Olavarría: denuncian que el intendente “persigue, acosa y amenaza trabajadores”

En otro capítulo de la polémica entre el Sindicato de Trabajadores Municipales de Olavarría y la gestión del intendente Maximiliano Wesner, el titular del gremio, José Salvador Stuppia, denunció que la gestión del alcalde de La Cámpora “persigue, amenaza y acosa laboralmente a los trabajadores”

“La gente sabe bien quiénes somos nosotros y no se come ningún sapo. Estos tipos persiguen a los trabajadores, la acosa laboralmente, la amenaza. Siempre juegan con el miedo. Los trabajadores conocen quienes son ellos”, fustigó Stuppia en diálogo con Diputados Bonaerenses.

Según expone Stuppia, el conflicto con Wesner se remonta a los primeros días de enero, cuando el gremio de municipales de Olavarría se enteró que el Ejecutivo no le iba a honrar la deuda que tenía la gestión anterior, pese a que sí lo hicieron con los pasivos que tenían con los provedores.

En ese sentido, la lucha con los municipales de Olavarría escaló tanto que funcionarios de Wesner tuvieron que salir a defender la gestión. Una de ellas fue la jefa de Gabinete, Mercedes Landívar, quien señaló que la problemática del gremio de Stuppia “no es salarial, sino política”.

“El conflicto es político, hay que decirlo porque los trabajadores tienen que saberlo. Es político, no es laboral ni salarial. El Sindicato de Municipales de Olavarría tenía muchas concesiones con la gestión anterior que nosotros decidimos no seguir sosteniéndolas, como no lo haríamos con ningún sindicato”, sostuvo Landívar.

Ante estos dichos, Stuppia salió con los tapones de punta y trató de “mentirosos” a Landívar y Wesner. “Quieren desviar la atención de los trabajadores diciéndole que es político no es gremial y la verdad, que a un tipo que gana $300 mil decirle que no es gremial, se le ríe en la cara todo el mundo”, disparó.

“Ellos siguen con el relato queriendo mentir, pero los trabajadores saben quiénes los defiende. Nosotros somos un sindicato siempre estuvimos a la altura de las circunstancias y le hicimos reclamos a todos los gobiernos, porque siempre la política quiere avasallar y quiere utilizar la plata de los compañeros. En los 20 años que llevamos, no hubo uno que no tuviésemos conflictos. En el último año de Galli tuvimos dos conflictos en 12 meses”, recordó Stuppia.

Actualmente, las rispideces entre los estatales de Olavarría y la intendencia de Wesner está lejos de llegar a su fin. Por estas horas, el gremio de Stuppia lleva a cabo una olla popular frente a la Municipalidad que “no tiene fecha de término”. “La gente sabe bien quiénes somos nosotros y no se come ningún sapo. Estamos muy bien, pero esperemos que se resuelva el conflicto para darle tranquilidad a todos los trabajadores y trabajadoras”, cerró.

Olavarría: el conflicto entre los municipales y Wesner

En rigor, el referente de los municipales de Olavarría denunció que Wesner le sacó 8 puntos del presupuesto a los trabajadores estatales, lo que equivaldría a unos $2 millones que se distribuyen entre los tres mil trabajadores. “El resultado son estos sueldos tan empobrecidos. El último aumento del 12% significa un incremento del $300 la hora, y para los monotributistas equivale a $21 la hora”, soltó.

“En diciembre, de un plumazo nos arrebataron el 25% de nuestro salario, que le correspondía abonar a la gestión del intendente Wesner. Después vinieron aumentos en febrero con base a octubre, y de ahí en más se distorsionaron todos los incrementos que fue dando por decreto este Gobierno municipal. Entonces, si el aumento es reactivo a meses anteriores, más allá de lo que abonen nos deben muchísima más plata, un 64%”, profesó Stuppia.

Además, el sindicalista de Olavarría explicó que la intención de Wesner es vincular el problema salarial con el ajuste de Nación, algo que a su criterio no es lógico debido a que el municipio tiene “una órbita económica muy amplia, como la minería, la industria, el comercio, la ganadería”. “Ellos le echan todas las culpas al Gobierno nacional, pero más allá de que ha caído la actividad el problema de nosotros es la baja participación dentro del presupuesto”, indicó.

“Es una violencia muy grande, hay una persecución y amenazas contra los trabajadores. Los municipales se cansaron, nos pidieron que tomemos medidas. Nos aplicaron la conciliación obligatoria que duró 30 días, por lo que comenzamos con las asambleas permanentes en todos los lugares de trabajo. Sabemos que este conflicto va a durar mucho tiempo, entonces encaramos  la estrategia necesaria para que esto perdure todo lo que se extienda la situación”, cerró Stuppia.