De que se trata

Reflexión Olímpica: Las Leonas y la Lección de Responsabilidad que Debería Llegar a la Política

Por Juan Severo

En los recientes Juegos Olímpicos de Francia, el equipo argentino de hockey femenino, conocido como Las Leonas, volvió a demostrar su coraje, entrega y talento. Sin embargo, a pesar de su esfuerzo, no lograron alcanzar el objetivo de disputar la final por la medalla dorada. Ante esta situación, algunas de las referentes del equipo, con una humildad admirable, pidieron disculpas al pueblo argentino por no haber cumplido con sus expectativas.

Este gesto, que proviene de un grupo de deportistas de élite, es un poderoso recordatorio del valor de la autocrítica y la responsabilidad. Las Leonas no se disculparon porque fallaron, sino porque respetan a la nación que representan y comprendieron la expectativa que todos habíamos depositado en ellas. Su acto de disculpa no solo demuestra grandeza, sino también un profundo compromiso con su país y su gente.

Frente a este ejemplo, surge inevitablemente una pregunta: ¿No deberían algunos gobernantes argentinos hacer lo mismo? En la política, al igual que en el deporte, los resultados importan. Sin embargo, muchas veces vemos cómo los líderes políticos evaden la responsabilidad por sus errores o incumplimientos, en lugar de reconocer sus fallas y trabajar para corregirlas.

Si los responsables de gestionar los destinos de nuestro país adoptaran la misma actitud que Las Leonas, reconociendo con humildad cuando no logran cumplir con sus promesas, nuestra democracia se fortalecería. La capacidad de admitir errores y pedir disculpas no es un signo de debilidad, sino de valentía y respeto por el mandato que les ha otorgado el pueblo.

Las Leonas, con su gesto, nos han dado una lección que va más allá del deporte. Han mostrado que la grandeza no se mide solo por las victorias, sino también por la honestidad y la responsabilidad con la que se enfrentan los desafíos. Tal vez, si algunos de nuestros dirigentes tomaran nota de esta actitud, podríamos esperar un futuro donde la política se guiara por los mismos principios de responsabilidad y compromiso que encarnan nuestras deportistas.

En un país que tantas veces ha visto promesas vacías y resultados insatisfactorios, un poco de humildad y autocrítica por parte de quienes nos gobiernan no solo sería refrescante, sino también absolutamente necesario. Las Leonas han dado el ejemplo, ahora es el turno de que nuestros políticos lo sigan.

 

 

 

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