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¿Qué es Hezbollah por qué se enfrenta a Israel /¿Este conflicto puede desatar una guerra regional con alcances inciertos, en la paz mundial?

PANORAMA INTERNACIONAL 02 DE OCTUBRE 2024.

Por Daniel Ariza. Analista Política Internacional.

(Parte I.)

En esta primera nota de tres columnas, Intentaremos esclarecer para los lectores, qué es en realidad Hezbollah (Partido de Dios), para que puedan comprender la complejidad del conflicto que existe actualmente en Oriente Medio. La Organización, a partir del 8 de Octubre del año pasado, oportunidad en que Israel inició sus operaciones en la Franja de Gaza- Palestina-, después de sufrir un ataque en su territorio, donde fueron asesinadas unas 1200 personas y tomadas como rehenes unas 240, mediante un constante hostigamiento sobre el territorio Israelí, apoyando a Hamas, consistente en ataques con misiles y drones al norte de Israel.

Hezbollah es básicamente una organización libanesa, considerada terrorista por gran parte de la comunidad internacional. Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, la Liga Árabe, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Australia, Israel, y en Latinoamérica Argentina, Paraguay, Colombia, Honduras y Guatemala se encuentran entre los países y organismos que la designan como tal, dada su probada participación en diversas actividades terroristas alrededor del mundo.

Actualmente, Hezbollah ocupa un roll preponderante en la política interna libanesa, y sus miembros son funcionarios activos en los diversos Poderes del Estado. Pertenece a la corriente chiíta del Islam, por lo que en términos religiosos y geopolíticos responde a la República Islámica de Irán, tal es así que su extinto líder, Hassan Nasrallah, era considerado un emisario directo del Ayatollah Khamenei, líder supremo de Irán.

En América Latina, especialmente en la “Triple Frontera” entre Argentina, Brasil y Paraguay, Hezbollah opera en actividades vinculadas al reclutamiento, el lavado de dinero, el tráfico de estupefacientes y mantiene vínculos estrechos con organizaciones del crimen organizado. ¿Cómo Hezbollah comenzó a ser una amenaza para Latinoamérica y el Mundo? Por un lado, Hezbollah surgió como referente de la facción chiita en el Líbano sosteniendo el estandarte frente a la “opresión occidental” representada en el oriente medio por Israel.

En el Líbano conviven cristianos, musulmanes sunnitas y chiítas, pero históricamente han existido tensiones entre ellos. Entre 1975 y 1990, tuvo lugar un proceso de conflictos complejos, que enfrentó principalmente a facciones musulmanas y cristianas, pero involucró también a otro actor regional con fuerte presencia en el Líbano, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), quien se encontraba en los territorios del sur, desafiando a la soberanía libanesa y representando una fuente de inestabilidad en la zona.

En respuesta a ello, en 1982, el Estado de Israel movilizó sus fuerzas armadas al sur del Líbano, lo que tuvo como efecto incrementar entre los libaneses el fuerte sentimiento antioccidental y antisionista que ya venía germinando en Medio Oriente desde tiempo atrás.

Fue en este contexto que nació Hezbollah, como “vanguardia” de la resistencia del pueblo libanés frente a la “opresión occidental” representada por el Estado de Israel. Tal objetivo quedó plasmado en su carta fundacional: “nuestra lucha terminará sólo cuando Israel sea eliminada. Nosotros no reconoceremos ningún tratado con él, ningún alto el fuego, ni ningún acuerdo de paz”. Sin embargo, en segundo lugar, otro proceso político en la región también fue clave para explicar la emergencia de Hezbollah.

La autodenominada “Revolución Islámica de Irán”, sentó las bases ideológicas y forjó la alianza entre Hezbollah y la nueva potencia regional que perdura hasta hoy. A principios de 1979, un alzamiento popular derrocó a la dinastía prooccidental del último Sah (monarca) de Persia e instauró el régimen teocrático islámico que continúa vigente hasta la actualidad.

Este acontecimiento, marcó un fuerte impulso para la difusión de una versión radicalizada del islam que tuvo efectos sobre todo el mundo musulmán. Es así como Hezbollah e Irán, comparten su versión chiíta del islam y también grandes intereses regionales y geopolíticos; fueron consolidando sus lazos de cooperación e influencia, y Hezbollah se convirtió en un agente iraní en el Líbano que sirvió (y continúa sirviendo) como brazo de acción para operaciones terroristas alrededor del mundo.

Actualmente, Hezbollah es una organización armada, entrenada y equipada con alta tecnología. Es mucho más peligroso que el Hezbollah revolucionario de la década de 1980, tanto por los medios a su disposición como por la política de doble cara que emplea. En efecto, Hezbollah no abandonó sus objetivos; simplemente cambió el ritmo de su implementación. Hezbollah opera simultáneamente tanto dentro como fuera del sistema político libanés, hecho que le permite un mayor margen de maniobra en ambos ámbitos.

La fachada pragmática de la organización, ha engañado y sigue engañando a investigadores y actores en el ámbito internacional. De hecho, la entrada de Hezbollah en el Parlamento libanés en 1992 y el gobierno libanés en 2005, fue percibido por muchos como un primer paso importante que demostró la moderación de la organización y el abandono de su ideología radical. Hezbollah, incluso implementó una serie de medidas destinadas a resaltar el cambio por el que supuestamente pasó.

Desde principios de la década de 1990, Hezbollah fortalece su imagen como un movimiento de resistencia libanés legítimo que lucha contra un ejército de ocupación. Como parte de este esfuerzo, Hezbollah ha limitado el alcance de sus actividades terroristas contra objetivos occidentales en el Líbano y en el ámbito internacional.

La organización, solo llevó a cabo ataques clandestinos de “alta calidad”, no asumió la responsabilidad oficial de los ataques y negó cualquier conexión con las operaciones. Los atentados contra objetivos judíos e israelíes en Argentina (1992 y 1994) y el atentado contra estadounidenses en las Torres Khobar en Arabia Saudita (1996) son ejemplos destacados de atentados con las características mencionadas.

Hezbollah, logra convencer a diferentes autoridades de que su actividad se centra en la arena sociopolítica en el Líbano y la protección del país de la agresión israelí, sirviendo como elemento disuasorio. Después de la retirada israelí del Líbano en mayo de 2006, Hezbollah comenzó a apoderarse sistemáticamente del sur del Líbano y trabajó para profundizar su control sobre la población, al hacerse cargo de las áreas sociales y administrar los servicios civiles.

Hezbollah logró establecer una red operativa en el sur del Líbano que incluye: varias armas avanzadas, cuarteles generales, puestos de comunicaciones, depósitos de armas, sitios de lanzamiento de cohetes y puestos de recopilación de inteligencia. Además, Hezbollah colocó armamento táctico y estratégico avanzado en el terreno, como cohetes terrestres de mediano alcance, miles de cohetes Katyusha, misiles tierra-mar y misiles antitanque avanzados.

Estas armas, proporcionadas a Hezbollah por Irán y Siria, permitieron a la organización construir un marco militar sustancial que no tiene paralelo con ningún otro grupo terrorista en el mundo. Esta realidad creó una “disuasión mutua” con Israel, que tenía una parte importante de su población e instalaciones de infraestructura vitales a una distancia de ataque de los misiles de Hezbollah.

Una organización terrorista híbrida, es aquella que tiene dos o más patas, una combinación de legítima e ilegítima. Ganor (2015) explica que, “la organización terrorista híbrida conjuga dos, y a veces tres, componentes: un ala militante-terrorista, un ala política y un ala dedicada a brindar servicios de bienestar social”. La organización terrorista híbrida se esfuerza por “integrar da’wa [trabajo misionero], infraestructura social y yihad, y aprovechar los tres para ganar poder político” (Azani 2013). Estos tres elementos, fueron las piedras angulares de la Hermandad Musulmana y ayudaron a consolidar aún más la organización terrorista en la sociedad del pueblo. Hay factores tanto internos como externos que hacen que una organización terrorista se convierta en híbrida. Uno de ellos es la falta de un gobierno eficaz.

La adopción de ramas legítimas no exime a la organización de seguir siendo terrorista. Uno de los targets objetivos de una organización terrorista son principalmente los civiles. Si bien pretende representar a la gente, a menudo la organización se integrará en áreas densamente pobladas. “La organización terrorista híbrida planta sus bases militares de operación, sus lanzacohetes y sus combatientes en escuelas, mezquitas, hospitales y otros edificios públicos, convirtiendo efectivamente a sus partidarios en escudos humanos”.

El uso de civiles como escudos humanos, de acuerdo con el Derecho Internacional, está prohibido y constituye una actividad terrorista. Si se examina en profundidad, la actividad y el comportamiento de Hezbollah en los escenarios internacionales y regionales, surge una imagen muy diferente de la que Hezbollah intenta retratar.

El Consejo Shura -la junta ejecutiva de la organización- está al mando de sus operaciones militares y terroristas por un lado y de su actividad social y política por el otro. Además, sus propios líderes revelan la verdadera realidad. Por ejemplo, en enero de 2002, el representante parlamentario de Hezbollah, Muhammad Fanish, declaró que “no se puede separar la rama militar de Hezbollah de su rama política”.

“Desde 1982, Hezbollah ha pasado de ser una organización terrorista de ‘vanguardia revolucionaria’ empeñada en derrocar violentamente al gobierno libanés a una organización terrorista híbrida que utiliza herramientas políticas legítimas con el mismo fin” (Azani, 2013).

Azani argumenta que Hezbollah pudo hacer esta transformación, porque profundizó “su compromiso con tres áreas de actividad relacionadas y complementarias: da’wa y bienestar social, resistencia militar (yihad) y actividad política”. Hezbollah, como organización terrorista híbrida, intenta mostrarse como organización con legitimidad y así ganar el apoyo de la comunidad internacional.

Desde el punto de vista de la organización terrorista híbrida, al lanzar ataques terroristas que conducen a contraataques por parte de los Estados, es con intención de deslegitimar y demonizar al Estado, quien necesita abstenerse de caer en la trampa que está tendiendo la organización terrorista híbrida y calcular sus campañas ofensivas en consecuencia.

Es necesario aclarar la legitimidad o ilegitimidad de una organización. Las democracias liberales occidentales se enfrentan a un dilema: ¿qué hace que una organización sea legítima? Algunos creen que el proceso político, como las elecciones, legitima una organización terrorista. Más bien, la legitimidad debe provenir de los objetivos de la organización, la plataforma política y los tipos de actividades que eligen utilizar para lograr sus objetivos políticos.

Más allá de su centro operacional en el Líbano, donde ya hemos mencionado su intervención política partidaria y de influencias en el sistema político libanés; Hezbollah también opera en diversas regiones, entre las cuales destacaremos algunas. En el ámbito regional Hezbollah mantiene una estrecha relación con Irán y Siria, vínculos importantes y poderosos que influyen en las capacidades de la organización, ya que Hezbollah cuenta con el apoyo militar, político y financiero de ambos países. El pacto de defensa estratégica firmado entre Irán y Siria en junio de 2006, fortalece la posición de Hezbollah y asegura el apoyo militar y financiero continuo incluso después de la Segunda Guerra del Líbano.

Irán puede utilizar a Hezbollah para promover los objetivos de la revolución islámica, promover los intereses iraníes en el Medio Oriente y servir como fuerza de represalia en caso de que la crisis que rodea al programa nuclear iraní lo amerite. En la arena internacional, Hezbollah estableció su infraestructura de red terrorista en más de 40 países y la controla centralmente a través de los Consejos Shura y Jihad encabezados hasta hace una semana por  Hassan Nasrallah, quien estuvo al frente de la organización 32 largos años .

Esta red terrorista internacional, cuyas células han intentado y llevado a cabo ataques terroristas desde la década de 1990, es la red terrorista más organizada del Mundo y es una amenaza para los intereses de muchos Estados, no sólo los occidentales. La red terrorista internacional de Hezbollah, se utiliza para reunir inteligencia, atacar objetivos judíos, israelíes y occidentales (en su mayoría estadounidenses) en todo el Mundo y como fuente de financiación para las actividades de la Organización, donde gran parte de América Latina es un campo propicio para el nexo entre Hezbollah y el crimen organizado transnacional, a fin de generar red de financiamiento ilícito para su Organización.

El éxito y la expansión de la Organización, a pesar de los esfuerzos de oponentes y adversarios, se basa en dos elementos centrales:

  • La capacidad de establecer redes operativas efectivas que se basen en fuentes internas y externas y estén compuestas por una organización eficaz y jerárquica del movimiento, con capacidades militares, financiamiento financiero y cumplimiento de la autoridad organizacional.
  • El elemento de legitimidad: este elemento se basa en el discurso organizacional que incluye la justificación religiosa de los cambios estratégicos realizados por la Organización, la apropiación de la responsabilidad nacional libanesa, la adaptación parcial (aunque solo fuera para mantener las apariencias) y la voluntad de operar dentro del sistema político libanés existente, aunque ésto último tiene grandes complejidades en la actualidad.
  • Si bien en el pasado se han descubierto células de Hezbollah en Estados Unidos y Canadá, la Organización desarrolló durante largos años una amplia infraestructura de activistas en la zona de la triple frontera (Argentina, Brasil y Paraguay), que se involucra en actividades delictivas, terrorismo, apoyo logístico y financiamiento. Las operaciones en el área de la triple frontera, sirven como una importante fuente de ingresos para Hezbollah. Además, mantiene presencia en otros países del continente, incluidos Colombia, Venezuela, Guatemala, Panamá, Costa Rica, Chile y México5.

Hezbollah recluta su infraestructura de soporte de las comunidades chiítas y generalmente incluye los siguientes componentes:

  • Una red religiosa de adoctrinamiento, vital para el reclutamiento de activistas. Se basa en centros islámicos, Internet, el canal de televisión Al-Mannar y vínculos personales.
  • Una red financiera que se basa en actividades delictivas.
  • Una red operativa que recauda fondos, realiza contrabando y recopila inteligencia sobre objetivos potenciales.
  • Una red logística de adquisición de armamento y equipamiento.
  • Una estructura de enlace con las filas operativas en el Líbano y/o en Irán: en la mayoría de los asuntos que se expusieron públicamente, resultó que los activistas se comunicaron con los líderes de la organización en el Líbano, algunos incluso se comunicaron directamente con Imad Mugniyah -en su momento-, o con Hassan Nasralah.

Las células de Hezbollah que fueron expuestas en el extranjero, mantuvieron vínculos locales dentro de los países, a nivel regional y con el liderazgo de la organización en el Líbano. Por ejemplo, varias células de Hezbollah que operaban en varias ciudades de Estados Unidos se comunicaban entre sí, al igual que activistas estadounidenses y canadienses. Asimismo, la célula de Hezbollah que quedó expuesta en la zona de la triple frontera mantuvo vínculos con activistas locales, activistas regionales y con Líbano.

 

 

 

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