiev estaba preparando ese tipo de arma, sólo significaba una cosa: que Rusia ya la estaba preparando; Kirillov retomó sus acusaciones sobre las supuestas bombas sucias el verano pasado, esta vez alegando el descubrimiento de un laboratorio de armas químicas cerca de Avdiivka, ciudad del este de Ucrania capturada por los rusos el pasado mes de febrero.
Según él, Kiev estaba violando la Convención Internacional sobre Armas Químicas con diversas sustancias y con la ayuda de países occidentales, entre ellas el agente de guerra psicoquímica BZ, así como ácido cianhídrico y cloruro de cianógeno.
La violenta muerte de Kirillov ha conmocionado a la clase política y militar rusa. En la Duma, el Parlamento ruso, se guardó un minuto de silencio; el vicepresidente de la Cámara Alta Rusa, Konstantin Kosachev, declaró que su muerte era una «pérdida irreparable», mientras que el general retirado y diputado Andrei Gurulyov aseguró que el asesinato de Kirillov no quedaría sin respuesta.
Gurulyov afirmó que Kirillov era responsable de la adquisición de armas que sólo deberían verse en el campo de batalla y que comprendía claramente las «actividades criminales de Estados Unidos y sus satélites», su muerte también es vista por los leales al Kremlin no sólo como un golpe, sino también como una prueba de que Ucrania tiene capacidad para atentar contra altos cargos de Moscú.
Algunos comentaristas incluso apuntaron a los británicos o los estadounidenses. Según el corresponsal de guerra ruso Sasha Kots, esto demuestra que agentes enemigos están operando y espiando a gente «en nuestra retaguardia», situación que es un insulto para el líder Vladimir Putin y su entorno más selecto, mas a 24 horas de una reunión del Ministerio de Defensa, en la que el presidente Vladimir Putin y el ministro de Defensa Andrei Belousov explicaron cómo el ejército ruso está acelerando su avance hacia la victoria en la guerra con Ucrania.
También se produce pocos días antes del programa de televisión anual de Putin «Línea Directa», en el que se esperaba que garantizara a los rusos que las cosas van bien y que las sanciones occidentales sólo contribuyen al desarrollo del país, este asesinato del oficial de más alto rango desde el comienzo de la guerra en pleno centro de Moscú no concuerda del todo con estas valoraciones optimistas de los dirigentes rusos.
Por otra parte a 24hs del atentado como resultado de la verificación de las cámaras de seguridad El centro de relaciones públicas del Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) , dio con un ciudadano uzbeko de 29 años ha sido detenido por su presunta relación con el asesinato del general Kirillov y su ayudante; en forma rápida las autoridades salieron a decir que el sospechoso fue reclutado por la inteligencia ucraniana, según los medios estatales, existiendo rumores de dos detenidos.
En un comunicado, el organismo afirma que durante el «interrogatorio explicó que había sido reclutado por los servicios especiales ucranianos», asegurando que, siguiendo instrucciones de Ucrania, llegó a Moscú y alquiló un coche para vigilar la residencia de Kirillov, después colocó el artefacto explosivo en un patinete eléctrico, que aparcó a la entrada del edificio residencial donde vivía Kirillov, según el (FSB) este indico se le «garantizó» una recompensa de US$ 100.000 y un viaje a un país europeo para residir.
Así mismo Ucrania se responsabilizó del atentado y el día anterior a su eliminación, Ucrania acusó a Kirillov, de 54 años, en ausencia, diciendo que era «responsable del uso masivo de armas químicas prohibidas», por lo que se convirtió en un objetivo inmediato y se ejecutó la acción.
Las autoridades Rusas manifestaron que esta acción terrorista tendrá graves consecuencias en Ucrania, sin especificar los alcances o tipo de acciones previstas.