Se conmemora el paso a la inmortalidad del General José de San Martín
Este sábado se recuerda el fallecimiento del “Padre de la Patria”, que liberó a Argentina, Chile y Perú de los realistas.
Se cumplen 174 años del fallecimiento de uno de los héroes históricos más importantes de Latinoamérica y pieza fundamental para la construcción del país: el General José de San Martín. Conocido como el “Padre de la Patria”, fue una figura indispensable para las gestas independentistas de Argentina, Chile y Perú. El Cruce de los Andes, en 1817, es considerado una de las hazañas militares más destacadas del mundo.
San Martín nació un Yapeyú, provincia de Corrientes, en 1778. Sus padres fueron Juan de San Martín, teniente gobernador de Corrientes, y Gregoria Matorras. Creció en el seno de una familia española; en 1784, viajó con su familia a España. Luego, en 1787, ingresó en el Seminario de Nobles de Madrid.
Dos años después, obtuvo el ingreso como cadete en el Regimiento de Murcia. Fue este el origen de una brillante y vertiginosa carrera militar que tendría su bautismo de fuego en el sitio de Orán, en 1791, en la campaña de Melilla; en ese entonces, el futuro Libertador tenía trece años.
Más tarde, intervino en las guerras del Rosellón, en 1793, y de las Naranjas, en 1801, mereciendo sucesivos ascensos por su actuación. En 1803, era ya capitán de infantería en el Regimiento de Voluntarios de Campo Mayor. Cuando la invasión napoleónica de la península dio lugar a la Guerra de la Independencia Española, su arrojo contra los invasores franceses en la batalla de Bailén (1808) le valdría ser nombrado teniente coronel de caballería.
Su vida en Buenos Aires y en el Interior
Años después, en 1812, se embarcó hacia Buenos Aires, donde esperaba que su experiencia militar en numerosas batallas le permitiese rendir excelentes servicios. La Junta gubernativa le encomendó la creación del Regimiento de Granaderos a Caballo, al frente del cual obtendría la victoria en el combate de San Lorenzo (3 de febrero de 1813).
Sus campañas militares cambiaron el signo de la historia americana durante el proceso de descolonización, a principios del siglo XIX. A su lucidez estratégica se deben los planteamientos militares que llevarían a la independencia de Chile y de Perú, centro neurálgico del poderío español cuya caída conduciría a la de todo el continente.
En la historia se destacan la Batalla de San Lorenzo, que significó su primera victoria; la asunción del mando del Ejército del Norte en relevo del general Belgrano; el nombramiento como gobernador intendente de la Provincia de Cuyo, y la formación de un Ejército con el cual cruzó Los Andes.
San Martín falleció el 17 de agosto de 1850 en su casa de Boulogne-sur Mer, Francia, rodeado de sus seres queridos. Sus restos fueron repatriados en 1880 y, actualmente, descansan en un mausoleo construido dentro la Capilla Nuestra Señora de la Paz, que se encuentra en la Catedral Metropolitana.
En Perú, se lo recuerda libertador de aquel país, con los títulos de “Fundador de la Libertad del Perú”, “Fundador de la República” y “Generalísimo de las Armas”; en Chile, su ejército lo ha destacado con el grado de Capitán General. El heroísmo de San Martín se debe a la grandeza de su carácter, además de lo importante de sus campañas. Habiendo alcanzado la máxima gloria militar en batallas decisivas y los reconocimientos más altos, renunció a asumir el poder político, conformándose con conseguir la tan anhelada libertad para los pueblos sudamericanos.