Persecución y muerte en Isidro Casanova: policías acusados y un fallecido sin antecedentes penales
Se trata del caso de Lucas Acosta, un joven de 21 años que fue abatido por oficiales en un episodio que se encuentra en plena investigación.
A principios de este año, Isidro Casanova fue el escenario de un episodio de persecución y muerte. Allí, un sargento de la Policía de la Provincia de Buenos Aires abatió a Lucas Acosta, de 21 años, de un balazo en el tórax en un confuso episodio que tuvo lugar en el barrio San Alberto. En total, hay 18 policías imputados por el hecho.
En diálogo con este medio, fuentes judiciales de la investigación recordaron que solo cuatro de los oficiales se encuentran arrestados. Tres de ellos están detenidos por el delito de “Encubrimiento agravado” y uno de ellos, por “Homicidio agravado”. Sin embargo, los restantes fueron excarcelados por el Juzgado de Garantías.
“Apelamos las excarcelaciones y la Cámara confirmó lo que en su momento el Juzgado decidió. Por lo tanto, no tuvimos suerte, para nosotros deberían estar detenidos”, señaló un ayudante fiscal de la investigación a este medio.
Además, explicó la razón de sus fundamentos: “Apelamos por el delito grave que se les imputaba. A pesar de esto, los excarcelaron porque argumentaron que no había riesgos procesales. Desde nuestro lugar, pensamos distinto”.
Los detalles del episodio de persecución y muerte
Según la reconstrucción del hecho, el 4 de enero en horas de la madrugada, un grupo de efectivos policiales quiso identificar al ocupante de una camioneta Ford Ecosport de color blanca. Ante esta situación, el conductor, que percibió la presencia de las fuerzas de seguridad, ingresó al barrio Puerta de Hierro.
Horas más tarde, alrededor de las 7.30, los oficiales divisaron el vehículo en la esquina de Guatemala y la avenida Crovara, en San Justo. En esta oportunidad, los ocupantes nuevamente decidieron evadir el control, pero efectivos policiales, inmediatamente, dispusieron un operativo cerrojo. Un patrullero del Comando Patrulla les cerró el paso y, en el barrio San Alberto provocó que chocaran de frente contra el móvil.
Según el relato de los policías, Acosta les apuntó con un arma de fuego, por lo que se le impartió la voz de “alto policía” y, luego, el sargento le disparó con su pistola Bersa Thunder calibre 9 milímetros reglamentaria: la bala ingresó en el tórax de la víctima y le produjo la muerte.
Tras el suceso, los agentes preservaron la escena y dieron intervención al fiscal Arribas, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática de Homicidios del Departamento Judicial de La Matanza. Desde allí, el fiscal dispuso que Gendarmería Nacional Argentina (GNA) realice las actuaciones del caso por haber policías involucrados y que se relevaran las cámaras de seguridad ubicadas en las inmediaciones.
En ese momento, el fiscal no había adoptado ningún temperamento en cuanto al sargento que mató a Acosta. Sin embargo, todo cambio con el avance de la investigación.
Por otro lado, luego se constató que la numeración del chasis de la camioneta estaba adulterada y que el verdadero dominio del vehículo tenía pedido de secuestro activo por el delito de «Robo automotor» con fecha del 21 de octubre último, a requerimiento de la comisaría de La Tablada.