De que se trata

¡Viva la Patria! De Tucumán a Buenos Aires: ¿Qué pasó con la política de los patriotas?

contexto histórico del 9 de julio de 1816 con una reflexión crítica sobre el presente político argentino, especialmente con relación al rol de los diputados y el valor de la representación:

Por Juan Severo – Foro Matanzero

Hoy es 9 de julio. Una fecha que no debería pasar desapercibida en el alma de ningún argentino. Hace 209 años, en la Casa de Tucumán, un grupo de hombres con coraje y visión se reunía para declarar la independencia de las Provincias Unidas del Sur.

Lo hacían con el riesgo real de perderlo todo: sus bienes, su libertad y hasta la vida. Lo hacían invocando al Eterno, al pueblo y a la historia. Lo hacían con el espíritu de Belgrano, San Martín, Güemes y Artigas latiendo en sus decisiones.

Esos 33 diputados, representantes de territorios dispares, con visiones distintas, discutían de cara a un destino común. No todo fue sencillo. Las ausencias de algunas provincias, los desacuerdos sobre la forma de gobierno, el centralismo del Directorio, el avance de los realistas y hasta las maniobras ambiguas de algunos porteños, daban cuenta de un proceso político complejo. Pero aun así, supieron construir consenso y declarar lo que debía ser declarado: la independencia de toda dominación extranjera.

Hoy, dos siglos después, uno se pregunta qué fue de esa estirpe. ¿Qué fue de ese sentido de Patria? ¿Qué fue de la representación política como deber sagrado con el pueblo?

Porque lo cierto es que cuando uno mira el Congreso actual, ese que debería ser el corazón de la democracia, no encuentra el eco de aquellos congresales de 1816. Lo que muchas veces se ve, salvo honrosas excepciones, es una parodia: diputados que insultan en redes sociales, que se burlan de las minorías, que aplauden los recortes de derechos, que actúan como comentaristas del odio o voceros de intereses que nada tienen que ver con los de sus representados.

Belgrano, que participó en ese histórico Congreso como símbolo de patriotismo, hoy es recordado por haber creado la bandera, pero su pensamiento político fue invisibilizado. Fue un reformador, un economista, un amante de la educación pública, defensor del trabajo nacional, visionario en el rol del Estado. A él no le interesaba el show, sino el bien común. ¿Cuántos legisladores actuales pueden mirarse en ese espejo sin bajar la mirada?

Yrigoyen, Palacios, Juan B. Justo, Alfonsín, Alicia Moreau, Alfredo Bravo… todos ellos entendieron la política como servicio. Hoy, muchos la entienden como trampolín. Mientras tanto, las jubilaciones siguen en niveles indignos, el salario se licúa, los derechos se cercenan, y la clase política, en muchos casos, se sigue blindando con fueros, privilegios y discursos vacíos.

Para muestra basta un botón, como decía mi abuelo. Alcanzan las sesiones del Congreso para ver quiénes están dispuestos a poner el cuerpo y quiénes solo buscan una selfie o una frase viral. Basta ver cómo se agrede desde el poder a quienes piensan distinto, cómo se usa el streaming oficialista para estigmatizar a opositores, cómo se transforman los recintos en tribunas de odio y no en espacios de debate. La reciente agresión del presidente y su entorno al diputado Esteban Paulón, dirigente socialista y luchador por los derechos humanos, es una muestra más de esa decadencia institucional.

¿Dónde quedó el Congreso que representa al pueblo? ¿Dónde quedó el mandato sagrado del voto?

En este nuevo aniversario de la Independencia, tal vez el mejor homenaje no sea repetir eslóganes, sino recuperar el sentido profundo de lo que significó ese 9 de julio: soberanía, libertad, representación popular y dignidad.

La patria no se defiende desde una app, desde un canal de Twitch o desde un palco. Se defiende con leyes que cuiden a los más débiles, con debates con altura, con compromisos asumidos de cara al pueblo.

Porque la patria no es un negocio ni una campaña electoral: es memoria, justicia y futuro.

¡Viva la Patria, carajo!

Foro Matanzero – Medio de comunicación popular y autogestivo
La Matanza, Buenos Aires

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