Los conflictos para encontrar una solución sobre las coberturas de los subsidios a las líneas de CABA desde el 1 de septiembre de 2024 y RED SUBE para aquellas líneas que no son Jurisdicción nacional y recorren el AMBA, además de la falta de actualización de la estructura de costo utilizada para calcular subsidios, provocaron la toma de esta decisión.

Entre las organizaciones afectadas se encuentran la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), la Cámara Empresaria del Autotransporte de Pasajeros (CEAP), la Cámara de Transporte de la Provincia de Buenos Aires (CTPBA) y la Cámara de Empresarios Unidos del Transporte Urbano de Pasajeros de Buenos Aires (CEUTUPBA).

Así, a partir de la primera semana de septiembre, “se reducirán los servicios en horarios nocturnos y fines de semana” con motivos de evitar “una parálisis mayor”, anticiparon. “Esta crisis no es nueva. Se agravó a la salida de la pandemia y no logra recomponerse. Por eso, los usuarios perciben un servicio cada vez peor mientras, paradójicamente, pagan más”, apuntaron desde la Cámara.

Además, señalaron que se perdió un cinco por ciento de las frecuencias, un número que “se seguirá incrementando”, y que, entre tarifa y subsidios, los operadores reciben 862 pesos promedio por viaje, algo que está “lejos de cubrir las necesidades de inversión que demanda un sistema del tamaño del AMBA” y con las “responsabilidades civiles” que eso conlleva.

“No hemos logrado comunicaciones con las autoridades”, aseguraron, y finalizaron: “No podemos garantizar la continuidad de fuentes laborales hasta que se resuelva cómo y quién paga por este transporte”.