Postales de alegría por la cruzada solidaria “Sol de Mayo” en El Impenetrable
Familias de El Impenetrable chaqueño recibieron donaciones de todo tipo gracias a la voluntad de los vecinos matanceros que mantienen viva la campaña solidaria.
La decimocuarta campaña solidaria “Sol de Mayo” a El Impenetrable chaqueño por parte de familiares de Manuel Coronel, vecino de Rafael Castillo, fue un éxito. Estas cruzadas, que son realizadas por el matancero desde hace catorce años, mantienen un fiel compromiso con los pueblos originarios que viven en la zona.
A pesar de que Manuel no estuvo presente en esa travesía, ya que padece algunos problemas de salud, su familia continúa con el legado. Gracias a ellos, y a la buena voluntad de todos los vecinos de La Matanza que eligen colaborar, los chaqueños de El Impenetrable reciben donaciones de alimentos no perecederos, ropa de todo tipo y calzado, entre otras cosas.
“Necesitamos más de 200 cajas de alimentos para alcanzar el objetivo”, había compartido en una entrevista tiempo atrás Sonia Coronel, sobrina de Manuel, a El1. Las imágenes, hablan por sí solas; decenas de personas se acercan a recibir arroz, harina, azúcar, yerba, zapatillas y colchones.
La experiencia también es acompañada por el entretenimiento a los más chicos y, por qué no, a los grandes. Se realizaron números circenses para toda la familia, en pos de compartir un momento ameno y de reunión junto a los residentes del lugar.
El origen de “Sol de Mayo”
Manuel Coronel conoció las necesidades de los pueblos originarios de El Impenetrable chaqueño gracias a un informe televisivo: aquella noche no pudo dormir pensando de qué manera podría ayudar a quienes más lo necesitaban. También le recordó su infancia en Sol de Mayo, un pequeño pueblo de la provincia de Santiago del Estero, donde pasó su infancia con carencias.
Al haber vivido personalmente la falta de elementos básicos, no lo dudó. Manuel comenzó a juntar ropas y alimentos no perecederos con un objetivo en mente: ayudar a aquellas comunidades. Dos meses después, se adentró en El Impenetrable con dos camionetas cargadas de donaciones. A 14 años, el legado continúa de la mano de su familia.