De que se trata

Milei: Una política nuclear coherente con la OTAN

El ajuste del Gobierno paralizó obras estratégicas como las de los reactores RA10 y CAREM, frenó la puesta en marcha de la Planta Industrial de Agua Pesada y puso en riesgo la extensión de vida de Atucha I y el contrato con China por Atucha III.

Por Rodolfo Kempf | Mirando en un planisferio la distribución de centrales nucleares en el mundo vamos a encontrar que solo Argentina, Brasil y Sudáfrica tienen esa jerarquía en el hemisferio sur. De las 455 centrales nucleares en el mundo solo la inmensa mayoría se encuentran en el hemisferio norte. Si a esta distribución le sumamos la trayectoria innovadora en desarrollo tecnológico del área nuclear Argentina se explica la decisión del Gobierno de clausurar los principales proyectos nucleares que impliquen un grado de avance en nuestra soberanía energética. El gobierno de Milei pone en curso una política en tecnología nuclear coherente con su alineamiento con la OTAN.

Con el estrangulamiento presupuestario quedaron paralizados los proyectos; el Reactor Multipropósito de producción de radioisótopos y dopado de semiconductores (RA10), la Central Argentina de Reactores Modulares (CAREM) y la puesta en marcha de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP). También corre riesgo la extensión de vida de la Central Nuclear Atucha I.

Con la salida de las BRICS, a tono con el nuevo alineamiento, se pone en pausa el contrato con la República Popular China por la construcción de la cuarta central nuclear, Atucha III, que es resistido por Washington y al mismo tiempo, desplaza del mercado mundial al reactor nuclear de baja potencia CAREM, competidor directo de los proyectos yanquis de pequeños reactores modulares.

El cese de las dos obras de construcción nucleares (el CAREM y Atucha III) provocó el conflicto en Zarate que tuvo un pico de lucha en la rotonda el pasado paro general del 9 de Mayo.

El gobierno de Milei ya designó las autoridades en el entramado de empresas del área nuclear en este orden: INVAP, la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN), Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima (NASA), DIOXITEK y la CNEA. El objetivo es colocar a INVAP a la cabeza de una reorganización del área relegando a la CNEA del rol que le asigna la Ley Nuclear 24804. Parte de esta reorganización implica la privatización al 49 % de la operadora de las centrales nucleares (NASA) en la llamada Ley Ómnibus que obtuvo media sanción en la cámara de Diputados.

Argentina tiene minerales de uranio y completa el ciclo de combustible nuclear de forma autónoma, es decir, producir una pastilla combustible, que es una pastilla sólida de dióxido uranio, ensamblarla con aleaciones especiales y conformar un elemento combustible nuclear. Desde la década del 70 Argentina tiene su autonomía en proveer el combustible con los conocimientos acumulados en la CNEA. La planta metalúrgica encargada de la provisión de elementos combustibles a las centrales nucleares es CONUAR (Combustibles Nucleares Argentinos), empresa que durante la última dictadura fue privatizada parcialmente conformando una “Asociación Público-Privada” con el Grupo Pérez Companc. Por lo tanto, existiría un candidato a quedarse con la hipotética privatización de la operación de las centrales nucleares logrando una integración vertical del área hacia una empresa privada. El sueño de la dictadura y el menemismo cumplidos. Desarrollo de conocimiento tecnológico especifico público y jugosas ganancias privadas.

El sector del bloque dominante que expresa Milei se dispone a llevar adelante una reorganización del área nuclear argentina coherente con el alineamiento taxativo a la OTAN. Una perspectiva decadente y declinante.

Frente a esta configuración que avasalla nuestra soberanía, tenemos en nuestras manos un sendero liberador como arma de futuro. Un camino que nos permita distribuir equitativamente las riquezas y tecnología; construir un mundo donde prime la autodeterminación de los pueblos, en unidad, donde no haya imposiciones que acrecienten la desigualdad, la fragmentación, ni la destrucción del planeta; que garanticemos el acceso a las necesidades humanas, sin despilfarro. Hay un futuro posible si reconstruimos un proyecto de unidad y asumimos el lugar protagónico que nos otorga a los pueblos la historia.

Foto: Atucha I

Rodolfo Kempf es Investigador de la CNEA. Especialista en Combustibles Nucleares y residuos radiactivos. Miembro de la Conducción Nacional de la CTA Autónoma.

 

Fuente: https://canalabierto.com.ar

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba