Opulencia y exclusión en una nueva muestra de Pablo Páez Riva
El reconocido artista presenta “ASCESIS, la bidimensión desconocida”, su nueva muestra. “Su trazo, preciso y minucioso, alcanza en el dibujo una potencia expresiva que trasciende lo meramente técnico para situarse en el terreno de lo simbólico y lo social”, dice la presentación.

Por Inés Hayes | El artista Pablo Páez vuelve con una muestra sobre la humanidad en esta etapa crítica del capitalismo. Puede verse en Nápule Galería de Arte (José A. Terry 300, en el Barrio Inglés de Caballito en la Ciudad de Buenos Aires) y se llama ASCESIS, la bidimensión desconocida. Este viernes a las 18, en el marco de la fiesta de San Genaro, santo patrono de la ciudad de Nápoles, también habrá especialidades italianas, shows de música en vivo y otras sorpresas napolitanas.
El nombre de la muestra procede de la práctica que Platón aplicaba al ámbito de la moral. Según Julio Sapollnik, la obra de Pablo Páez Riva se configura como un ejercicio de lucidez plástica y compromiso con la contemporaneidad:
“Su trazo, preciso y minucioso, alcanza en el dibujo una potencia expresiva que trasciende lo meramente técnico para situarse en el terreno de lo simbólico y lo social”.
En piezas como Fábrica de Living, dice Sapollnik, el artista dispone los elementos frente a una vidriera y, a través de una perspectiva acelerada, construye una diagonal que conduce la mirada hacia el fondo del salón. La perfección del interior contrasta con la presencia de un joven que, en la vereda, duerme en el suelo. Este contraste remite a la tensión entre opulencia y exclusión, eje que atraviesa gran parte de su producción.
En palabras de Julio, el trabajo de Páez Riva dialoga con imágenes icónicas de la historia visual, como la célebre fotografía de Margaret Bourke-White tomada durante la Gran Inundación del Río Ohio en 1937. En ella, hombres y mujeres afroamericanos esperan en fila frente a un cartel publicitario que proclama: “El nivel de vida más alto del mundo”. Esa misma ironía entre representación y realidad se reactualiza en los lienzos del artista.
Páez Riva, explica Sapollnik, construye con acrílico sobre tela escenas de una crudeza silenciosa, ejecutadas incluso con pinceles de un solo pelo. Sus figuras, solitarias y expulsadas del sistema productivo, sobreviven en la intemperie como metáforas de la exclusión social. No obstante, la densidad de estas imágenes se equilibra con una rigurosa estructura formal: ritmos visuales, contrastes de color y disposiciones espaciales que elevan la angustia a una categoría estética. Giorgio Agamben advierte: “El contemporáneo es aquel que mantiene la mirada fija en su tiempo para percibir no la luz, sino la oscuridad”. Páez Riva, en este sentido, es radicalmente contemporáneo.

En otras composiciones, la mirada del artista se dirige hacia figuras de poder, retratadas en espacios de aparente calma, pero fragmentadas por tensiones cromáticas que aluden a conflictos globales. El cuerpo se convierte así en territorio vulnerable, atravesado por fuerzas políticas y económicas que exceden lo individual.

Como explica la curadora Julia Aguilar: “Ascesis, del griego áskesis, es un término que Platón aplicó al ámbito de la moral, para referirse a la actividad del alma que, liberada del cuerpo, regresa a su lugar de origen. La propuesta de Pablo Páez Riva nos conduce en esa dirección: hacia un espacio donde la sensibilidad y el pensamiento se integran, enalteciendo la obra de arte como lugar de resistencia y sentido”.


Fuente: https://canalabierto.com.ar





