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Se avecina una temporada excepcional de huracanes en el Atlántico Norte en 2024

En lo que sería el noveno año consecutivo de anomalías, expertos del tiempo pronostican una temporada de huracanes superior a la media, que durará del 1 de junio al 30 de noviembre.

Ben Parker/IRIN
Destrucción causada por el huracán María en Dominica.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha alertado de una temporada de huracanes “superior a la media” en el Atlántico Norte en 2024. Según los datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), el pronótico se atribuye al elevado calor de los océanos y al desarrollo previsto del fenómeno meteorológico de La Niña, que provoca un enfriamiento significativo de las aguas.

Normalmente, en un año medio se producen 14 tormentas con nombre y vientos superiores a 65 kilómetros por hora. Sin embargo, este año se esperan entre 17 y 25 tormentas, de las cuales entre cuatro y siete podrían convertirse en huracanes de gran intensidad, caracterizados por vientos de al menos 178 kilómetros por hora. Sin embargo, este año se esperan entre 17 y 25 tormentas, de las cuales entre cuatro y siete podrían convertirse en huracanes de gran intensidad, caracterizados por vientos de al menos 178 kilómetros por hora. La media habitual es de tres grandes huracanes al año.

“Basta con que un huracán toque tierra para hacer retroceder años de desarrollo socioeconómico. Por ejemplo, el huracán María en 2017 le costó a Dominica el 800% de su Producto Interior Bruto», explicó el secretario general adjunto de la OMM, Ko Barrett.

Ventajas de la vigilancia y la alerta temprana

La OMM realiza el seguimiento de los huracanes a través de su Programa de Ciclones Tropicales. Ha habido ocho años consecutivos de actividad superior a la media, y la última temporada por debajo de lo normal tuvo lugar en 2015. La mejora de las alertas tempranas y de la gestión del riesgo de catástrofes ha reducido considerablemente el número de víctimas mortales relacionadas con los huracanes.

Sin embargo, los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (SIDS, en sus siglas en inglés) del Caribe siguen estando desproporcionadamente afectados, según el director adjunto de la OMM.

La agencia de la ONU ha dado prioridad a las iniciativas de alerta temprana para las islas pequeñas en el marco de la iniciativa internacional Alerta Temprana para Todos. En la Conferencia Internacional sobre estos Pequeños Estados Insulares, que se celebrará la próxima semana en Antigua y Barbuda, abogarán por una inversión más coordinada y específica en sistemas de alerta temprana.

Entre 1970 y 2021, los ciclones tropicales, incluidos los huracanes, fueron la principal causa de pérdidas humanas y económicas en todo el mundo, con más de 2000 catástrofes. A pesar de ello, el número de víctimas mortales disminuyó de más de 350.000 en la década de 1970 a menos de 20.000 entre 2010 y 2019. Las pérdidas económicas registradas entre 2010 y 2019 ascendieron a 573.200 millones de dólares.

¿Qué hay en un nombre?

Poner nombre a los ciclones tropicales simplifica el seguimiento y la discusión de tormentas específicas, especialmente cuando hay varias tormentas activas al mismo tiempo. Esta práctica ayuda a evitar confusiones entre los meteorólogos, los medios de comunicación, los organismos de gestión de emergencias y el público en general.

La OMM ha establecido procedimientos estrictos para dar nombre a los ciclones tropicales, que varían según la región. En el Atlántico y el Hemisferio Sur, los ciclones se nombran alfabéticamente, alternando entre nombres masculinos y femeninos. En otras regiones, los nombres siguen el orden alfabético de los países.

Tenemos que estar especialmente atentos este año debido al calor oceánico casi récord en la región donde se forman los huracanes del Atlántico y al cambio a las condiciones de La Niña, que juntas crean las condiciones para una mayor formación de tormentas”, dijo Barrett.

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