Vaccarezza criticó al Gobierno de Milei por una medida que profundiza la crisis ganadera

La diputada bonaerense, Silvina Vaccarezza, criticó la decisión del Gobierno nacional de eliminar la exigencia del peso mínimo para la faena de ganado bovino. La medida en cuestión, oficializada mediante una resolución de la Secretaría de Agricultura, comenzará a regir a partir del 1° de enero de 2026.

En primera instancia, Vaccarezza expresó su rechazo a través de un mensaje en su cuenta de “X”, donde alertó sobre el impacto negativo de la flexibilización en un sector ya atravesado por dificultades. “Otra medida errada, que incentiva la faena de animales más livianos, profundizando la crisis del sector. Un sinsentido absoluto”, sostuvo.

En diálogo con Diputados Bonaerenses, la legisladora oriunda de Alberti amplió su postura y advirtió que Argentina enfrenta una crisis de stock ganadero. “Nos estamos quedando con menos animales, menos fábrica de terneros, por así decirlo. El hecho de que bajen el peso mínimo significa que estamos matando terneros por poco”, explicó.

En ese marco, Vaccarezza recordó que la normativa vigente hasta ahora establecía parámetros para proteger la sustentabilidad del rodeo y definía cómo debe venderse un novillo y a qué peso. “Si lo vendés por debajo, estás faenando animales chicos, y eso impacta directamente en la producción futura”, explicó la diputada bonaerense.

En esta línea, la legisladora monzonista aclaró que los productores, que son conocedores de las prácticas que pueden perjudicar a futuro al sector, no se dejan atravesar por las medidas de manera tan sencilla pero aún así, la decisión del Gobierno nacional habilita a que se “venda cualquier cosa”.

La resolución que motivó la reacción de la diputada fue firmada por Sergio Iraeta, actual secretario de Agricultura y deroga las normas 68/2007 y 547/2008, junto con sus modificaciones posteriores. Estas regulaciones establecían un peso mínimo de 165 kilos para machos y 140 kilos para hembras, con el objetivo de evitar la faena de animales jóvenes y fomentar una mayor productividad ganadera.

Entre los fundamentos que respaldan la resolución, el Gobierno nacional remarcó su compromiso con la desregulación económica como eje central del nuevo esquema productivo. Según la administración de Javier Milei, la decisión de eliminar el peso mínimo para la faena de ganado responde a la necesidad de reducir trabas normativas y promover un escenario en el que los actores del sector puedan operar con mayor autonomía.

En ese sentido, el Ejecutivo consideró que los productores agropecuarios cuentan con la formación técnica, la experiencia acumulada y las herramientas de gestión necesarias para determinar, por sus propios medios, el momento más adecuado para enviar animales a faena.

Además, desde el entorno oficial insistieron en que la medida busca devolver al mercado la capacidad de autorregularse sin condicionamientos estatales. “Libertad para producir y vender a lo que el productor crea más conveniente. No hay más peso mínimo de faena”, afirmó una fuente cercana a la Secretaría de Agricultura.

Por último, el texto establece que la implementación de esta medida se postergará hasta 2026 para asegurar una transición ordenada. El documento aclara que ese plazo permitirá a los actores del sector adaptar sus procesos productivos, logísticos y comerciales al nuevo marco normativo.

La Secretaría de Agricultura defendió el fin del peso mínimo de faena y desestima la denuncia de Vaccarezza

Como respaldo a la medida oficial, la Secretaría de Agricultura sostuvo que las restricciones vigentes no lograron generar mejoras sostenidas ni en la productividad ni en la calidad del sector ganadero.

Según el comunicado, los registros históricos muestran que el peso medio de faena ha evidenciado fluctuaciones significativas desde 1998, las cuales estarían más relacionadas con factores climáticos, condiciones de mercado y limitaciones a las exportaciones que con el cumplimiento de la normativa sobre peso mínimo.

El experto en ganadería Víctor Tonelli coincidió con la decisión del Gobierno y cuestionó los efectos del peso mínimo de faena. A su juicio, la normativa solo promovió irregularidades en un sistema que, “salvo excepciones, nunca se controló adecuadamente”. En ese sentido, remarcó que “para lograr faenas más pesadas hay que liberar las exportaciones y permitir que el mercado reconozca ese esfuerzo con precios redituables”.

Desde la Sociedad Rural Argentina también respaldaron la eliminación del límite mínimo y calificaron la medida como un paso hacia una ganadería con menos trabas administrativas. En ese sentido, el coordinador de la Comisión de Carnes, Carlos Odriozola, sostuvo: “Apoyamos todas las decisiones que sirvan para desburocratizar al sector”.

Por su parte, el analista de AZ-Group, Diego Ponti, consideró que la nueva normativa se ajusta al paradigma de libertad económica impulsado por la gestión actual. “Tenía lógica dentro del marco intervencionista del gobierno anterior, pero la pierde en este nuevo esquema. Sin restricciones, los ganaderos van a producir naturalmente y decidirán qué y cómo ofrecerán al mercado”, concluyó.

Mientras el oficialismo defiende la desregulación como herramienta para dinamizar la actividad, desde la oposición advierten que la eliminación del peso mínimo pone en riesgo la capacidad de reposición del rodeo. En este contexto, la disputa por el modelo productivo vuelve a quedar en el centro del debate.