Politica

La Ley Bases y la Injusticia Fiscal

Por: Juan Severo

 

El reciente debate y aprobación de la Ley Bases ha desatado una ola de críticas y preocupaciones en diversos sectores de la sociedad. Esta ley, que incluye una serie de reformas fiscales, se presenta como un intento del gobierno de modernizar y simplificar el sistema tributario. Sin embargo, al observar de cerca sus implicaciones, surge una clara injusticia: mientras se bajan impuestos a las grandes empresas y fortunas, y se otorgan alícuotas del 0% a quienes blanquean capitales, los jubilados y pensionados siguen enfrentando una dura realidad sin recibir el reconocimiento que merecen por haber aportado mas de 40 años de sus vidas al crecimiento del país.

Desglose de Beneficios y Perjuicios

La Ley Bases introduce una reducción significativa en los impuestos para las grandes empresas y fortunas. Este cambio, según el gobierno, busca fomentar la inversión y estimular el crecimiento económico. No obstante, esta medida beneficia desproporcionadamente a los sectores más ricos de la sociedad, aquellos que menos necesitan alivio fiscal.

Simultáneamente, la ley ofrece una alícuota del 0% para aquellos que decidan blanquear sus capitales. Esta disposición envía un mensaje alarmante: aquellos que han evadido impuestos o mantenido su dinero fuera del sistema pueden ahora regularizar su situación sin pagar su parte justa. Este incentivo, aunque podría atraer capitales de vuelta al país, también perpetúa una cultura de impunidad fiscal.

Por otro lado, los jubilados y pensionados, quienes han trabajado toda su vida y contribuido al desarrollo del país, no ven mejoras en su situación. A pesar de las promesas de campañas y discursos emotivos sobre la importancia de cuidar a nuestros mayores, las acciones del gobierno muestran una priorización clara de los intereses de los más poderosos sobre los más vulnerables.

Impacto en la Equidad Social

La disparidad en el tratamiento fiscal tiene profundas implicaciones para la equidad social. En un país donde la brecha entre ricos y pobres sigue siendo alarmantemente amplia, las políticas fiscales deberían enfocarse en reducir esta desigualdad, no en ampliarla. Al otorgar beneficios fiscales a las grandes empresas y fortunas, el gobierno perpetúa un sistema en el que los ricos se vuelven más ricos, mientras que los sectores más necesitados continúan enfrentando dificultades económicas.

Los jubilados y pensionados, muchos de los cuales viven con ingresos limitados y enfrentan crecientes costos de vida, merecen una atención especial en cualquier reforma fiscal. La falta de recursos destinados a mejorar sus pensiones y beneficios sociales refleja una grave omisión en las prioridades gubernamentales.

La Necesidad de una Reforma Justa

Es crucial que el gobierno reevalúe su enfoque fiscal y considere una reforma que verdaderamente beneficie a todos los sectores de la sociedad. La Ley Bases, en su forma actual, no cumple con este objetivo. En lugar de centrarse en reducir impuestos a los más ricos, el gobierno debería buscar formas de aumentar los ingresos fiscales de manera equitativa y justa.

Una reforma fiscal justa implicaría aumentar los impuestos a las grandes fortunas y empresas, asegurando que contribuyan de manera proporcional a sus ingresos. Los fondos recaudados podrían destinarse a mejorar las pensiones y beneficios para los jubilados, así como a financiar programas sociales que beneficien a los sectores más vulnerables.

Conclusión

La Ley Bases, tal como está planteada, refleja una preocupante falta de consideración por la justicia social y la equidad fiscal. Al otorgar beneficios desproporcionados a los más ricos mientras se desatienden las necesidades de los jubilados y pensionados, el gobierno perpetúa una estructura de desigualdad que socava la cohesión social y el desarrollo inclusivo.

Es hora de que el gobierno escuche las voces de todos los ciudadanos y ajuste sus políticas para reflejar un compromiso real con la justicia y la equidad. Los jubilados y pensionados de nuestro país merecen mucho más que promesas vacías; merecen acciones concretas que mejoren su calidad de vida y reconozcan su valiosa contribución a la sociedad.

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