Internacional

Los cortes masivos a la ayuda en la respuesta al VIH SIDA ponen en riesgo millones de vidas

La crisis de financiamiento amenaza con desmantelar décadas de progreso a menos que los países puedan hacer cambios radicales en la programación y financiamiento del VIH, dice el programa dedicado al combate de la epidemia, y llama a la solidaridad internacional.

© Alexis Huguet. Punto comunitario de distribución de tratamientos antirretrovirales.

Los recortes masivos a las partidas de ayuda y los déficits de financiamiento en la respuesta al VIH en 2025 afectan a los sistemas de salud y a los trabajadores sanitarios de primera línea, suspendiendo los programas de prevención y poniendo en peligro los servicios de tratamiento, apuntó este jueves el Programa de la ONU contra el VIH SIDA (ONUSIDA).

En su actualización mundial sobre los avances en el combate contra esa epidemia, ONUSIDA aseveró que la falta de recursos no solo revertiría los resultados conseguidos hasta el momento, sino que pondría en riesgo millones de vidas en todo el mundo.

La crisis de financiamiento “amenaza con desmantelar décadas de progreso a menos que los países puedan hacer cambios radicales en la programación y financiamiento del VIH”, apuntó la entidad.

Según datos de ONUSIDA, incluso antes de las interrupciones a gran escala de los servicios, 9,2 millones de personas portadoras del VIH todavía no tenían acceso a servicios de tratamiento que les salvarían la vida el año pasado. Entre ellos había 620.000 niños menores de 14 años, lo que contribuyó a 75.000 muertes relacionadas con el SIDA entre niños en 2024.

Además, también en ese año 630.000 personas murieron por causas relacionadas con el SIDA, el 61% en África subsahariana, y más de 210.000 adolescentes y mujeres jóvenes de entre 15 y 24 años contrajeron el VIH, un promedio de 570 nuevas infecciones cada día.

“Una bomba de tiempo”

La directora ejecutiva de ONUSIDA, afirmó que lo que se observa en el campo de la prevención y tratamiento de la epidemia va más allá de un simple déficit de financiamiento, “es una bomba de tiempo”.

“Hemos visto desaparecer servicios de la noche a la mañana. El personal sanitario ha sido enviado a casa. Y las personas, especialmente los niños y las poblaciones clave, están siendo expulsadas de la atención médica”, dijo Winnie Byanyima.

Los servicios de prevención comunitarios, vitales para llegar a las poblaciones marginadas, se están quedando sin fondos a un ritmo alarmante, alertó el documento de ONUSIDA, refiriendo que de acuerdo con una encuesta, a principios de 2025 más del 60% de las organizaciones de VIH dirigidas por mujeres habían perdido financiamiento o se vieron obligadas a suspender sus servicios.

En 2024, el Plan de Emergencia de Estados Unidos para el Alivio del SIDA llegó a 2,3 millones de adolescentes y mujeres jóvenes con servicios integrales de prevención del VIH y permitió que 2,5 millones de personas utilizaran el medicamento preventivo PrEP contra el VIH; muchos de estos programas ya se han suspendido por completo.

Las leyes punitivas amplifican la crisis

Mientras tanto, el aumento de leyes punitivas que criminalizan las relaciones entre personas del mismo sexo, la identidad de género y el consumo de drogas está amplificando la crisis, haciendo que los servicios de VIH sean inaccesibles.

Países como Uganda, Mali y Trinidad y Tobago han incrementado recientemente las penas legales, alejando aún más a las poblaciones clave de atención y aumentando gravemente su riesgo de contraer VIH.

Muestras de resiliencia

En medio del sombrío escenario, el informe de ONUSIDA da cuenta algunos ejemplos de resiliencia en los que los países y las comunidades que actúan para proteger los avances logrados e impulsar la respuesta al VIH.

Así, unos 25 de los 60 países de ingresos bajos y medianos incluidos en el informe han aumentado sus presupuestos nacionales de respuesta al VIH para 2026.

El aumento colectivo estimado entre esos 25 países asciende a un 8% sobre los niveles actuales, lo que se traduce en aproximadamente 180 millones de dólares en recursos nacionales adicionales, una cantidad prometedora, pero no suficiente para reemplazar la escala del financiamiento internacional en países afectados, acotó ONUSIDA.

La entidad también destacó la aparición de nuevas herramientas de prevención altamente efectivas y sin precedentes, como la PrEP inyectable de acción prolongada, que ha demostrado una eficacia casi completa en ensayos clínicos, aunque la asequibilidad y el acceso siguen siendo un reto.

Llamado a la solidaridad

Tras encomiar los aumentos a los presupuestos nacionales de combate al VIH, ONUSIDA insistió en que la respuesta mundial a la epidemia no puede depender únicamente de ellos, y reiteró que la comunidad internacional debe unirse para superar la brecha financiera, apoyar a los países en los servicios de prevención y tratamiento del VIH, eliminar las barreras legales y sociales, y empoderar a las comunidades para que lideren el camino a seguir.

“Todavía hay tiempo para transformar esta crisis en una oportunidad (…) Juntos, aún podemos acabar con el SIDA como amenaza para la salud pública para 2030, si actuamos con urgencia, unidad y un compromiso inquebrantable”, declaró Winnie Byanyima.

 

 

Fuente: https://news.un.org

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba