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“VATICANO SUCESIÓN DEL PAPA FRANCISCO/ ¿QUIEN SERA EL PROXIMO PAPA DE LA IGLESIA CATOLICA?”

Por Daniel Ariza. Analista Política Internacional.

Gran expectativa mundial por la sucesión del papa Francisco, lleva a diversas consideraciones y análisis, sobre si será un cardenal de los ordenados por Francisco, que tenga la misión de continuar con su predica de apertura de la Iglesia Católica o será un representante de los sectores que se opusieron a Francisco, con una postura más conservadora y ortodoxa.

El cónclave que elegirá al sucesor del papa Francisco iniciará el miércoles 7 de mayo a las (14:30 GMT) con la entrada y clausura de los 133 cardenales electores en la Capilla Sixtina del Vaticano. Del total de 252 cardenales que conforman actualmente el Colegio Cardenalicio, solo 135 son menores de 80 años y, por tanto, tienen derecho a voto. Sin embargo, dos de ellos no participarán en el cónclave por razones de salud.

La jornada comenzará a las (8:00 GMT) con la misa Pro Eligendo Pontífice, tras la cual los cardenales se reunirán por la tarde para dar inicio formal al proceso de elección.

Según informó la Santa Sede en distintos comunicados publicados este martes, los cardenales se encontrarán a las 16:15 en la Capilla Paulina del Palacio Apostólico. Desde allí, vestidos con sus paramentos rojos, marcharán en procesión, entonando las letanías de los santos hasta la Capilla Sixtina. Una vez en ese lugar, se entonará el cántico Veni Creator y se procederá al juramento prescrito.

En cuanto se complete la ceremonia de ingreso, el maestro de celebraciones litúrgicas pontificias, Diego Ravelli, pronunciará la fórmula extra omnes para solicitar que abandonen el recinto todos aquellos que no sean cardenales electores.

A partir de ese momento comenzarán las votaciones, con dos escrutinios programados para cada mañana y cada tarde, hasta que un candidato alcance la mayoría de dos tercios.

La elección será anunciada mediante la tradicional “fumata blanca”, el humo blanco que se eleva desde la chimenea de la Capilla Sixtina.

El rito y los participantes

En la procesión hacia la Capilla Sixtina participarán también el cardenal encargado de pronunciar la meditación inicial, el secretario del cónclave, el vicecamarlengo, miembros de los colegios de protonotarios apostólicos y prelados auditores de la Rota Romana, ceremonieros pontificios, el secretario del cardenal que presidirá el cónclave y la Capilla Musical Pontificia.

Podrán acceder a la Capilla Sixtina, además, funcionarios de la Secretaría de Estado, el regente de la Casa Pontificia, religiosos de la Sacristía Pontificia, sacerdotes para confesiones, el coronel de la Guardia Suiza y personal de apoyo de diversas dependencias vaticanas, como el Dicasterio para la Comunicación y la Dirección de Salud e Higiene.

El lunes 5 de mayo tendrá lugar el juramento del personal que asistirá a los purpurados durante el cónclave, incluyendo enfermeros y celebrantes litúrgicos.

En la sexta reunión de cardenales, desarrollada este martes en el Aula Nueva del Sínodo, Dom Donato Ogliari, abad benedictino de San Pablo Extramuros, dirigió la meditación de apertura. En su reflexión, instó a los cardenales a vivir el cónclave como un “Cenáculo” abierto al mundo y no como un “lugar cerrado”, confiando en “la libertad del Espíritu” que “rejuvenece, purifica y crea”.

El abad recordó que en un momento “tan cargado de consecuencias para la Iglesia”, es necesario centrar alma, mente y corazón en Cristo: “Si en el centro de la misión no está Cristo, la Iglesia sería solo una institución fría y estéril”, advirtió.

Además, animó a aprender de Jesús la mansedumbre y la humildad, para construir una Iglesia “abierta, valiente y profética”, que “aborrece las palabras y los gestos violentos” y se convierte en “voz de los sin voz”.

Ogliari subrayó que una Iglesia arraigada en Cristo debe ser “madre y no madrastra”, atenta a los pobres y a los descartados, recordando que la pobreza es, según la enseñanza del papa Francisco, una “cuestión que concierne a la doctrina”. En este sentido, aseguró que la Iglesia “no dejará de tener los ojos y el corazón bien abiertos sobre los últimos de la tierra”, soñando “incluso con lo que parece imposible”.

En su meditación, el abad abordó también los desafíos que enfrenta la Iglesia, entre ellos los cambios antropológicos, los conflictos bélicos, las autocracias, los nacionalismos, la devastación ambiental, los riesgos de las tecnociencias, las migraciones y la secularización de las sociedades. Señaló que, ante esta encrucijada, la Iglesia debe recorrer “sin miedo” el camino del diálogo, “intensificado por el papa Francisco en todos los frentes”.

Respecto a los desafíos internos, Ogliari mencionó “la herida purulenta” de los abusos, la disminución de vocaciones, la necesidad de encontrar nuevos lenguajes, el papel de la mujer en la Iglesia, el clericalismo y la burocratización del ministerio sacerdotal.

Advirtió que enfrentar estas dificultades no debe llevar a la “autocompasión estéril”, sino a reconocer también “el inmenso bien que la Iglesia hace en toda latitud”.

Sin lugar a dudas la expectativa de la feligresía católica esta centrada en saber si el nuevo papa, continua con la visión del Papa Francisco o la Iglesia Católica vuelve a un Papado más estructurado y ortodoxo.

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