De que se trata

Un Gobierno contra la Justicia Social y a favor del miedo

por Carlos Custer

 

El 20 de febrero se conmemora el Día Mundial de la Justicia Social concebida como el poder de la solidaridad que promueve oportunidades para todos – fecha establecida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2007 – y en paralelo la humanidad vive días convulsionados por las guerras, el avance de la ultraderecha en diversos países, las catástrofes climáticas, la creciente desigualdad y concentración de la riqueza. En ese contexto la noción de Justicia Social cobra un nuevo y significativo valor: un horizonte posible de conciliación y encuentro humano, frente al odio y la crueldad.

La Justicia Social ha estado en el centro de la agenda política internacional, como un instrumento central de redistribución y estabilidad social. Es el camino necesario para defender la dignidad humana y está muy ligada al concepto de Estado, como instrumento del bien común y promotor del desarrollo de las sociedades modernas.

Sin embargo, la economía liberal no reconoce el valor de la Justicia Social. Por el contrario, para el Gobierno nacional actual es una “aberración” porque implica un robo al Estado y una práctica violenta que no aporta al bienestar general. El proyecto político que promueve Milei no está basado en la inclusión y el respeto, sino que es uno que se embandera en la ignorancia, el fascismo y la crueldad. Establece el miedo como forma de Gobierno porque es mejor ser temido que amado, donde es mejor proclamar la libertad – sin distinguir qué significa ese complejo concepto – que debatir sobre cómo logramos real soberanía y desarrollo sustentable para cada ciudadano de la nación.

Sin embargo, no reconocer el valor de la Justicia Social cierra toda posibilidad de promover la armonía social, de proteger a los sectores más vulnerables y evitar la desmedida acumulación de la riqueza en pocas manos. Como así también desmerecer el rol del Estado, indispensable para la construcción de una sociedad democrática, justa y equitativa.

Por eso, desde ATE reivindicamos la noción de Justicia Social que se encarna en políticas públicas de un Estado que pone el foco en el bienestar de su pueblo, como el camino colectivo por la defensa de los derechos fundamentales del ser humano. Asumimos la lucha por el sentido que se libra en la arena discursiva dominada por los oligopolios mediáticos, donde priman los mensajes de odio. Una batalla cultural despiadada que tiene su correlato en las prácticas sociales, cada vez más violentas.

Tenemos la certeza de que el odio y crueldad no son el horizonte deseado de ninguna comunidad sana. Por el contrario, representan el individualismo centrado en la ambición desmedida y la indiferencia por el Otro.

Somos el Sindicato centenario y junto a las y los trabajadores estatales reivindicamos un proyecto que incluya a todos.

*Por Carlos Custer, ex dirigente de ATE y CTA, Presidente del Consejo Político Consultivo de la CLATE (Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadores Estatales).

 

 

Fuente: https://ate.org.ar

 

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