Volver al FMI: La nueva estafa que planea Milei

Por Federico Chechele | Alguien explicaba la otra vez que el Gobierno tiene controlada a la sociedad porque a las clases más bajas les bajó la inflación, a los sectores medios les planchó el dólar para poder viajar al exterior y a las clases más altas les permitía seguir timbeando para acrecentar sus ganancias. Lo analizaba como un hecho objetivo, real, que estaba sucediendo y que por ende era difícil torcer la voluntad de la gente. Así planteado parece cierto, pero faltó agregar que la mayoría de la población no llega a fin de mes por más que le bajen la inflación, le planchen el dólar y mucho menos que le permitan jugar al casino con guita que no tienen.

La confianza se está diluyendo pero de la manera que menos esperaba el presidente Javier Milei. Los “altos y bajos” y los “momentos de tensión” que advirtió en su discurso de la Apertura de Sesiones Legislativas fue todo un mensaje para lo que vendrá. Los números de la economía son un volcán en erupción a la espera del préstamo del FMI, pero el golpe que lo tiene desencajado es la categoría de “presidente corrupto”. Milei llegó a la Casa Rosada para terminar con el curro de la política pero quedó engrampado con la estafa de la criptomoneda y por más que intente salir de ahí, no puede.

Recientemente se difundió un informe de la consultora Analogías que deja en evidencia el impacto del denominado ‘criptogate’ en la imagen de Milei. Durante febrero, la percepción sobre la figura presidencial perdió también 3 puntos nacionales y cerró febrero con un diferencial positivo de 2 puntos, 8 menos que en enero. La misma encuesta determinó que el 54,6% de los argentinos cree que Milei estuvo involucrado en la criptoestafa. Un 61% opina que se trató de un acto de corrupción y un 78% calificó su comportamiento como “malo”. Más de la mitad del país ya cree que este gobierno cometió actos de corrupción. Y todavía falta: No hay un solo presidente argentino que haya salido ileso después de haber recurrido al Fondo Monetario Internacional.

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Qué se hace y cómo aprovechar este escenario de debilidad gubernamental para frenar los embates del Ejecutivo contra los sectores populares y el inminente endeudamiento con el FMI que traerá más ajuste, hambre y desocupación.

No parece fácil responder estas preguntas. Una de las frases más emblemáticas de la derrota de Unión por la Patria fue: “Si la gente votó a un tipo con una motosierra, imagínense cómo nos veía a nosotros”. Así de trágica quedó la imagen de un gran sector de la oposición como para pensar en poder revertir la situación social e intentar reconciliarse con quienes ahora están empezando a desconfiar del Gobierno. Hay bronca y hay organización, falta armonizar el convencimiento colectivo. En esa búsqueda están las centrales sindicales, las organizaciones sociales y los partidos políticos, a pesar de que en estos 15 meses de resistencia primaron más las mezquindades políticas que los acuerdos o alianzas.

Hoy habrá una nueva muestra de fuerza contra el Gobierno cuando las mujeres y diversidades desborden las principales plazas del país para seguir defendiendo sus derechos, con un Paro del movimiento obrero feminista contra “el hambre, el saqueo y la crueldad”. Lo mismo ocurrirá el próximo 24 de marzo donde se volverá a exigir más Memoria, Verdad y Justicia.

Así como resuenan las cacerolas por los apagones, también continúan las luchas sectoriales en todo el país, los jubilados son reprimidos pero resisten y ahora se armó una oleada de hinchadas de fútbol que irán a acompañarlos el próximo miércoles. Parece poco contra un gobierno atenuado en lo económico y hostigado a nivel global. Hoy la CGT está decidida en mantener los acuerdos con la Casa Rosada y avalar el ajuste con paritarias cero. Las dos CTA junto a movimientos sociales siguen construyendo escenarios de conflictos como el del 5 de diciembre pasado, y el lunes avanzarán para ponerle fecha a una movilización contra el DNU que habilita el endeudamiento con el FMI. Es la lucha por el sentido común y el enlace con las mayorías populares.

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El acuerdo (que nadie conoce) con el FMI se pone nuevamente en el centro del debate. Desesperado, Milei anunció que lo sacará por decreto y que será enviado al recinto para que lo trate la Comisión Bicameral. En la Casa Rosada aspiran a “obtener un compromiso urgente” de parte de los legisladores. El PRO y los radicales se relamen ante una eventual “Gran Kueider”. Con el PJ nunca se sabe.

El apuro por cerrar un acuerdo con organismo de créditos multilateral está vinculado a que el Gobierno sigue perdiendo cada vez más fondos y reservas para controlar el dólar y evitar otra disparada en la inflación. Pasamos de aquella campaña de “volar por los aires el Banco Central” a la necesidad de “recapitalizar el Banco Central”. Todo humo. Mientras tanto, “el Messi de las finanzas” se llevó puesto ya unos 21.000 millones de dólares -sólo el viernes de la otra semana se le habían evaporaron 600 millones- lo que encendió todas las alarmas. El helipuerto de la Casa Rosada es la placa roja de Crónica con alertas cada media hora.

Desde el año 1956 hasta la presidencia de Mauricio Macri hubo 21 acuerdos con el FMI. Ninguno de ellos resolvió los problemas económicos del país, todo lo contrario, crearon más deudas para las generaciones futuras. Si estamos tan bien como cuenta Adorni, ¿para qué se vuelve a pedir un préstamo? El gobierno de Milei es una sitcom que no hace reír a nadie.

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Federico Chechele en X: @fedechechele

Fuente: https://canalabierto.com.ar