Milei, Alberdi, fanatismo y tergiversación
“¡Viva la Libertad Carajo! Alberdi revisitado”, es un libro escrito en 12 días, a cinco manos, con la urgencia de entender. Con perlitas históricas y coincidencias biográficas, el texto busca esclarecer en qué medida y para qué el Presidente retoma al mentor de la Constitución Nacional.
Redacción Canal Abierto | “¡Viva la Libertad Carajo! Alberdi revisitado”, es un libro escrito en 12 días, a cinco manos, con la urgencia de entender. Se comenzó a escribir días antes del triunfo del libertario en el balotaje, cuando algunas encuestas lo empezaban a perfilar como ganador, y se terminó de imprimir el 10 de diciembre, el día de la asunción.
“Al caer en cuenta de que Milei podía ganar nos embargó el miedo, pero también hubo una escucha de su discurso y la percepción de que algo se estaba instalando”, relata Nathalie Goldwaser Yankelevich, una de las autoras, sobre el origen del proyecto.
En diálogo con Perdidos en el Espacio, desde los estudios de Radio Provincia, precisó que más allá de esta cuestión de volver al siglo XIX, vieron en el discurso de Milei, y en el binomio que usa en el que enfrenta a “la gente de bien” con “la casta”, “había un modo de sortear la grieta, ya en el abismo de esa grieta”.
La politóloga y doctora en Ciencias del Arte aclaró que no se trata de un libro de chicanas ni de golpes bajos, sino que busca esclarecer hasta qué punto Milei hace una tergiversación de un personaje fundamental de la historia argentina.
En esa línea, otro de los autores, Sergio Zabalza, sostuvo que, para adaptarlo a su ideario, “a Milei le viene bien tomar una perspectiva muy parcial de Alberdi, que corresponde a un texto de 1880, titulado “La omnipotencia del estado es la negación de la libertad””.
En ese texto, un Alberdi exiliado parece escribir tomado por “cierto resentimiento” y “cierta melancolía”. Esos sentimientos, sigue el psicoanalista, “le hacen decir cuestiones muy extremas, como por ejemplo, que la libertad individual es la libertad patriótica por excelencia”. “Si esto fuera así, no hay comunidad posible”, afirma.
Luego, grafica, hay otros textos en los que Alberdi dice que “la libertad es una herramienta vulgar que no puede ser una deidad y que, por tanto, no puede ser fanatizada”. “Esa es una de las primeras tergiversaciones que encontramos, porque en Milei vemos el reverso de lo que Alberdi llamaría un ser político liberal”, apunta Zabalza.
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En Milei también hay “una pasión por tergiversar este sentido de comunidad y llevarnos a un pasado inmemorial, el siglo XIX, para inculcarnos el amor por algo que no existió”, agrega Goldwaser Yankelevich en referencia a las constantes reivindicaciones que el Presidente hace de ese período histórico.
“El siglo XIX no es el que desea Milei, el siglo XIX está colmado de crisis, de movimientos huelguísticos, de hiperinflación, de guerras intestinas. Está la guerra con el Paraguay, con Brasil, y termina en 1890 con la Revolución del Parque, que hizo la Unión Cívica, con Mitre y Alem a la cabeza”, repone la autora.
Perlitas
En uno de sus capítulos, el libro recoge algunas coincidencias entre ambos personajes: “Alberdi, el tucumano, perdió a sus padres y fue criado por su hermana Tránsito. Ahí encontramos, caprichosamente, un parecido con Milei”, cuenta Goldwaser Yankelevich.
Y añade: “Patria es “tierra de los padres”, y observamos que, en los discursos previos a asumir, Milei nunca menciona la palabra Patria, nunca menciona el nombre de una provincia. En ese sentido es alberdiano, porque Alberdi era unitario”.
A partir de esa negación de la Patria, señala la autora, “se podría decir que su proyecto político es transformarnos (tomando las palabras de Alberdi) en guachos, y que su idea es borrar el legado simbólico que nos constituye como sujetos producto de una historia”.
“Hay un libro que se llama “Facundo o Martin Fierro”, de Carlos Gamerro, que diferencia al antiperonista del gorila”, continúa Zbalza. Para el primero, explica, “el peronismo es un enemigo, pero lo reconoce”. “El gorila –en cambio- es el que piensa que nunca debería haber existido el peronismo. De manera velada, Milei plantea volver a una Argentina pre-peronista, porque para él el peronismo no tendría que haber existido”.
“Esa idea –cierra el autor- se conjuga con el proyecto liberal de transformar la nación en un campo de concentración de consumidores, borrando todo legado simbólico”.
El libro es de Milena Caserola puede conseguirse a través de las redes de la editorial. Inspirado en sus protagonistas, el arte de tapa es a libre elección: Una es de Javier Bour y otra de Me Tengo Harta. El plantel de autores se completa con el arquitecto Diego Fiscarelli, la psicoanalista e investigadora Clara Schor Landman y el contador Daniel Caputo.
Fuente: https://canalabierto.com.ar