La Irrupción de Farmacias Populares en Chile y sus Efectos Competitivos
¿Cuál es el efecto que tiene la entrada de las llamadas “farmacias populares” en los mercados locales de medicamentos? A raíz de la conocida apertura de estas farmacias por parte de diversas municipalidades en Chile a partir del año 2015, los economistas chilenos Juan Pablo Atal (Universidad de Pennsylvania), José Ignacio Cuesta (Universidad de Stanford), Felipe González (Pontificia Universidad Católica de Chile) y Cristóbal Otero (Universidad de California, Berkeley) publicaron en abril de este año su estudio “The Economics of the Public Option: Evidence from Local Pharmaceutical Markets”, donde estudiaron el impacto real que ha tenido esta iniciativa en distintas variables competitivas e incluso en su impacto en variables de política electoral comunal.
Los principales hallazgos del estudio muestran que las farmacias populares ingresarían al mercado como competidores que ofrecen medicamentos a precios más bajos que las farmacias privadas existentes -debido a una posición de negociación más sólida y a la ausencia del poder de mercado que se observa en las farmacias privadas-, pero también serían competidores de menor calidad, al ofrecer menor variedad de medicamentos, con horarios de apertura más acotados e implicar mayores costos de viaje para los vecinos.
Más importante aún, el estudio encuentra que la entrada de estos nuevos actores públicos disminuyó la venta de medicamentos por parte de las farmacias privadas en un 4%, pero aumentó los precios de los medicamentos en este mismo canal en un 1,1%. En otras palabras, este artículo contribuiría en mostrar que, bajo ciertas condiciones, las competidores públicos pueden inducir una posible segmentación de mercado y provocar un aumento de los precios como reacción de las empresas privadas.
Farmacias populares versus farmacias privadas
La irrupción de farmacias populares ocurre en un contexto dominado principalmente por el sector privado. En Chile, las tres cadenas más grandes representan alrededor del 80% de la participación de mercado (FNE, Estudio de Mercado sobre Medicamentos, 2020), cuyas tiendas están ubicadas en las zonas geográficas socioeconómicamente más acomodadas (MINECON, 2013). Según la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017, hasta el 40% de los productos farmacéuticos se compraron en el sector minorista privado, segmento cuyo poder de mercado permite obtener márgenes que oscilan entre el 40% y 50% (FNE, 2020).
Otro elemento de contexto relevante del auge de las farmacias populares en nuestro país es el polémico caso de colusión de medicamentos conocido como “Caso Farmacias”, fallado por la Corte Suprema en 2012, que constó de un acuerdo entre Farmacias Cruz Verde, Farmacias Ahumadas y Salcobrand para alzar conjuntamente los precios de ciertos medicamentos entre los años 2007 y 2008.
Poco después de la apertura de la primera farmacia popular en la comuna de Recoleta en 2015, decenas de otros municipios decidieron inaugurar sus propias farmacias públicas durante los meses siguientes. Así, entre 2015 y 2018, esta clase de farmacias había ingresado a 147 de las 345 comunas del país.
Una farmacia popular es una organización sin fines de lucro administrada por los municipios y que ingresa al mercado como competidor con precios relativamente más bajos al interior de la comuna, principalmente porque tienen acceso al intermediario público, la Central Nacional de Abastecimiento (CENABAST), dependiente del Ministerio de Salud. Mientras que las farmacias privadas compran medicamentos en laboratorios o mayoristas privados, el sector público utiliza al intermediario para agregar la demanda de toda la red de proveedores públicos para negociar precios más bajos.
Si bien las farmacias públicas tendrían ventajas en precios respecto de las farmacias privadas, ingresan una a la vez a nivel en cada comuna, lo que se traduce en distancias de viaje que son en promedio tres veces más grandes que las farmacias privadas, que alcanzan una mayor capilaridad.
Otro inconveniente de los establecimientos públicos es que suelen ofrecer menor variedad de productos, tienen horarios de operación más restrictivas y tiempos de espera más largos. Además, las farmacias populares se han enfocado principalmente en medicamentos que requieren receta y que tratan enfermedades crónicas. Por lo tanto, es más probable que las personas con este tipo de enfermedades se beneficien más de las farmacias públicas.
El Estudio
El artículo publicado por los economistas pretende estudiar el efecto del ingreso descentralizado y a gran escala de las farmacias populares en Chile, a partir de datos sobre precios y ventas de farmacias privadas, las compras que los municipios hicieron a CENABAST y encuestas especializadas a los vecinos. Para poder estimar el efecto causal de tener farmacias populares en variables competitivas, los investigadores aprovechan la oportunidad o timing de entrada de las farmacias públicas a las comunas para realizar un cuasi-experimento.
Sabemos que el desafío de esta clase de estudios causales consiste en encontrar el escenario contrafactual: qué hubiese pasado con las variables competitivas en ausencia de la entrada de farmacias populares (Ver Nota CeCo “Econometría para abogados: el mínimo para sobrevivir en libre competencia”).
En este caso, cuando un subconjunto de comunas recibe un tratamiento -la entrada de farmacias populares-, es posible utilizar al resto de las comunas como grupo de control dinámico. Luego, si además el ingreso de farmacias a las comunas ocurre de forma desfasada, es posible usar como control aquellas comunas que aún no reciben el tratamiento: una comuna tratada tendrá como control todas aquellas comunas que serán tratadas a futuro. En eso consiste, a grandes rasgos, la metodología de estudios de eventos utilizada por los investigadores para construir contrafactuales válidos.
Finalmente, y para descartar posibles sesgos en la estimación asociados al estudio de eventos, los autores logran demostrar que el timing de entrada se comporta “como si hubiese sido aleatoria”, descartando la posibilidad que ésta hubiese estado impulsada por características observables de las comunas. Además, la evidencia anecdótica sugiere que la oportunidad de entrada de las farmacias populares dependió en parte de retrasos inesperados en el procedimiento administrativo para la obtención de los permisos sanitarios.
Resultados principales
En primer lugar, el artículo estudia las diferencias de precios entre farmacias públicas y privadas, confirmando lo que ya se sabía: casi todos los medicamentos ofrecidos por las farmacias populares se venden a precios entre un 64% y 68% más bajos. Sin embargo, los datos también evidencian una menor calidad en variables distancia y variedad de productos. La distancia media a la farmacia pública más cercana es de 2 kilómetros, mientras que para las privadas es de 600 metros aproximadamente. Luego, el 70% de las farmacias populares ofrecen tres variedades o menos por ingrediente activo, mientras que el número promedio de variedades en farmacias privadas es 15.
¿Qué efecto tuvo la entrada de farmacias populares en los niveles de venta de sus competidores privados? Los autores encuentran que, 15 meses después de la entrada de una farmacia pública, las farmacias privadas en ese mercado venden alrededor de un 4% menos. Este efecto es mayor para aquellos medicamentos asociados a enfermedades crónicas: la entrada provocó una disminución en las ventas del 5,4% para dichos medicamentos y una disminución de solo el 2% para aquellas asociadas a enfermedades no crónicas. Este hallazgo es consistente con los principales objetivos de las farmacias públicas.
Efecto en precios y calidad: ¿segmentación de mercado?
Estas grandes diferencias de precios y ventas sugieren que la mayor competencia debería, en principio, inducir a las farmacias privadas a reducir los precios de los medicamentos en los mercados locales donde ocurrió entrada. La teoría del oligopolio nos dice que, a mayor cantidad de competidores, menor será su participación de mercado y más bajos serán los precios. Y si bien el aumento de la competencia sí llevó a algunos consumidores a abandonar las farmacias privadas, los investigadores en realidad encontraron que las farmacias privadas aumentaron los precios de los medicamentos. En concreto, la entrada de las farmacias populares empujó a sus pares privados a aumentar sus precios en un 1,1%.
¿A qué se debe este resultado? Para los autores, este efecto de precio positivo sería evidencia de que la entrada de alternativas menos costosas y de baja calidad generó segmentación del mercado producto de una diferenciación en calidad: los consumidores más sensibles al precio deciden trasladarse a las farmacias populares, mientras que los consumidores con menor elasticidad de precio no valoran los precios más bajos lo suficiente como para compensar la baja calidad y, por lo mismo, no sustituyen. Ante esto, las farmacias privadas internalizan este cambio de composición de sus consumidores y responden a dicha segmentación aumentando los precios de los medicamentos. Dicho de otra forma, una proporción considerable de consumidores valora atributos tales como menores tiempos de espera y variedad de productos lo suficiente como para no cambiarse. Esto significa a su vez que, probablemente, farmacias populares de mayor calidad habrían dado lugar a niveles de sustitución y competencia más fuertes, por lo que la diferenciación de productos juega un papel clave en la atenuación de estos efectos.
Según literatura económica existente, todo parece indicar que los efectos de la entrada de competencia pública sobre los precios dependen en parte de las preferencias subyacentes de los consumidores y de los atributos de la empresa. Así, por ejemplo, los estudios de Caves et al. (1991) y Frank y Salkever (1997) documentan resultados de segmentación del mercado en productos farmacéuticos similares a los encontrados por los autores chilenos, donde los medicamentos innovadores que quedan sin patente no disminuyen sino que aumentan sus precios después de la entrada de genéricos. Este hecho se conoce en la literatura centrada en la competencia en los mercados farmacéuticos como la “paradoja genérica”. Por otro lado, la investigación de Moura y Barros (2020) sobre los efectos de introducir competencia en el mercado de medicamentos encuentran efectos negativos en los precios. Finalmente, Bennett y Yin (2019) encuentran que la entrada de cadenas de farmacias minoristas no sólo empuja los precios a la baja, sino que mejora la calidad de los medicamentos ofrecidos.
Efectos en el bienestar social
Esta segmentación creó ganadores y perdedores, ya que los consumidores que se cambiaron a las farmacias públicas se beneficiaron de precios más bajos, mientras que los consumidores que se quedaron en las farmacias privadas resultaron perjudicados. Según el estudio, los que se quedaron en farmacias privadas aumentaron su gasto en $2,3 dólares al año, mientras que los que se cambiaron a la farmacia pública redujeron su gasto en $140 dólares anuales. El efecto en bienestar es aún más profundo para los consumidores con enfermedades crónicas: los que se quedaron, aumentaron su gasto en $6,5 dólares, mientras que los que se cambiaron a farmacias privadas lo disminuyen en $538 por año.
¿Cuál es el bienestar social agregado asociado a las farmacias populares? Para esto, los autores estiman los costos financieros de los municipios de abrir una farmacia popular y encuentran que la reducción del gasto en el consumo de medicamentos es sustancialmente mayor que sus costos. Sumando a los consumidores, estas estimaciones implican que los consumidores en promedio disminuyen su gasto general en $175.181 de dólares por año. Combinando los beneficios con los costos implicados, se tiene que la política pública de introducción de farmacias públicas en cada comuna reduciría el gasto anual en medicamentos por parte de los consumidores en un 1,6% o en $60,3 millones de dólares, que es un 52% más alto que el costo de la política pública.
Con todo, los autores advierten que esta estimación está lejos de ser un análisis integral sobre el bienestar social. Por un lado, el efecto podría estar subestimado, ya que no se estarían tomando en cuenta los efectos de expansión de mercado y no es posible observar la disposición a pagar que tienen los consumidores por atenderse en cada tipo de farmacia. El hecho de que relativamente pocos consumidores hayan preferido cambiarse a las farmacias populares, a pesar de los grandes ahorros asociados, sugiere que la valoración por atributos de farmacia distintos al precio es alta.
Documentos relevantes
Ver Documento de Trabajo: “The Economics of the Public Option: Evidence from Local Pharmaceutical Markets”
Fuente: https://centrocompetencia.com