La paz es la salida a todas las crisis actuales y, sin embargo, es lo que más nos falta, afirma Guterres
El titular de la ONU hace una loa a la paz en un mundo que está en guerra consigo mismo, lo que incluye no solo los conflictos bélicos, las tensiones políticas, la polarización, sino el que tenemos contra la naturaleza, y en la que los peor parados son los civiles.
En todo el mundo, «la paz es la pieza que falta» mientras los conflictos arrecian, las divisiones geopolíticas crecen, la polarización se profundiza, los derechos humanos son pisoteados, las desigualdades estallan y nos burlamos de la naturaleza mientras persigue su adicción a los combustibles fósiles, dijo el miércoles el Secretario General de la ONU, dirigiéndose a la Asamblea General con una lista de áreas prioritarias de acción.
«Nuestra Organización se fundó en la búsqueda de la paz», dijo António Guterres. «La paz es nuestra razón de ser. Sin embargo, al escudriñar el paisaje del mundo actual, lo que falta de forma más dramática es la paz».
Desde el conflicto de Gaza a la guerra contra el medio ambiente, pasando por la lucha contra la desinformación tóxica y la incitación al odio o la creación de prácticas sostenibles e integradoras, la paz es el hilo que teje el tejido común del mundo, afirmó.
«La paz es la salida a estas crisis interrelacionadas; es un grito de guerra… y una llamada a la acción», dijo, esbozando un camino a seguir para alcanzar objetivos comunes que, a pesar de los tiempos turbulentos, ofrece razones para la esperanza.
Responder a los llamamientos de paz de la población, de Gaza a Ucrania
La población civil se lleva la peor parte de las crisis, desde las oleadas de terrorismo que azotan el Sahel y las guerras en Gaza, Sudán y Ucrania hasta los grupos armados en el este de la República Democrática del Congo y las bandas que asolan Haití.
«Para millones de personas atrapadas en conflictos en todo el mundo, la vida es un infierno mortal, cotidiano y hambriento», afirmó, citando cifras récord de personas que huyen de sus hogares en busca de seguridad.
«Están clamando por la paz; debemos escucharlos y actuar», subrayó, instando a impulsar la paz en todo el mundo.
En cuanto a la crisis de Gaza, dijo que la situación es «una herida supurante en nuestra conciencia colectiva que amenaza a toda la región».
Nada justifica los horribles atentados terroristas lanzados por Hamás contra Israel el 7 de octubre y el secuestro de israelíes, afirmó. Al mismo tiempo, no hay justificación para el castigo colectivo del pueblo palestino.
«Es hora de un alto el fuego humanitario inmediato y de la liberación incondicional de todos los rehenes«, que debe conducir rápidamente a acciones irreversibles hacia una solución de dos Estados, subrayó.
Entramos en la era del caos
De hecho, si todos los países cumplieran sus obligaciones en virtud de la Carta de la ONU, el derecho de toda persona a una vida de paz y dignidad estaría garantizado, afirmó.
Sin embargo, los gobiernos están ignorando y socavando los propios principios del multilateralismo con una rendición de cuentas nula, advirtió, señalando que el Consejo de Seguridad está «bloqueado» por fisuras geopolíticas.
«La disfunción actual es más profunda y más peligrosa», afirmó, añadiendo que los mecanismos bien establecidos durante la guerra fría, creados para ayudar a gestionar las relaciones entre superpotencias, están ausentes en el actual panorama multipolar. «Nuestro mundo ha entrado en una era de caos».
¿Cuál es el resultado? Una peligrosa e impredecible batalla campal con total impunidad, desde la competencia por armas nucleares más sigilosas hasta nuevos ámbitos potenciales de conflicto y armas de guerra, que crean nuevas formas de matarse unos a otros.
Nueva Agenda para la Paz
«Necesitamos reforzar y renovar los marcos mundiales de paz y seguridad para hacer frente a las complejidades del mundo multipolar actual», afirmó, subrayando este razonamiento, que inspiró la Nueva Agenda para la Paz de la ONU.
La agenda pide, entre otras cosas, la reforma del Consejo de Seguridad, aborda los riesgos estratégicos a través de un nuevo compromiso con la eliminación de las armas nucleares y la intensificación de los esfuerzos para prevenir los conflictos, y propone medidas para mitigar el impacto de la competencia geopolítica en las personas, así como evitar la fragmentación de las normas del comercio mundial, las cadenas de suministro, las monedas e Internet.
Reconociendo los vínculos entre el desarrollo sostenible, la acción por el clima y la paz, la agenda pide una serie de medidas como la inclusión de las mujeres y los jóvenes en todos los procesos de paz y el respeto de todos los derechos humanos, e insta a desarrollar normas y marcos que regulen el uso de las nuevas tecnologías, incluida la inteligencia artificial, en el ámbito militar.
Derechos humanos frente a incitación al odio
En todo el mundo, las comunidades están divididas por el aumento de la incitación al odio, la discriminación, el extremismo y las violaciones de los derechos humanos, junto con la proliferación del antisemitismo, la intolerancia antimusulmana y la ideología de la supremacía blanca.
La velocidad y el alcance de la desinformación y el odio han aumentado exponencialmente en la era digital, y el afán de lucro ha ayudado a los extremistas a sembrar la división. Mientras tanto, las desigualdades reales y percibidas, las privaciones económicas y los rápidos cambios sociales y económicos alimentan los temores de la población.
En este sentido, la ONU aboga por un contrato social renovado, basado en la confianza, la justicia y la inclusión y anclado en los derechos humanos. Parte de la estrategia incluye el Llamamiento a la Acción por los Derechos Humanos del Secretario General y el próximo código de conducta de la ONU para la integridad de la información, que se publicará antes de la Cumbre para el Futuro de septiembre.
Al mismo tiempo, dijo que el nuevo Órgano Asesor de la ONU sobre inteligencia artificial inició una conversación mundial sobre cómo esta tecnología omnipresente puede beneficiarnos a todos.
Construir un futuro sostenible
El desarrollo sostenible e inclusivo depende de la paz, y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es la forma más eficaz de construir la paz y la prosperidad, afirmó.
Destacando los logros alcanzados para acelerar la consecución de los 17 Objetivos establecidos en la Agenda 2030, dijo que los líderes mundiales han hecho una serie de compromisos como estimular la consecución de esas metas, el Tratado de Alta Mar para proteger la biodiversidad marina y el Fondo de Pérdidas y Daños para ayudar a los países vulnerables a recuperarse del impacto de los fenómenos meteorológicos extremos.
De cara al futuro, en la Cumbre del Futuro, afirmó que «tenemos la oportunidad de dar forma al multilateralismo de los próximos años. Veo un esfuerzo verdaderamente dinámico para construir un multilateralismo más eficaz, inclusivo y renovado, en sintonía con el siglo XXI y nuestro mundo cada vez más multipolar».
Hacer las paces con el planeta
La crisis climática sigue siendo el reto que define la actualidad, afirmó.
«La humanidad ha emprendido una guerra que sólo podemos perder: nuestra guerra con la naturaleza», advirtió. «Debemos hacer las paces con el planeta».
La era de los combustibles fósiles está en las últimas, y la revolución de las energías renovables es imparable, afirmó.
«Pero debemos actuar este año para garantizar que la transición sea justa para las personas y el planeta, y que sea lo suficientemente rápida como para evitar una catástrofe climática total», advirtió.
Para ello es necesario triplicar la capacidad mundial de energías renovables y duplicar la eficiencia energética de aquí a 2030, además de explorar fuentes innovadoras de financiación climática, ya que los países que se encuentran en primera línea del caos climático tienen derecho a un apoyo mucho mayor, afirmó.
El más esencial de los empeños humanos
«De una forma u otra, cada elemento conecta con la más esencial de todas las empresas humanas: la búsqueda de la paz», afirmó. «La paz puede lograr maravillas que las guerras nunca conseguirán. Las guerras destruyen; la paz construye”.
Pero en el agitado mundo actual, construir la paz es un acto consciente, audaz e incluso radical. Es la mayor responsabilidad de la humanidad.
«En este momento difícil y dividido, cumplamos con esa obligación para hoy y para las generaciones futuras, empezando aquí, empezando ahora», dijo. «Por mi parte, puedo garantizar que nunca dejaré de impulsar la paz».