Milei: A contramano del mundo… y del agro
Mientras las potencias occidentales se cierran, el gobierno libertario insiste en su apertura y complica al campo argentino, que tiene en China a su principal cliente. Como consecuencia, ya hay tres popes del sector en concurso de acreedores. ¿Cómo sigue esto?
Redacción Canal Abierto | ¿Es realmente Javier Milei un gobernante que sabe leer su época? La respuesta no es sencilla porque depende de cómo se lo mire. O desde dónde. Y es que, si bien Milei se encuentra alineado a la tendencia de otras derechas pujantes del mundo a suscribir a la agenda antiprogresista —que gustan llamar woke— difiere en lo económico, lo que está repercutiendo en el mercado interno.
A nivel global y a contramano de las políticas libertarias, de un tiempo a esta parte, “el multilateralismo impulsando el libre comercio propio de la globalización se ve desafiado por un creciente proteccionismo de las potencias occidentales”. La cita corresponde a un reciente informe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO) que analiza el impacto del nuevo orden global en Argentina.
En él plantea que la asunción de Donald Trump al frente del gigante del Norte “marca un cambio de época” en este sentido. Este giro político no es casual, sino que responde a una reacción de los países centrales de Occidente ante el avance de China, que combina un potente desarrollo tecnológico y productivo con independencia política y militar de Washington. En este contexto, la nueva derecha nacionalista occidental gana terreno, impulsada por el descontento de la clase trabajadora industrial.
Pero en estas latitudes, la cosa es bien distinta.
“En el presente, el cambio de época desembarcó en Argentina con un presidente distópico que ocupa el papel de personaje gracioso dentro de la nueva derecha occidental. Nuestros libertarios combinan la agenda antiprogresista de sus padrinos del Centro, con un colonialismo cultural y geopolítico donde prima la sumisión a los Estados Unidos como interpretación del interés nacional”, sostienen desde el CESO.
Se resquebraja el frente interno
“Como quien llega tarde a la cita con la historia, la actual gestión libertaria se produce en el marco de un renacer proteccionista en Occidente”, aseguran desde el CESO y explican que “la gestión libertaria parece buscar promover tratados de libre comercio con la Unión Europea y Estados Unidos como estrategia frente al nuevo orden global”.
Pero, puestos a analizar los flujos de exportación, el sector agropecuario tiene a China como su principal destino, y compite directamente con productores norteamericanos. Si tomamos en cuenta los datos del primer semestre de 2024, más del 50% de las exportaciones del complejo sojero se destinaron al mundo No Occidental, cerca del 30% del trigo, y más del 40% de las exportaciones de los complejos del maíz, cebada y girasol.
“Si la geopolítica libertaria en el nuevo contexto internacional genera una reducción de los mercados asiáticos, sería un golpe estructural a un sector donde la actual coyuntura de bajos precios internacionales y fuerte apreciación cambiaria ya puso en crisis a algunas de las principales empresas del sector: Los Grobo Agropecuaria S.A; Agrofina; Surcos; y Campo de Avanzada”, aseguran desde el CESO.
Tanto es así que las dos primeras, junto con la cooperativa láctea SanCor comenzaron esta semana con la apertura del concurso preventivo de acreedores. Surcos, por su parte, anunció el viernes pasado un default de 300 millones de pesos.
La situación es inversa en la industria siderúrgica y de aluminio, que tienen sus principales destinos de exportación en Occidente y compiten fuertemente con las exportaciones chinas. También los sectores ligados a la explotación de petróleo y minería, intereses con los cuales La Libertad Avanza parece estar alineada con representantes propios en el Gabinete.
En tanto en la industria automotriz, sus principales mercados son regionales. Por eso, la actual combinación de baja demanda interna, aumento de los costos en dólares, mayor apertura comercial, y la reducción de impuestos a autos de gama media y alta –que no suelen ser de producción nacional– están poniendo en crisis al sector.
En otras palabras, en este contexto de transición global, el gobierno de La Libertad Avanza no parece querer elaborar una estrategia de desarrollo que contemple las oportunidades y peligros del nuevo orden económico. Incluso complicando a sectores clave, como el agro, al poner en riesgo sus mercados en Asia.
Ilustración: Marcelo Spotti
Fuente: https://canalabierto.com.ar