Internacional

El conflicto en Sudán ha convertido parte del país en un infierno

Los combates en el país han dejado a 24,6 millones de personas padeciendo hambre aguda. Actualmente hay más de 12 millones de desplazados, de los cuales 3,4 millones han huido a través de la frontera. Los servicios sanitarios han colapsado, millones de niños están sin escolarizar y se han producido incesantes patrones de violencia sexual.

PMA. Sudaneses desplazados esperan recibir alimentos del Programa Mundial de Alimentos (PMA). (archivo)

Una funcionaria de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) ha pedido al Consejo de Seguridad que garantice una mejor protección de los civiles en Sudán, así como el acceso sin trabas de la ayuda humanitaria, a medida que la brutal guerra entre ejércitos rivales se acerca a su segundo año.

“Casi dos años de implacable conflicto en Sudán han infligido un inmenso sufrimiento y han convertido partes del país en un paisaje infernal”, declaró Edem Wosornu, en una reunión informativa con embajadores, celebrada este miércoles, enumerando algunas de las repercusiones.

Los combates entre las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF) y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) han dejado a más de la mitad del país, 24,6 millones de personas, padeciendo hambre aguda.

Además, actualmente hay más de 12 millones de desplazados, de los cuales 3,4 millones han huido a través de la frontera. Los servicios sanitarios han colapsado, millones de niños están sin escolarizar y se han producido incesantes patrones de violencia sexual.

Recientes acontecimientos alarmantes

Wosornu se centró en los últimos acontecimientos alarmantes en diversas zonas del país. Afirmó que ocho meses después de que el Consejo adoptara la Resolución 2739 (2024), la población civil de Darfur del Norte sigue siendo objeto de ataques. Dicha resolución exigía que la RSF dejara de asediar la capital del estado, El Fasher.

Mientras tanto, la violencia en el campo de Zamzam y sus alrededores se ha intensificado aún más. Se calcula que cientos de miles de civiles viven allí, donde se han confirmado condiciones de hambruna.

También afirmó que las imágenes por satélite confirman el uso de armamento pesado en Zamzam y sus alrededores en las últimas semanas, así como la destrucción de las instalaciones del principal mercado de la zona.

“Los civiles aterrorizados, incluidos los trabajadores humanitarios, no pudieron abandonar la zona cuando los combates eran más intensos. Muchos murieron, entre ellos al menos dos trabajadores humanitarios”, añadió.

El deterioro de la situación de seguridad obligó a la organización médico-humanitaria MS, principal proveedor de servicios de salud y nutrición en el campo de Zamzam, a interrumpir sus operaciones allí, mientras que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) confirmó la suspensión del sistema de asistencia alimentaria basado en cupones.

Las condiciones de hambruna se confirmaron en Zamzam el pasado agosto y, desde entonces, el PMA sólo ha conseguido transportar un convoy de suministros humanitarios al campo a pesar de los repetidos intentos de entregar más.

La agencia de la ONU advirtió de que, sin ayuda inmediata, miles de personas podrían morir de hambre en las próximas semanas.

Combates encarnizados en otros lugares

La población civil también sigue viéndose directamente afectada por los encarnizados combates que tienen lugar en algunas zonas de Jartum, donde la Oficina de Derechos Humanos de la ONU (ACNUDH) ha verificado informes de ejecuciones sumarias de civiles en zonas que han cambiado de manos.

“Seguimos profundamente preocupados por los gravísimos riesgos a los que se enfrentan los intervinientes locales y los voluntarios comunitarios, en Jartum y en otros lugares”, afirmó.

Wosornu señaló que, en el sur de Sudán, hay informes de que los combates se están extendiendo a nuevas zonas en los estados de Kordofán del Norte y Kordofán del Sur, lo que aumenta los riesgos para la población civil y complica aún más los movimientos del personal y los suministros humanitarios.

También han surgido informes espeluznantes de nuevas atrocidades en el estado del Nilo Blanco, incluida una oleada de ataques a principios de este mes que, según los informes, han matado a decenas de civiles.

Sudán. Descarga de ayuda alimentaria transportada en barcaza.
© PMA

Apoyar la respuesta humanitaria

Wosornu recordó que la semana pasada se lanzaron los planes de respuesta humanitaria 2025 para Sudán y la región. En conjunto, se exigen 6000 millones de dólares para ayudar a casi 25 millones de personas en Sudán y hasta cinco millones más, principalmente refugiados, en los países vecinos.

“Ahora más que nunca, dos años después, el pueblo de Sudán necesita que actúen”, declaró Wosornu.

Afirmó que la comunidad internacional, en particular los miembros del Consejo de Seguridad, no deben escatimar esfuerzos para mitigar la crisis.

Concluyó su intervención presentando tres “peticiones clave”.

“Pedimos al Consejo de Seguridad -y a todos los Estados miembros con influencia- que tomen medidas inmediatas para garantizar que todos los actores cumplan el derecho internacional humanitario y protegen a los civiles y las infraestructuras y servicios de los que dependen”, declaró.

Su segunda petición destacó la importancia del acceso, ya que “necesitamos una aplicación real de los reiterados compromisos para facilitar y permitir el acceso humanitario sin trabas ni restricciones a los civiles necesitados”.

Por último, destacó el déficit de financiación: “La magnitud de las necesidades de Sudán no tiene precedentes y requiere una movilización igualmente sin precedentes del apoyo internacional, incluida una financiación flexible”.

 

 

Fuente: https://news.un.org

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