En el documento, se plantea que hay “deficiencias” en los avales presentados y cotejados. “6.809 no acompañan fotocopias de DNI, planillas fotocopiadas (no originales) o carecen de las firmas de los avalistas”, señalaron. Luego, añadieron que “5.195 cuentan con DNI ilegible o firmas en las planillas ostensiblemente disímiles con las que se exhiben en los DNI”. “La presentación de avales no se trata de una cuestión de ritualismo o de rigor meramente formal”, remarcaron.

Además, el texto sostiene que, según la lista Federales, se presentaron 70.531 avales distribuidos en 4.703 planillas, por lo que “la totalidad de las mismas deberían contener 14,99 y no 13,6”. Sin embargo, continuaron: “Suponiendo que fueran válidos los registros digitales de 70.531, restando los ya identificados con inconsistencias (6.809 y 5.195), arrojaría un total de 58.527 avales válidos, lo cual tampoco alcanzaría el mínimo exigido en el reglamento electoral del dos por ciento del padrón (62.465)”.

El descargo de Quintela

Al respecto, Quintela manifestó que “aquellos que siguen creyendo que la política es sometimiento, no estuvieron, no están y no estarán dispuestos a competir democráticamente”. “Privatizaron el partido”, denunció. “Podrán arrebatar una estructura partidaria, pero lo que no van a poder hacer es robarle la vocación de participación, de apertura, de deseos de debatir y de abrazar a todas y todos los compañeros de nuestro movimiento”, alegó.

Consecuentemente, los apoderados de la lista decidieron interponer una impugnación formal en contra de la resolución del órgano partidario “para asegurar un proceso democrático justo limpio y libre de vicios electorales”. Según consideraron, son “numerosas las irregularidades que se detectaron en el proceso de presentación de listas y avales contra la nómina”. A su vez, lo calificaron como un “acto de proscripción”.