De que se trata

Milei y la mutilación de menores: “La apuesta es generar pánico moral”

Luego de que el Presidente insistiera con la mentira de los centros de hormonización, la activista Florencia Guimaraes habla del impacto de los discursos de odio en la comunidad trans. Además, el artículo de la ley de Identidad de Género que desmiente a Milei.

Redacción Canal Abierto | “Esto es la falacia del hombre de paja. Dicen que vos dijiste algo que no dijiste y a partir de eso te critican”, comenzó diciendo Javier Milei anoche, en una entrevista con LN+, en la que buscaba aclarar que el discurso en Davos que provocó la masiva marcha antifascista del sábado había sido editado y manipulado con fines políticos.

Sin embargo, para sorpresa de nadie, al rato volvió a la carga con los mismos discursos de odio que había vertido en el foro económico, y entre sus dichos más graves y falaces señaló que la provincia de Buenos Aires tenía 240 centro de hormonización, en los que dio a entender que se le amputaban los genitales a niños o adolescentes.

Textualmente, afirmó: “La Provincia tiene 240 centros de hormonización. A mí me parece un horror. Te parece que una criatura, un menor, esté en condiciones de saber… Yo no sé lo que piensa la gente. Desde mi punto de vista que le amputen los genitales a una criatura mientras le llenan la cabeza que es otra cosa distinta de lo que dice su biología… Eso de separar el género de la biología no es gratis”.

Rápidamente, el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, salió a responder que eso por supuesto era mentira y que lo que sí hay en la provincia son 142 consultorios que cuentan con “equipos preparados para trabajar con la población LGBT, especialmente con la población trans. Porque un estudio nos indicaba que la expectativa de vida es de 35 años, la mitad que el resto de la población”, explicó.

También contó que en esos dispositivos “se trabaja con niños, pero no se los hormoniza”. “Sobre todo, y es absolutamente falaz, no se hacen cirugías de reasignación de género en personas menores”, resaltó. “Y se hacen en mayores luego de muchísimo trabajo”, agregó en diálogo con Víctor Hugo Morales en la AM 750.

Al respecto también salió a contestarle la Federación LGBT, con un mensaje bien claro, el artículo 11 de la Ley de Identidad de Género: “Todas las personas mayores de dieciocho (18) años de edad podrán, conforme al artículo 1° de la presente ley y a fin de garantizar: el goce de su salud integral, acceder a intervenciones quirúrgicas totales y parciales…”.

“Lo único que establece la Ley de Identidad es un trato digno”

Con 44 años, la activista trans Florencia Guimaraes es una sobreviviente, y cuenta que aunque ella es de la época de los códigos contravencionales que permitían a la policía detener a personas homosexuales o trans por vestir la ropa del sexo opuesto, o por cosas como “ofender la moral y las buenas costumbres”, “en 40 años de democracia nunca había escuchado a un Presidente decir las aberraciones que dice Milei”.

En ese sentido, cuenta que no para de recibir mensajes de compañeras preocupadas por los dichos del Presidente y sus funcionarios. “Hay mucho miedo, porque por más que salgamos a las calles, que seamos aguerridas muchas de nosotras, y que vamos a estar en las calles todo el tiempo y donde sea repudiando esto, también hay mucho miedo”.

“Y es común -explica- porque la expectativa de vida sigue siendo de 40 años y porque tenemos miedo de levantar el teléfono y que nos avisen ‘mataron a una, asesinaron a otra en una comisaría, murió otra en un hospital, se suicidó otra niña trans’”.

En ese sentido, recuerda que a pesar de los avances en materia normativa, la discriminación y la falta de acceso a derechos básicos sigue siendo una realidad muy extendida en esa población, que también registra altas tasas de suicidio, en especial entre las y los más jóvenes.

“Hay muchos sectores de la sociedad donde esas niñeces y juventudes travesti y trans siguen siendo expulsadas de sus hogares. Entonces, imagínense lo que desencadenan todos estos discursos, lo que sucede dentro de esas familias cuando hay una niñez travesti o trans o una juventud travesti o trans. Es realmente de una crueldad absoluta, tanto por parte de esas familias que rechazan esas niñeces, como por parte de un Presidente que legitima y que incentiva inclusive a que esto siga sucediendo”, sostiene.

Guimaraes, que actualmente está a cargo del programa de Acceso a los Derechos de la población travesti trans en la Casa de la Justicia de la Mujer de la Ciudad de Buenos Aires, también cuestiona que se busque generar “pánico moral” apelando a las niñeces, cuando por otro lado nadie se horroriza, por ejemplo, con lo que pasa con las personas intersex.

“El sistema médico todavía sigue tomando decisiones, desinformando a las familias y diciendo, ‘bueno, hay que mutilar a esta persona recién nacida porque tiene que encajar en esta sociedad’. De eso nadie se asombra, nadie se asusta, pero sí se pone en cuestión nuevamente a las niñeces trans, que existen, que tienen derechos y que lo único que se pide y que sí está en la Ley de Identidad de Género es el derecho a un trato digno”, resalta.

“El trato digno que -aclara- tiene que ver con el respeto a la identidad, al nombre elegido, a los pronombres, y que nada tiene que ver con estas cuestiones de la hormonización, que es un derecho de las juventudes travesti y trans, pero no de las niñeces, porque no es legal en Argentina”. Entonces, lamenta, todo lo demás, “también es es parte de la desinformación, de las fake news y de todo esto que van instalando la sociedad”.

Ilstración: Marcelo Spotti

 

 

Fuente: https://canalabierto.com.ar

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