De que se trata

“Cuellos blancos”, la película que desnuda la estafa de Vicentin

El documental de Andrés Cedrón, ya disponible en YouTube, muestra cómo el accionar fraudulento de la cerealera funciona como caso testigo en el empresariado argentino. Y cómo “la sociedad los sigue viendo como hombres honorables de negocios”, cuenta su realizador.

Redacción Canal Abierto |  “Hay distintas maneras de ver el caso Vicentin, y definirlo es complejo, porque uno podría tomar lo económico, lo judicial, lo social. Pero lo más importante es que es una estafa, es un saqueo a nuestro país”.

De esta manera el cineasta Andrés Cedrón describe el disparador que dio lugar a su documental Cuellos Blancos. El caso Vicentin, recientemente estrenado en YouTube, donde investigó a la cerealera cuyo accionar funciona como testigo y ejemplo de la operatoria fraudulenta habitual en el empresariado argentino.

La historia

La película relata la historia de la que supo ser una de las cerealeras más grandes del país, desde sus comienzos hasta lo que terminó por convertirse en un momento bisagra en el gobierno de Alberto Fernández: su presentación a concurso de acreedores.

Me parecía que el de Vicentin era un caso reflejo de cómo el empresariado argentino toma ventajas del Estado y muchas veces realiza actividades en contra del interés de la mayoría de los argentinos”, analiza Cedrón.

A lo largo de la trama, Cuellos blancos cuenta cómo, a lo largo de sus más de 90 años de existencia, la empresa “se benefició con la toma de deuda, con la deuda estatizada en la dictadura cívico-militar, la obtención de puertos privados en la época del menemismo. Y cómo fue que durante el macrismo tomó deudas millonarias en el Banco Nación y no las pagó”.

El hecho, además de poner en peligro varios miles de puestos de trabajo, dejó un tendal de damnificados entre productores de granos, acopiadores, corredores, bancos, organismos, empresas competidoras y de servicios.

“A esos productores, que entraron en concurso acreedores, les quieren pagar con un dólar a febrero de 2020, que es a 60 pesos. O sea, la estafa continúa”, describe el cineasta.

Porque Vicentin, que se presenta a sí misma como “una empresa familiar y argentina”, se ha convertido a lo largo de los años en una corporación. “Se asociaron a una multinacional como Glencore, Viterra, que ahora está fusionada con Bunge, nada más y nada menos, y empezaron a tener prácticas similares a las multinacionales. Crearon filiales en Uruguay, en Paraguay, en Panamá, en España, para fugar, evadir y finalmente saquear a la Argentina”, detalla el cineasta.

Esta metodología fraudulenta del mundo empresarial dio nombre al documental. “Cuellos blancos es un concepto aportado por Edwin Sutherland, un sociólogo de Estados Unidos, que después del crack del 29 analiza cómo banqueros y empresarios se habían enriquecido y la sociedad, que mucha había entrado en la pobreza, los seguía viendo como hombres honorables de negocios —cuenta Cedrón—. Me parece que esto es un caso similar y que no sólo pasa en la Argentina sino a nivel mundial. A partir de ese concepto empecé a entender lo que decía (Arturo) Jauretche: que no somos tontos, nos hacen tontos”.

“Lazos sociales”

El 5 de diciembre de 2019, pocos días antes de que Mauricio Macri terminase su mandato, Vicentin se presentó en concurso de acreedores con una deuda de US$ 1.500 millones.

Poco tiempo después, y gracias a investigación impulsada por las nuevas autoridades del Banco Nación que asumieron con el gobierno de Fernández, se descubrió que bajo la gestión macrista a cargo de Javier González Fraga, la entidad bancaria le había otorgado a la agroexportadora un préstamo por US$ 350 millones, cifra que supera por mucho los límites que establece la normativa del Banco Central y representaba más del 20% del patrimonio computable de la entidad oficial.

El 8 de junio de 2020, el aún flamante presidente Alberto Fernández anunciaba que intervendría la empresa y que enviaría un proyecto al Congreso para su expropiación definitiva. Pero poco tiempo después dio marcha atrás.

La contradecisión tuvo como marco una serie de reveses políticos y judiciales en torno a la medida y un alto costo político para el gobierno del Frente de Todos. En el medio, la oposición supo sacar provecho al calor de una furibunda campaña mediática que atizó el fantasma sobre una supuesta “chavización” de Fernández.

Puesto a explicar esta campaña, Cedrón arriesga: “Además de este concepto de ‘cuellos blancos’ existen los lazos sociales. Con empresarios, con jueces, con periodistas y políticos, se establece una comunidad partícipe de estas actividades”.

Esos “lazos sociales” le han costado al documental la posibilidad de ser estrenado en Espacios INCAA, pese a haber recibido su apoyo al momento de su realización. “Me parece que es muy evidente que toca algún interés amigo del Instituto de Cine, de Carlos Pirovano, o a la relación que tenía Vicentin con Macri, ya que fue el principal aportante de su campaña. Y los préstamos que se le dio desde el Banco Nación están directamente relacionados a ese vínculo”, señala el cineasta.

Debido a ello, Cedrón decidió liberar la proyección en YouTube.

“Me sorprendió muchísimo lo que está generando un documental político ­—asegura—. Esta difusión alternativa logra que se vuelva a debatir desde otro lugar, desde la información, cómo es la distribución de la riqueza en Argentina, qué está sucediendo en el río Paraná, volvió a instalar la discusión sobre la soberanía, y estamos felices de haber aportado un granito de arena”.

Recientemente, cuatro exdirectivos de Vicentin fueron imputados por la Justicia — Omar Scarel, Alberto Macua, Roberto Gazze y Daniel Buyatti— por estafa y asociación ilícita.

Al cierre de esta nota, la empresa adeuda los sueldos a más de 2.000 empleados de sus plantas de Ricardone y San Lorenzo, Santa Fe, y amenaza con su cierre definitivo. Los acreedores siguen tratando de cobrar.

Entrevista: Gladys Stagno
Equipo audiovisual: Juan Alaimes, Pablo Martínez Levy y Ramiro Lorenzo

 

 

Fuente: https://canalabierto.com.ar

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