Sociedad

Maristella Svampa: “Pese a la policrisis, la historia no está clausurada”

“Esta noción alude a la crisis en términos multidimensionales; no es sólo ambiental, es política”, define Svampa, con quien hablamos de su último ensayo "Policrisis. Cómo enfrentar el vaciamiento de las izquierdas y la expansión de las derechas autoritarias".

Redacción Canal Abierto | “La noción de policrisis se refiere a una crisis multidimensional, que no es solo la suma de varias crisis, sino más bien un entrelazamiento de ellas. Por ejemplo, la aceleración de la crisis climática, la crisis energética y el aumento de las desigualdades, el avance descontrolado de la inteligencia artificial y el auge de las extremas derechas —y, por consiguiente, la erosión de la democracia— son factores diversos de estas crisis entrelazadas. Todos estos elementos pueden escalar y llevarnos a un escenario de colapso”.

Así ensaya la socióloga, escritora e investigadora Maristella Svampa, en la entrevista para Canal Abierto sobre su último libro “Policrisis” y continuó: “Yo siempre digo que la crisis no es solo ambiental, sino también política. El libro aborda algunas dimensiones de esta crisis, ya que es imposible cubrirlas todas. En primer lugar, aborda la dimensión más socioecológica a través de la crisis climática y los debates sobre la transición energética. En segundo lugar, hace un análisis y diagnóstico de las extremas derechas a un nivel general, analizando también el caso argentino. Por último, analiza la crisis de los discursos o las narrativas. Desde la crisis de las promesas emancipatorias del progresismo hasta las resistencias que, desde abajo, generan nuevas narrativas, prácticas y formas de habitar el territorio”

Aquí algunos de los puntos salientes de su intervención:

El colapso y la demanda energética

“En este nuevo libro, se destaca el aumento de la frecuencia de eventos extremos, que yo caracterizo como colapsos climáticos localizados. Un gran incendio, una inundación, una ola de calor o de frío, o un tornado puede transformar una región en una zona de desastre de la noche a la mañana. Ante esto, debemos estar preparados y autoorganizarnos, pero también exigir al Estado las herramientas para adaptarnos”.

Descarbonización y falsas transiciones verdes

“Otra dimensión de esta crisis global es la descarbonización. La transición energética busca pasar de la matriz basada en combustibles fósiles a una de energías limpias y renovables. Sin embargo, no es tan simple. La pregunta es: ¿para qué y para quién? ¿Quiénes pagarán la transición energética? Desde el Pacto Ecosocial e Intercultural del Sur, hemos denunciado las asimetrías geopolíticas de este proceso. Las grandes potencias buscan acceder a los minerales críticos para la transición energética y digital, sacrificando los territorios del Sur global y las regiones más pobres del Norte global”.

“Este nuevo extractivismo, que se promueve en nombre de la «transición verde», es abiertamente neocolonial y no busca una transformación del sistema energético, sino seguir alimentando el poder de las grandes corporaciones. Es una transición corporativa e insustentable, ya que no limita el crecimiento ni cambia el modelo de transporte, sino que se basa en la idea de un crecimiento infinito.”

La diplomacia de los metales y el papel de China

“He escuchado la expresión «diplomacia de los metales» en Francia, donde la gente del Ministerio de Energía decía que se habían olvidado de América Latina, pero que ahora volvía a ser relevante por poseer estos metales y minerales. Esto acelera el extractivismo, con mayores inversiones y una financiarización de la situación.”

“China es la gran fábrica del mundo y un hegemón. Su crecimiento y urbanización acelerada, especialmente a partir de la demanda de commodities desde el año 2000, impulsaron el auge de las materias primas en América Latina. El comercio con China es asimétrico, ya que nosotros proveemos materias primas, como la soja para alimentar a sus cerdos. Además, China realiza grandes inversiones en extractivismo, incluyendo las dos mega represas en el sur de Argentina”

El capitalismo de la energía y el fracaso del progresismo

“Estas sociedades complejas requieren cada vez más energía, pero la energía fósil ya no es abundante ni barata. Esto nos ha llevado a los límites biofísicos del planeta. Debemos tomar la decisión de reducir la extracción de combustibles fósiles, lo cual es un gran dilema, ya que el fin de la energía barata podría generar un colapso en los distintos subsistemas.”

“En Latinoamérica, el progresismo gubernamental (la llamada «marea rosa» entre 2000 y 2015) fue un período de hegemonía. Aunque hubo diferentes procesos de democratización, como el de Bolivia, en general, los gobiernos progresistas no hicieron reformas estructurales. En cambio, aprovecharon la expansión del extractivismo para hacer una mayor o menor redistribución. Cuando ese ciclo entró en crisis, no hubo reformas fiscales para captar una mayor renta de los ricos, sino que, por el contrario, los ricos se enriquecieron aún más”

El ascenso de las extremas derechas

“Un elemento común de estas derechas es la polarización asimétrica, que es distinta a la polarización que conocimos en el pasado. En esta, un lado deslegitima y deshumaniza al otro, rompiendo las reglas del juego que antes se respetaban. El ciclo progresista, aunque polarizado, mantenía ciertas reglas y argumentaciones. La polarización asimétrica, en cambio, normaliza la invalidación, el insulto y la descalificación, instalando un régimen en el que lo «anormal» se vuelve normal.”

“El negacionismo también está muy asociado a este ascenso. No se trata solo de discutir cifras, sino de instalar la duda hiperbólica para rechazar la realidad, como el negacionismo sobre los 30.000 desaparecidos o la crisis climática. En Europa, el negacionismo climático de la extrema derecha está ligado al rechazo a los inmigrantes. Algunas corrientes incluso han redefinido la cuestión ambiental, promoviendo el «ecofascismo», que reconoce la emergencia climática pero propone cerrar las fronteras para «proteger» los bienes nacionales, utilizando un discurso de «sangre y tierra». Es importante subrayar que esto no es nuevo y que existen elementos ecofascistas que estigmatizan a los inmigrantes, culpándolos de la crisis climática, lo cual es aberrante”

El caso argentino y el gobierno de Milei

“El gobierno de Milei en Argentina se caracteriza por la polarización asimétrica como una estrategia de construcción política. Esta estrategia se apoya en el uso de redes y «ejércitos de trolls» que corren los límites de lo posible, normalizando el insulto y la deshumanización. Además, hay un intento de instalar un nuevo régimen afectivo, que se basa en el rechazo, la indiferencia y la falta de empatía hacia los demás, tanto humanos como no humanos.”

“La señal que baja desde el poder es que este comportamiento deshumanizante está habilitado. Las emociones y los afectos, como el resentimiento, la ira y la frustración social, circulan a gran velocidad. Todo esto estalló en la propuesta de cambio de Milei. El gobierno no solo busca la estabilidad económica, sino también un cambio en las subjetividades.”

Capitalismo de la fragmentación y zonas liberadas

“Capitalismo de la fragmentación o la creación de zonas liberadas para el libre mercado. Esta es una propuesta de Peter Thiel, cofundador de PayPal y un «súper rico» que promovió la creación de zonas francas, también llamadas «Ciudades de la Libertad». Estas zonas, que pueden ser pequeños barrios o ciudades, están libres de impuestos y de toda regulación, incluyendo los derechos laborales. Su objetivo es favorecer la libertad del capital.”

“Este modelo me sirvió de base para comparar lo que sucede en Argentina. Yo diría que el gobierno de Milei es un experimento, no un modelo consolidado, en el que se ofrece al capital transnacional no una ciudad, sino todo un país liberado de regulaciones. Es una escala completamente diferente. Yo lo llamo la síntesis de la narrativa capitalista del fin, donde el capital avanza sobre todos los bienes, territorios y derechos, arrasando con todo.”

Miradas positivas y alternativas

“Afortunadamente, hay algunas miradas más positivas. En el último capítulo del libro, analizo algunas experiencias emblemáticas que ilustran otros regímenes de afectividad, basados en la cooperación, la interdependencia y otros lenguajes de valoración donde lo humano y lo no humano se entienden en clave de justicia social, de género y ambiental.”

“Desde el Pacto Ecosocial e Intercultural del Sur y el equipo Transiciones, creemos que es necesario pensar en otros horizontes de justicia social y ambiental desde una perspectiva multiescalar.”

“La historia no está clausurada. Los movimientos sociales y las sociedades tienen la capacidad de imaginar otros horizontes y transformar la realidad.”

Entrevista: Juan Alaimes

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