Es preocupante la problemática del acceso al crédito porque la situación económica es compleja y muchas familias quieren acceder a un crédito pero no pueden. Esto se debe a la falta de educación financiera y a la necesidad que transitan muchas familias, lo que hace que se entienda el acceso al crédito como un complemento del salario. Y eso es un error.

Cuando creemos que un préstamo o un crédito personal es un complemento del salario, se genera sobrendeudamiento: se acumulan los créditos y no se llega a pagar con el salario. Que los consumidores creamos que este crédito o préstamo complementa nuestro salario es un problema. Si se cree que esto es una extensión del salario y no un endeudamiento a futuro, se está en una problemática.

A nivel nacional, el 34 por ciento de los reclamos tiene que ver con la cuestión financiera, con información sobre créditos y tasas. Y, en segundo lugar, aparece lo relacionado a la telecomunicación. Esto se debe a la falta de información y de educación financiera que hay en la población.

La tarjeta de crédito, cuando económicamente se estaba mejor, se usaba para actividades de esparcimiento o la compra de electrodomésticos. Hoy, el uso de la tarjeta de crédito se está destinando mucho para la compra de comida… Se necesitan normativas que establezcan algún límite en el uso del crédito y el consecuente endeudamiento.

Parte de la educación financiera es explicar la complejidad de los créditos y los préstamos, pero también es cierto que la situación económica actual lleva a la población a tomar al crédito como un anexo del salario. Es decir, esto es porque el consumidor se tiene que seguir ajustando.

La peor consecuencia de esta situación son los juicios ejecutivos o los embargos de propiedades. Por eso, algunos legisladores están planteando que se suspendan por 90 días las ejecuciones judiciales en materia de créditos. Se espera que se trate un proyecto relacionado a esta problemática.

*Exdirector de Defensa del Consumidor y Arbitraje del Consumo