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Presidencia Milei: entre el incendio y el engaño

Un trabajo del economista Tomás Raffo para el Instituto de Estudio y Formación de la CTA Autónoma analiza las primeras medidas anunciadas por el Gobierno y describe el mecanismo de creación de una realidad para aplicar un ajuste desproporcional

Redacción Canal Abierto | El co-coordinador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma Tomás Raffo publicó un trabajo analizando la coyuntura económica y los primeros pasos del gobierno que encabeza Javier Milei.

Bajo el título Milei el incenciario. Llamando a la híper para hacer el ajuste, Raffo compara al Presidente con dos figuras de conocimiento popular. Por un lado Nerón, el emperador que hizo incendiar Roma y por otro el pastorcito mentiroso, protagonista de la fábula en la que mandaba falsos pedidos de auxilio ante la supuesta llegada de un lobo que le comía las ovejas, hasta que un día el lobo llegó y cuando quiso pedir ayuda nadie le creyó.

“Lo mismo puede decirse de Milei, que de tanto llamar a la hiperinflación, que él y su gobierno van a evitar, finalmente la hiperinflación vino pero por efecto de las medidas tomadas por su gobierno”, se plantea en la introducción del texto.

El núcleo del estudio se basa en los supuestos números de inflación que tanto el Presidente como otros voceros gubernamentales como el ministro de Economía Luis Caputo esgrimen haber recibido sin aportar ninguna base que los sustenten. Según éstos, estamos ante una potencial inflación del 15.000% mensual.

“Un verdadero disparate, pero no por serlo deja de tener importantes consecuencias sobre la vida de los argentinos”, afirma el trabajo de Raffo.

El economista desglosa el recorrido del razonamiento que intenta fundar la afirmación hecha por el Presidente en su discurso inaugural en las escalinatas del Congreso: “a) estamos en un escenario como el Rodrigazo, donde la inflación se multiplicó por 6; pasó del 30% al 180% anual; b) estamos con una tasa de inflación del 300% en la punta; c) como estamos en el Rodrigazo, la tasa de inflación es en realidad del 1800% (a 300% lo multiplicó por 6); d) como tenemos cepo cambiario, el sobrante de dinero es del doble que el del Rodrigazo, suponemos que por efecto de la brecha cambiaria, por lo que hay que multiplicar por 2 la tasa del 1800%; por lo que en realidad la inflación verdadera es del 3600%; e) pero en realidad como están las Leliqs, ellas representan 4 veces el sobrante de dinero, por lo que hay que multiplicar por 4 la tasa de inflación, por lo que la misma pasa a 14.400%; y ya que estamos, redondeamos al 15.000%”.

Párrafo seguido, Raffo asegura que “todo este argumento, punto por punto, es enteramente falso”, pero advierte que “como enseña el psicoanálisis, la mentira no por serlo deja de tener efectos, más aún cuando la realidad tiene estructura de ficción. Es una mentira que busca, y lamentablemente parece lograr, instalar la hiperinflación como un hecho concreto en la coyuntura actual”.

El trabajo se encarga de desmantelar cada una de las afirmaciones que asimilan el momento actual con el Rodrigazo y arroja números de inflación más elevados que los reportados hasta ahora por el INDEC. En el desarrollo de estas explicaciones, queda en claro que el objetivo del Gobierno es presentar una realidad mucho más adversa que la que atravesamos.

Sobre el final, Raffo explica el porqué de este mecanismo en torno a las medidas anunciadas por el ministro Caputo el martes pasado.

El primer punto es la exacerbación de la inflación como mecanismo de ajuste a partir de la devaluación del tipo de cambio, la eliminación de subsidios a servicios y transporte, y el aumento del Impuesto PAIS al dólar importador, que se traslada a productos.

Luego, alerta que “no se dijo, pero es constitutivo de estas políticas retrasar la evolución de salarios y jubilaciones, así como también de los programas sociales respecto al aumento general de precios. Particularmente el ajuste de las jubilaciones pueden lograrlo rápidamente, incluso sin alterar la fórmula de movilidad, eliminando los bonos que la anterior gestión daba para compensar los deficientes resultados que alcanzaba la ecuación. Hay que considerar que actualmente los bonos representan más de la mitad del haber mínimo, con lo cual el recorte inmediato puede llegar a ser del 34%. Seguramente también buscarán modificar los criterios en materia de aumentos en las paritarias de los trabajadores estatales para completar el objetivo”.

Los siguientes puntos que aborda el trabajo se refieren a los mecanismos de disciplinamiento: la promoción de los despidos y el ajuste en las provincias.

Respecto del primero, Raffo plantea que los despidos masivos en el sector público, de los contratados con menos de un año de duración, “supone un deterioro expreso de los trabajadores afectados y sus familiar, pero también un disciplinamiento laboral al resto de la planta de empleados públicos y de los trabajadores en general”.

“Con el freno de la obra pública, la eliminación de aquellas que no empezaron se busca promover un despido masivo de trabajadores del sector, lo que tendrá un correlato en el ajuste de las condiciones de vida de ellos y sus familias. Acá el ajuste del empleo impacta directamente en el sector privado. Parece poco probable que el interés privado se preocupe por atender el déficit en materia de vivienda, en materia de infraestructura y servicios básicos de educación, salud, agua potable, conectividad etc. Más allá de esta cuestión, la interrupción de la inversión pública afecta de manera directa los niveles de actividad económica y empleo (especialmente, el empleo en las provincias)”, agrega.

Y advierte que la “libertad absoluta para importar bienes y servicios del exterior, lo que tendrá un primer impacto en el deterioro de la producción local, y con ello en el empleo del sector privado”.

Respecto del ajuste a las provincias, Raffo puntualiza que “la reducción de las transferencias a las provincias involucra en un 44% los pagos del Fondo de Incentivo Docente, el Fondo de Fortalecimiento fiscal de la Provincia de Buenos Aires y las transferencias a las Cajas Previsionales y en un 10% las transferencias que tienen por destino hospitales y comedores en las provincias. Es decir, detrás de esta definición no está en abstracto la relación con las provincias, estamos hablando de los ingresos de trabajadores/as y jubilados/as”.

Por último, el trabajo describe estrategias de contención social y cosmética para justificar el ajuste. En este rubro incluye los aumentos de los montos de la AUH y Tarjeta Alimentar, la reducción de la estructura del estado y la suspensión de la publicidad oficial.

Se argumenta que “se incrementaran la AUH y la Tarjeta Alimentar porque en ellas no hay intermediarios y se congela el Potenciar Trabajo para terminar con el clientelismo. No se les ocurrió una solución mejor frente al desastre social que promueven, para quienes están sumergidos en la pobreza como podría ser la universalización del Potenciar Trabajo para quienes estén en condiciones de informalidad laboral en lugar de congelarlo que además de ampliar la cobertura eliminaría la intermediación”.

“Así, tanto la AUH como la Tarjeta Alimentar van sobre la misma población, es decir, cerca de 2,4 millones de personas, cubriendo apenas el 48% de la población pobre. Ambas prestaciones, para colmo, vienen acumulando fuertes atrasos que sin contabilizar el salto en los precios ocurrido en las últimas semanas, en el caso de la AUH acumula una caída del 36% real respecto a diciembre 2019 (del 47% respecto a diciembre 2015) mientras la Tarjeta Alimentar está un 44% por debajo del valor q tenía al momento de implementarse en enero 2020. En el contexto del derrumbe de la actividad y la escalada inflacionaria limitan a lo mínimo la cobertura social de los más postergados”, prosigue el trabajo.

Y agrega que “un plan de cosmética de reducción de los gastos políticos, en primer lugar la suspensión de la pauta publicitaria, afectando principalmente a los medios independientes y alternativos, no a los grandes medios, y una reducción del gasto político en materia de cargos, funciones, secretarías y ministerios, que es un maquillaje del verdadero ajuste que se cierne sobre el pueblo argentino”.

“Todas las medidas fueron expuestas luego de argumentar, una vez más, de manera falaz y reñida con los más elementales manuales de economía la centralidad del déficit fiscal en la explicación de todos los problemas y puntualmente de la inflación. Se pretende vender como novedoso un planteo que ya esgrimieron Martínez de Hoz, Cavallo y Macri y que solo sirvió de pantalla y justificación a políticas que devastaron la economía y la sociedad argentina. Nada se señaló respecto a que la mitad de esos 5,5 p.p. del PBI de déficit se explican por los intereses de deuda”, destaca.

El trabajo concluye planteando que al Gobierno “tampoco parece importarle el hecho de que dijo que los anuncios van a incrementar el peso de los pagos de deuda pública en el presupuesto (en el próximo año 2024 el monto de intereses de deuda en moneda extranjera asciende a USD 8.000 millones) así como también el aumento de los pagos vinculados a los pasivos remunerados del Banco Central. Ambas cosas impulsadas por la devaluación de más del 100 por ciento”.

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