Un filtro solar con capacidad antiinflamatoria y acción repelente se desarrolla en una universidad nacional
Se trata de un trabajo dell CONICET y la Universidad Nacional del Sur. El nuevo protector multifuncional busca prevenir al mismo tiempo enfermedades derivadas de la exposición solar e infecciones transmitidas por insectos, como dengue zika y fiebre chikungunya.
Todos los años, cuando llega el verano, la piel comienza a pedir a gritos protección de los rayos del sol y los mosquitos. El proceso a veces resulta tedioso y genera incomodidad por la superposición de productos. Sin embargo protegerse de enfermedades derivadas de la exposición solar e infecciones transmitidas por insectos, como dengue zika y fiebre chikungunya resulta fundamental.
Para abordar este problema, un equipo de investigación del CONICET y la Universidad Nacional del Sur trabaja en el desarrollo de «Reprotector UV», un innovador filtro solar de triple acción que, además de proteger contra los rayos UV, funcione como repelente de mosquitos y tenga acción antinflamatoria.
El filtro contiene nanopartículas de óxido de zinc y dióxido de titanio, los únicos filtros UV aceptados para la elaboración de cosméticos naturales y orgánicos de acuerdo con los estándares internacionales. Además, la fórmula en desarrollo combina una mezcla sinérgica que incorpora aceites esenciales de plantas aromáticas reconocidas por sus propiedades repelentes contra diversos artrópodos hematófagos e ingredientes naturales que proporcionan propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
De acuerdo con el equipo de investigación, gracias a la utilización de tecnología nanométrica, la formula cosmética propuesta por el equipo del CONICET mejora las propiedades y garantiza, en comparación con filtros solares tradicionales con micropartículas, no sólo una alta protección frente a la radiación solar, sino también una mayor transparencia al aplicarse; lo que evita el indeseado efecto blanquecino sobre la piel.
“En nuestros laboratorios, perfeccionamos un método in vitro para determinar el factor de protección solar, específicamente para emulsiones con nanopartículas de óxido de zinc y dióxido de titanio. Este enfoque riguroso nos permite evaluar de manera precisa el desempeño de estos filtros inorgánicos ultravioletas de amplio espectro, asegurando que cumplen con los estándares más exigentes de protección solar”, explica Marcos Grunhut, investigador del CONICET y director de SODA en el INQUISUR.
Verónica Lassalle, investigadora del CONICET y directora del equipo NanoHiAp en el INQUISUR, agrega: “Por otra parte, ya hay estudios que señalan que estos filtros, además de presentar una mayor fotoestabilidad y eficacia, son seguros en cuanto a reacciones cutáneas adversas en bebés, niños y personas de piel sensible”.
En camino para llegar a las góndolas
En relación a los próximos pasos para lograr que el producto esté a disponible en el mercado, la investigadora detalla que el objetivo a corto plazo es concluir la fase de ensayos y testeos con mosquitos y realizar pruebas adicionales para asegurar la eficacia y seguridad del Reprotector UV. La siguiente etapa implicará abordar los aspectos regulatorios para obtener la aprobación de ANMAT o de las entidades regulatorias provinciales.
“Buscamos generar productos innovadores que impacten positivamente, y creemos que este protector multifuncional lo hará, en tres áreas clave: la salud pública, al prevenir enfermedades causadas por la exposición solar y el dengue; el desarrollo económico, al propiciar el crecimiento y expandir oportunidades de una microempresa bonaerense; y el sector de ciencia y tecnología, al generar actividades de transferencia de conocimiento”, señala Lassalle.
Colaboración del estado con las microempresas de la Provincia
El proyecto forma parte del programa de Fondos de Innovación de la provincia de Buenos Aires (FITBA) convocatoria 2022 y se desenvuelve bajo la mirada atenta de dos equipos científicos de la Universidad Nacional del Sur y el CONICET. Por un lado, participa el grupo de trabajo de Nanomateriales Híbridos Aplicados (NanoHiAp) y, por el otro, el equipo de Sistemas Organizados y Desarrollos Analíticos (SODA), ambos del Instituto de Química del Sur (INQUISUR, CONICET-UNS). El desarrollo es posible gracias a la articulación y colaboración de la microempresa Peñenwen Cosmética Natural de la ciudad de Bahía Blanca que espera prontamente poder llevar a cabo una producción a mayor escala y, finalmente, comercializar el producto.
Fuente: https://www.el1digital.com.ar