SIRIA BROTES DE VIOLENCIA INTERNA ANTE EL LEVANTAMIENTO DE SECTORES ALAUITA Y EX MILITARES Y POLICIAS DEL REGIMEN DE BASHAR ASSAD – SE ESTARIAN PRODUCIENDO TERRIBLES MASACRES”

Por Daniel Ariza. Analista Política Internacional.
La tranquilidad y la Paz se ha roto una vez más para el pueblo sirio, se estarían produciendo ejecuciones a sangre fría; con un saldo de miles de muertos por el estallido de una ola de violencia impulsados desde sectores que apoyaban en su momento a Bashar Assad, según relatan distintas fuentes.
Esta situación seria una acción impulsada desde sectores
Es uno de los episodios de violencia más graves desde que se inició la guerra civil en Siria hace 14 años, que hace temer por la frágil estabilidad del país. y hombres armados leales al antiguo régimen, habrían iniciado una foco de violencia, según indico el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), un grupo con sede en Reino Unido que lleva documentando el conflicto sirio desde su inicio.
Según los informes se habría asesinado a un considerable número de ciudadanos en distintos eventos, de naturaleza sectaria propiciada por miembros de la etnia alauita, durante este último día viernes y el sábado, las informaciones si bien son en muchos casos coincidentes, no han podido ser cotejadas al 100% por la inseguridad reinante.
En Hai Al Kusour, un vecindario predominantemente alauita en la ciudad costera de Baniyas, los residentes dicen que las calles están llenas de cuerpos dispersos, amontonados y cubiertos de sangre. Hombres de diferentes edades fueron asesinados a tiros allí, dijeron testigos.
La falta casi total de conexiones a Internet, hace difícil el tráfico de información, no obstante en los momentos en que hay señal se pudo observar videos donde se ve un gran caos y múltiples cadáveres en la calle, esta situación se trata del principal foco de violencia desde la caída del Gobierno de los Assad.
Desde el Gobierno se llamo ha «Preservar la unidad nacional y la paz civil en la medida de lo posible y, si Dios quiere, podremos vivir juntos en este país», afirmó este domingo el nuevo líder sirio, Ahmed el Sharaa, desde una mezquita de Damasco, este se refirió a lograr la Paz entre las múltiples facciones existentes en Siria, que están compuestas por diversas corrientes de pensamiento religioso y etnias que en forma ancestral han tenido diferencias que los llevaron a enfrentarse.
Entre los fallecidos hay decenas de tropas gubernamentales así como milicianos armados leales a Al Assad, que se han enfrentado en Latakia y Tartús desde el jueves; según informacion proveniente del propio Gobierno de Transición han fallecido 125 miembros de las fuerzas de seguridad gubernamentales dirigidas por islamistas y 148 combatientes pro-Assad , información también ratificada por la organización OSDH, aunque podrían ser muchos más.
Los alauíes o alauitas, cuya secta es una rama del islam chiíta, representan alrededor del 10% de la población de Siria, de mayoría musulmana sunita; según afirmaron testigos a la agencia AP, hombres armados descritos como «sunitas leales al gobierno» iniciaron el viernes una campaña de asesinatos revanchistas contra pueblos y ciudades de mayoría alauita.
Al parecer, estos pistoleros dispararon contra vecinos alauitas, en su mayoría hombres, en plena calle o en las puertas de sus casas. Muchos hogares fueron saqueados e incendiados, declararon los testigos a la agencia desde los lugares en los que se habían escondido.
En la ciudad de Baniyas, una de las más afectadas, los residentes relataron que los muertos quedaron en mitad de las calles, en sus casas o en los tejados de los edificios sin recoger, ya que los hombres armados se lo impidieron.
Residentes de esta ciudad relataron que los pistoleros dispararon indiscriminadamente contra las casas y los residentes y que en algunos casos los atacantes identificaron a los residentes para ver a que secta y-o religión pertenecían antes de dispararles, en una clara demostración de que se trataría de un ataque orientado a la minoría alauí, que es el origen de la familia Assad por ser estos integrantes de este grupo.
Un portavoz del Ministerio de Defensa sirio declaró a la agencia de noticias local Sana que el gobierno había logrado restablecer el control tras «ataques a traición» contra su personal de seguridad, también dijeron que estaban intentando restablecer la calma y el orden e impedir cualquier violación contra la población civil en la región costera.
Las nuevas fuerzas de seguridad sirias están compuestas en su gran mayoría por milicianos de la ahora disuelta alianza islamista Hayat Tahrir el Sham (HTS), la agrupación que lideró la ofensiva contra las fuerzas de Al Assad y que tiene sus orígenes en el Frente al Nusra, antigua filial de Al Qaeda en Siria.
La violencia ha dejado a la comunidad alauíta en «estado de terror», según manifestaron algunos residentes que huyeron de las ciudades, grandes multitudes buscaron refugio en una base militar rusa en Hmeimim, en Latakia, según la agencia de noticias Reuters; un vídeo compartido por Reuters mostró a decenas de personas coreando «el pueblo quiere protección rusa» frente a la base.
Por otra parte, decenas de familias han huido al vecino Líbano, según los medios de comunicación locales; el enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, se mostró «profundamente alarmado» por los «preocupantes informes sobre víctimas civiles» en las zonas costeras de Siria.
Pidió a todas las partes que se abstuvieran de llevar a cabo acciones que pudieran «desestabilizar» el país y poner en peligro una «transición política creíble e integradora»; la Liga Árabe, que en su momento celebró el derrocamiento de Bashar al Assad y la llegada al poder del nuevo gobierno de transición, condenó en un comunicado los ataques contra las fuerzas de seguridad, así como los «asesinatos indiscriminados» y «cualquier injerencia extranjera que pretenda agravar las condiciones internas, poner en peligro la paz civil y exacerbar los retos actuales a los que se enfrenta Siria».
El presidente interino de Siria, Ahmed el Sharaa, hizo un llamamiento a la unidad en el país, mientras la violencia y los asesinatos de represalia continuaban el domingo en zonas leales al derrocado exlíder Bashar al Assad; cientos de personas han huido de sus hogares en las provincias costeras de Latakia y Tartus, consideradas bastiones del expresidente.
Sobre los atacantes algunas víctimas dicen que ,»Eran extraños, no pude identificar su identidad o idioma, pero parecían ser uzbekos o chechenos» y que también había algunos Sirios, esto hace prever que sean mercenarios contratados por Rusia para desestabilizar al Régimen de transitorio que derroco a su aliado.
Según las fuentes la situación se estabilizó cuando el ejército sirio y las fuerzas de seguridad llegaron a la ciudad de Baniyas, donde expulsaron a otras facciones y establecieron corredores para que las familias pudieran acceder a zonas seguras.
«Vinieron a nuestro edificio. Nos asustaba oír el fuego y los gritos de la gente del barrio. Nos enteramos de las muertes por publicaciones puntuales en Facebook cuando conseguíamos conectarnos. Pero, cuando vinieron a nuestro edificio, pensamos que ya era nuestro fin», recordó.
Explicó que los asaltantes «iban en busca de dinero. Llamaron a la puerta de nuestro vecino y se llevaron su coche, su dinero y todo el oro y los objetos de valor que tenía en su casa. Pero no lo mataron».
«Los sunitas se dispusieron a proteger a los alauitas de la matanza que se produjo y ahora las fuerzas oficiales están en la ciudad para restablecer el orden», agregó, según se pudo observar este ataque tendría como objeto generar una reacción de los auitas, sobre el gobierno y así desestabilizar el proceso de pacificación que se pretendería realizar.
La violencia comenzó el jueves después de que las fuerzas leales al antiguo régimen, que se negaron a entregar las armas, tendieran una emboscada a las fuerzas de seguridad en las ciudades costeras de Latakia y Jableh, matando a decenas de ellos, Ghiath Dallah un ex general de brigada del ejército de Assad, ha anunciado una nueva rebelión contra el actual gobierno y ha dicho que está creando el «Consejo Militar para la Liberación de Siria».
Algunos informes sugieren que antiguos oficiales de seguridad del régimen de al Assad que se negaron a entregar las armas están formando un grupo de resistencia en las montañas, mientras que se pudo saber que la mayoría de los alauitas los rechaza, y culpa a Dallah y otros partidarios de Assad de la violencia.
Aseguraron que estos «Se benefician del derramamiento de sangre que está ocurriendo. Lo que necesitamos ahora es que prevalezca la seguridad oficial y se procese a los asesinos de las facciones que cometieron los asesinatos en masa para que el país recupere la seguridad», afirmó.
Pero otros también culpan al presidente interino, Ahmed el Sharaa, a quien acusan de haber desmantelado los cuerpos de seguridad, ejército y policía de Siria sin una estrategia clara para los miles de oficiales y personal que se quedaron sin empleo, algunos de estos individuos, especialmente entre la policía, no estaban implicados en los asesinatos durante el gobierno anterior. Las nuevas autoridades también despidieron a miles de empleados públicos de su trabajo.
Con el 90% de la población de Siria viviendo por debajo del umbral de pobreza y miles de personas sin ingresos, es terreno fértil para una rebelión, en Siria hay opiniones divididas sobre lo que está sucediendo: la comunidad en general rechaza el asesinato de civiles y se han organizado manifestaciones en Damasco para lamentar las muertes y condenar la violencia.
Pero, en los últimos dos días, también hubo llamamientos a la «yihad» en diferentes partes de Siria; los residentes de Baniyas alegaron que, junto con las facciones, había algunos civiles que estaban armados y se unieron a las fuerzas para matar.
La mayoría sunita de Siria ha sufrido atrocidades a manos de las fuerzas del régimen de al Assad durante los últimos 13 años, lo que ha alimentado el odio sectario, principalmente hacia la minoría alauita y algunos de sus miembros a quienes se asocia con crímenes de guerra.
Según grupos de derechos humanos, hay pruebas de que agentes de seguridad alauitas estuvieron involucrados en el asesinato y tortura de miles de sirios, la mayoría musulmanes sunitas, durante el régimen anterior ; los miembros del ejército y de las fuerzas de seguridad que fueron asesinados pertenecen en su mayoría a la comunidad sunita y ahora algunos de sus integrantes están pidiendo represalias, pero el presidente ha pedido calma.
Sharaa, cuyas fuerzas islamistas derrocaron a Asad hace tres meses, debe ahora encontrar un equilibrio entre la seguridad de todos y la justicia por los crímenes del régimen del expresidente y sus cómplices; aunque tiene autoridad sobre algunas de las tropas que le ayudaron a llegar al poder, algunas facciones están claramente fuera de su control, e integran a combatientes extranjeros con una agenda islamista radical.
Para llevar a Siria a un futuro seguro y democrático, muchos sostienen que Sharaa necesita poner fin a la presencia de combatientes extranjeros y promulgar una constitución que proteja los derechos de todos los sirios, independientemente de su origen o religión.
Aunque aparentemente se está trabajando para crear el marco jurídico de esa constitución, controlar a las facciones violentas y expulsar a los combatientes extranjeros se plantea como un gran desafío.